Las vacaciones de verano, un tiempo de desconexión que sirve a niños y adolescentes para recargar pilas, pero en ocasiones es necesario reforzar o recuperar algunas asignaturas. La buena noticia es que es posible hacerlo de manera amena y casi sin darse cuenta de que están repasando conocimientos adquiridos. Lógicamente, a mayor edad, más complicado será desprenderse por completo de los apuntes, pero siempre podrán apoyarse en algunas de las ideas que proponemos para que aprender en verano sea divertido:
Adapta los conocimientos que quiereres reforzar a los intereses de tu hijo
Aprovecha el período estival para adaptar los conocimientos a tu hijo y no al contrario. Si a tu hijo le gustan, por ejemplo, los dinosaurios, busca actividades en la que trabajes con él aquello que necesita reforzar al tiempo que jugáis con dinosaurios. Para los más pequeños, las bandejas sensoriales son una vía eficaz y sencilla que además puedes aprovechar para enseñarles más acerca de cómo vivían estos animales prehistóricos.
Aprendiendo de pie
Ya sabemos que también se aprende yendo a un museo, al zoo o haciendo una excursión, pero también jugando con la arena de la playa, con la que los más pequeños pueden trazar sus primeras letras o números. Podéis inventaros una canción sobre el aprendizaje a trabajar y que se la aprenda bailando y riendo contigo. Lo recordará mucho mejor y, además, lo pasaréis pipa juntos.
Lectura teatralizada
Leerles un cuento interpretando a los personajes como si verdaderamente fueras uno de ellos les hará permanecer atentos y disfrutar de una actuación de lo más original por parte de sus padres. Lo suyo sería elegir una lectura adecuada a aquello que quieres que aprendan o que repasen y que, una vez que el adulto haya finalizado si interpretación, ellos mismos tomen el testigo.
Integra el aprendizaje en las actividades cotidianas de las vacaciones
Si vas a la playa, buscad conchas y después contadlas, si lo que necesitan trabajar es el conteo, o podéis hacer sumas, restas, multiplicaciones con ellas… Estaréis trabajando con matemáticas manipulativas sin que apenas se den cuenta.
Cocina con tus hijos
La cocina es un lugar perfecto para que los niños aprendan matemáticas y química (además de que les ayudará a sentirse autónomos y, en consecuencia, reforzará su autoestima). Aprovecha las vacaciones de verano para hacer helados caseros o preparar deliciosos tentempiés. Les encantará la idea.
Haz experimentos con ellos
Prueba a hacer experimentos científicos adaptados a su edad en el jardín, en la playa o en la montaña. Les resultará una experiencia de lo más asombrosa y les será de gran utilidad para el próximo curso escolar (o para el futuro, si son niños más pequeños). Prepara la cámara porque será digno de recordar.
Juegos al aire libre
Organizar una gymkana, una búsqueda del tesoro, jugar al Twistter o una simple rayuela es todo lo que necesitan para disfrutar del aire libre y de las vacaciones. En la búsqueda del tesoro o en la gymkana les puedes ir ofreciendo distintos retos relacionados con lo que tienen que mejorar de cara al próximo curso. Lo mejor es que les parecerá una gran idea y se pondrán ellos solitos a intentar dar con el resultado.
Juegos de mesa
Ya hemos hablado largo y tendido de la utilidad de los juegos de mesa para el aprendizaje. Los hay útiles prácticamente para todo tipo de materias o conocimientos, desde sumas o letras hasta fracciones. Serán tan útiles o más que muchos libros y ellos estarán mucho más contentos que si les obligamos a sentarse a estudiar.
Ofréceles cuadernillos de actividades que sean diferentes y amenos
Si necesitan coger soltura con ciertas habilidades que requieren sentarse a pensar y no queda más remedio que lo hagan con un cuadernillo de actividades , busca uno que sea lo más entretenido posible o que vaya acorde a sus intereses.