¿Cómo no usar el aire acondicionado cuando suben las temperaturas y estamos a más de 35º? No parece una opción razonable, pero es importante usarlo de manera correcta y más aún cuando estamos con bebés o niños, puesto que según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), durante la temporada estival, los casos de disfonías (afectación de la voz) y afonías (pérdida total de la voz) aumentan principalmente por los cambios bruscos de temperatura y la utilización abusiva del aire acondicionado.
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“El mal uso del aire acondicionado en casa o en el coche conlleva un aumento elevado de las consultas en verano a causa de faringitis y resfriados de las vías altas”, asegura el Dr. Nacho Llopez, otorrinolaringólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. “El mecanismo fundamental es la sequedad que nos provoca el aire acondicionado de las vías respiratorias altas, lo que da lugar a su enfriamiento y los clásicos síntomas de dolor de garganta o molestia al tragar”.
Cómo usar el aire acondicionado correctamente
Por eso es clave que utilicemos el aire acondicionado correctamente. Pero… ¿cuál es la manera adecuada de hacerlo? El otorrinolaringólogo nos detalla los cuidados que debemos seguir para evitar que el aire acondicionado dañe la garganta de nuestros hijos:
- Utilizar el aire de forma indirecta. En primer lugar, “siempre tenemos que utilizar el aire de forma indirecta, es decir, que no nos dé de forma directa, tanto en casa como en el coche”. Y hay que tener especialmente cuidado en este último, como advierte el doctor: “mucho ojito en el coche porque al ser habitáculos más pequeños es muy fácil que se enfríen con mucha rapidez”.
- Regular la temperatura. Lo adecuado es que el aire acondicionado “enfríe tanto la estancia de casa como el coche” y que no salga muy frío; para ello es preciso “regular la temperatura”: en este sentido, “lo ideal son 25 grados” y, en todo caso, “que nunca esté por debajo de 25 o 24 grados”.
- No poner el aire acondicionado por la noche. “También tenemos que tener especial cuidado en estas noches de mucho calor y a las noches tropicales”. Por calor que haga, no es aconsejable poner el aire acondicionado por la noche. Si tenemos niños en casa, mucho menos porque “tienden a dormir destapados”, de modo que les puede afectar en mayor medida. En estos casos, lo mejor es utilizar un ventilador al uso o un ventilador de techo “estaría indicado mejor un ventilador de techo o un ventilador”, que “lo que hace es movilizar el aire”, sin enfriar la estancia.
- Programar el auto apagado. A pesar de que no está indicado, si aun así ponemos el aire acondicionado bien porque no tenemos ventilador o bien para enfriar algo la estancia, es preciso “programar un auto apagado a las dos o tres horas y nunca pasar toda la noche con el aire acondicionado puesto”.
Cuidados especiales con los bebés
- Tener en cuenta la temperatura corporal de los bebés. “Los bebés son siempre personitas más vulnerables”, por lo que debemos tener muy presente que, “lo que para un adulto es una temperatura agradable, para un bebé va a ser una temperatura fría”. Por eso “siempre los bebés tienen que estar en un ambiente más calentito, nunca debemos tenerlos a la misma temperatura con la que un adulto se siente a gusto”. Así, en caso de que lo tengamos junto a nosotros en una estancia más fría, debemos “taparlos o abrigarlos más”.
- Hidratarlos para evitar la sequedad. “Los bebés nunca se nos van a quejar de molestias o sequedad provocada por el aire acondicionado”, de modo que, si nos encontramos en un ambiente en el que este está puesto, debemos procurar “darles mucha hidratación, aunque no la pidan”. La mejor manera de hacerlo es “dándoles sorbitos de agua” o tomas extra de leche materna si aún son lactantes; si se trata de niños mayores de cinco años, podemos dejarles “que chupen un caramelito”, que también ayudará a “combatir la sequedad que provocan los aires acondicionados”.
Cuidados especiales con niños mayores de un año
Además de todo lo anterior, debemos prestar atención a la ingesta de bebidas frías y helados en niños. Pueden hacerlo, pero siempre procurando no tragar de golpe. Un truco para evitar que les dañen la garganta es mantener la bebida o el helado “en la boca unos segundos antes de tragar para que se rebaje el frío de lo que consumimos”.