El alcohol pasa a la leche materna en las mismas proporciones que lo hace a la sangre. Esto significa que hay que tener una especial precaución y cuidado cuando la mujer está amamantando a su hijo y decide tomar una bebida alcohólica.
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Para saber de qué modo puede afectar al niño y qué hacer en el caso de que se ingiera alcohol durante el periodo de lactancia hemos recurrido a Paloma de Miguel Aguilar, consultora internacional en Lactancia Materna IBCLC y especialista en la Consulta de Lactancia Materna de la Unidad de Pediatría de Quironsalud Valencia.
¿Cómo afecta el alcohol al bebé lactante?
El alcohol que toma la madre que da el pecho puede afectar al sistema nervioso del bebé. De hecho, tal como advierte la experta, “un consumo excesivo podría producir incluso convulsiones y coma”.
Hay que tener en cuenta que cuanto más pequeño sea el niño, más efectos perniciosos pueden tener estas bebidas sobre él, al igual que el resto de drogas que pasan a la leche. “No es lo mismo un bebé menor de tres meses cuyo hígado y riñones metabolizan peor”, recuerda.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como las principales sociedades pediátricas recomiendan que el bebé sea alimentado solo con leche materna (o en su defecto, leche de fórmula) hasta los seis meses. Así, el alcohol le afectará mucho más a un bebé cuyo alimento único es la leche materna “que a un lactante más mayor o que toma alimentación complementaria”.
En todo caso, hay que tener en cuenta, tal como alerta Paloma de Miguel Aguilar, que “el consumo de alcohol durante la lactancia en general produce irritabilidad, sedación, bajo peso, retraso psicomotor y, a largo plazo, menor desarrollo cognitivo”.
¿Cuándo dar el pecho tras haber ingerido alchol?
Ya sabemos que el alcohol pasa a la leche materna, “por tanto es muy importante evitar amamantar al bebé tras haber ingerido cualquier bebida alcohólica”, subraya la consultora (@palomademiguelaguilar, en Instagram).
Lo ideal sería esperar a que el alcohol se hubiera eliminado totalmente de la leche. Mientras tanto, si el bebé es pequeño y solo toma pecho, se le puede dar una toma con leche que la madre se hubiera extraído previamente a la ingesta de alcohol. Si el niño se ha iniciado en la alimentación complementaria, puede tomar otro tipo de alimento hasta que el alcohol haya desaparecido por completo en la leche materna.
¿Cuánto tiempo hay que aguardar para la toma al pecho? “Depende del peso de la madre y de la cantidad ingerida habrá que esperar más o menos tiempo para amamantar”, destaca Paloma de Miguel. Y ejemplifica: “Si la madre pesa unos 60/65 kilos, tras haber ingerido una cerveza deberá esperar unas dos horas y media o tres, pero si toma dos cervezas se duplica el tiempo”.
Además, “no es lo mismo una cerveza o una copa de vino que un alcohol de mayor graduación como un tequila, ya que en este caso habría que esperar unas siete horas”, recalca.
¿Hay que desechar la leche tras haber bebido alcohol?
Muchas mujeres dudan sobre si hay que desechar la leche tras haber tomado alcohol. Pues bien, no es necesario: “Basta con esperar. Igual que va disminuyendo la concentración de alcohol en sangre hasta que desaparece, ocurre lo mismo en la leche materna”, indica la consultora internacional de lactancia.
Con el estómago vacío, el pico de alcohol en sangre se da a los 30 minutos, mientras que con el estómago lleno ocurre sobre los 60-90 minutos. La norma es que, a mayor graduación y cantidad de alcohol, más tiempo de espera. Una buena herramienta para guiarse tanto con tóxicos como con fármacos permitidos durante la lactancia materna es la web www.e-lactancia.org.
El mito de la cerveza y la producción de leche
Popularmente se ha extendido la idea de que tomar cerveza aumenta la producción de leche. La realidad es que “no se ha demostrado” que sea así, por lo que en ningún caso está indicado que la mujer tome cerveza, aunque sea sin alcohol, para producir más leche.
El mecanismo para segregar toda la leche que necesite el bebé es que “el lactante sea amamantando con una buena técnica y a demanda”. De esta manera, puntualiza la experta, el niño se asegurará la producción de leche que necesita.
Por otro lado, en relación a la cerveza y la lactancia materna hay que tener en cuenta que “el alcohol cambia el sabor de la leche, lo que podría hacer que el bebé tomara menos”. Pero, además, “inhibe el reflejo de eyección (la liberación de oxitocina que actúa haciendo que la leche salga de los alveolos hasta el pezón), y esto a su vez favorecería la bajada de la producción, que parece darse entre un 10 y un 25%”, destaca Paloma de Miguel Aguilar.