La presencia física es algo que, normalmente, preocupa más en la adolescencia que en otras etapas de la vida. Verse bien ante sus iguales es casi una necesidad en muchos casos, por lo que el temido acné de verano puede convertirse en una verdadera preocupación para los adolescentes, especialmente para los que presentan una mayor tendencia a tener granitos. Para ellos, “el acné es una enfermedad de alto impacto psicológico”, como asegura el doctor Vicent Alonso Usero, responsable de la Unidad de Dermoestética del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. Pero… ¿qué es el acné de verano? ¿En qué se diferencia del acné que se preenta el resto del año?
La principal diferencia es que el acné de verano está muy asociado a las altas temperaturas propias del período estival, que provocan sudoración y, en consecuencia, activan las glándulas sebáceas, lo que a su vez favorece la erupción de granitos y puntos negros. Todo, unido a una mayor humedad por el agua de la piscina o de la playa, es el combo perfecto para que esta época del año sea especialmente complicada para los adolescentes que tienen una piel más grasa.
Eso no significa, sin embargo, que el sol o el agua del mar sean perjudiciales para la piel grasa o con acné, sino todo lo contrario. Como explica el Dr. Alonso Usero, “la exposición al sol tiene propiedades antiinflamatorias”, siempre que sea “moderada”. Si nuestro hijo o nuestra hija adolescente se exponen en exceso al sol, “puede empeorar el acné”, a lo que habría que añadir los riesgos que entraña la exposición de cara al “envejecimiento y a una mayor probabilidad de sufrir cáncer de piel”.
En cuanto al agua del mar, “también puede ser beneficiosa para el acné”, si bien lo adecuado es “lavarse el rostro al salir con un jabón suave” para eliminar residuos de salitre. A continuación, habría que hidratar la piel con una hidratante no comedogénica, es decir, que no obstruya los poros. Este cuidado básico es, si cabe, mucho más importante que los adolescentes lo sigan cuando han estado en la piscina para quitar cualquier rastro de cloro en su piel.
Cómo aplicar la crema solar cuando se tiene acné de verano
En primer lugar, como señala el dermatólogo, los adolescentes deben optar por “un fotoprotector formulado para pieles grasas, esto es, libre de aceites, y no comedogénico cuyo factor de protección solar (FPS) sea, como mínimo, de 30”. Si bien “será su dermatólogo quien les indique cómo proceder en cada caso, por lo general debe aplicarse la hidratante para pieles acneicas antes de aplicarse la crema solar”. En caso de que “sigan un tratamiento con una crema anti-acné o con otros productos activos, estos deben aplicarse por la noche”, indica el doctor. “Así se evitan posibles irritaciones ocasionadas por la exposición solar”.
Otros cuidados a tener en cuenta para reducir el acné de verano
Para combatir el acné de verano, es preciso seguir otra serie de cuidados que serán aconsejables mantener durante el resto del año con cualquier tipo de acné:
- La alimentación. Para mantener a raya al acné es importante seguir una dieta saludable y no tiene tanto que ver como evitar el chocolate, como se pensaba tradicionalmente, como con “procurar reducir la ingesta de alimentos con alto índice glucémico”, como pueda ser el arroz, la pasta, la patata, el pan blanco y, por supuesto, las golosinas.
- Seguir una rutina diaria de higiene. Es fundamental lavar la piel del rostro al menos dos veces al día y hacerlo, como señalaba anteriormente el doctor, con un jabón suave. Procurar también evitar frotar la piel con fuerza, puesto que, de lo contrario, puede empeorar la inflamación. Después, deben secarse el rostro suavemente con una toalla limpia. Además, es recomendable “exfoliar la piel una o dos veces por semana”.
- Hidratar la piel. Aunque pueda parecer contradictorio, hidratar la piel es necesario para mantenerla equilibrada, lo que prevendrá una producción excesiva de grasa. La crema hidrantante que se emplee debe ser ligera y no comedogénica, que no obstruya los poros.
- Evitar tocarse el rostro. Algunos adolescentes intentan quitarse ellos mismos puntos negros o espinillas, lo que acaba irritando más la piel y empeorando la situación. Es importante no tocarse el rostro en exceso porque las manos podrían transferir suciedad y bacterias.
- Seguir un estilo de vida saludable. No fumar, hacer ejercicio y, sobre todo, intentar evitar el estrés, el gran enemigo del acné. Teniendo en cuenta que esto último no suele ser sencillo (en los adolescentes especialmente en época de exámenes), quizás podamos proponer a nuestros hijos que practiquen técnicas de relajación como yoga o mindfulness.
- No utilizar maquillaje pesado. El maquillaje pesado puede obstruir los poros y, por tanto, empeorar el acné. Lo mejor sería evitar maquillarse en verano, pero si lo va a hacer, elegir un maquillaje que sea también no comedogénico. Posteriormente, es fundamental retirarlo por completo con un desmaquillante y lavar a continuación el rostro con los cuidados ya detallados.