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El sueño de ser madre puede complicarse en el caso de las deportistas de élite. A las barreras sociales con las que, en no pocos casos, se encuentran, se suman otras físicas que les puede ocasionar dificultades o, incluso, imposibilidad de quedarse embarazada. El motivo es que, cuando el cuerpo está sometido a una fuerte intensidad de forma continuada, puede limitar las capacidades hormonales de la mujer, llegando a poder provocar la desaparición o alteración de la menstruación, denominada amenorrea. “La amenorrea normalmente está asociada que el deporte sea de alta intensidad y a una pérdida de peso que deriva en un índice de masa corporal bajo. Todo ello, junto al estrés puede provocar la pérdida de la menstruación en la deportista”, indica la Dra. Anabel Salazar, ginecóloga y directora de IVI Málaga.
“También va a ocurrir en caso de que la deportista tome un fármaco para potenciar el incremento de la masa muscular, al igual que ocurre en los varones cuando toman hormonas para incrementar la masa muscular, que pierden producción espermática”. Eso sí, esos problemas hormonales y la consecuente amenorrea “depende mucho de la de la persona”, no tiene por qué darse en todos los casos, tal y como subraya la doctora. Sí que hay que tener muy presente que, siempre que esa amenorrea se mantenga durante meses, es fundamental acudir al ginecólogo.
Adolescentes a las que no le llega la menstruación
“También podría ocurrir que la primera regla, lo que llamamos menarquia, se vea retrasada en deportistas de élite que hacen un ejercicio de alta intensidad con bajo peso para su edad”, añade la Dra. Salazar. “Entonces, a partir de los 16 años, las chicas que practican deporte de alta intensidad que no han tenido la regla deben acudir a descartar otras causas, reducir el ejercicio, y llegado el caso, ponerle un tratamiento para restablecer los valores hormonales”.
© GettyImagesCómo recuperar la normalidad en el cuerpo de la mujer
“Obviamente, si estamos hablando de mujeres deportistas que se dedican de forma profesional, deben estar informadas por un preparador físico para que estén atentas y, si la situación se prolonga más tiempo del necesario, intentar revertir esas causas”. Pero, ¿cómo se puede intentar revertir la situación? “Tal vez sea regulando la intensidad del ejercicio, para que intenten subir el peso y disminuir el estrés”.
“Es necesario que las deportistas profesionales planifiquen sus temporadas y puedan identificar los momentos donde hay picos de competiciones, en los que tengan que dar el máximo rendimiento y esto puede llegar a ocurrir, pero, luego tiene que haber una reversión de la situación y una vuelta a la normalidad”.
¿Deben las deportistas femeninas elaborar un plan ginecológico para poder seguir adelante con su profesión?
“Cuando hablamos de compaginar el trabajo profesional el mundo del deporte y proteger al mismo tiempo la fertilidad, es complicado”. Y esa complicación se da porque “las deportistas profesionales entienden que su carrera está en su pico máximo durante su periodo más fértil, pero a diferencia de otras profesiones, el problema es que la alta intensidad les va a generar cambios físicos, como puede ser lo que hablamos de la de la pérdida de la regla y, eso no va a ocurrir a otras profesionales que también tienen una alta demanda laboral durante la edad más fértil”. De ahí que el continuar o no con la carrera profesional o el buscar o no un embarazo acabe siendo una decisión personal que en ciertos casos implica renunciar a una de las dos cosas.
“Por ello es fundamental que la deportista deba de estar muy bien asesorada por sus preparadores físicos y sus entrenadores e incluir un plan ginecológico”, recomienda la doctora. “Probablemente también sería una buena opción que valoren la vitrificación de óvulos dependiendo del tipo de deporte que estén realizando y cuánto tiempo piensan que lo pueden prolongar, dependiendo de cada disciplina y persona”.
Las competiciones en el deporte de élite “conllevan muchos viajes que será difícil compaginar con la maternidad, por lo que a lo mejor quieren ser mamá más cerca de los 40 o hacer un break y ser mamá, para retomarlo después”. En esos casos, “la vitrificación de óvulos puede ser una alternativa pero, al igual que lo pienso para el resto de mujeres, debemos asesorar e informar para que sean conscientes de que los periodos de amenorrea no deberían de ser prolongados y que, sí es si su equipo médico no la ha informado, consulten a sus ginecólogos”.
