Teniendo en cuenta el interés que niños pequeños tienen por llevarse todo tipo de objetos a la boca y que el atragantamiento es uno de los accidentes más comunes en menores de 5 años, es fundamental que, en caso de llevarnos un susto en una situación así, actuar de inmediato y, sobre todo, saberlo hacer. Sin embargo, no todo el mundo tiene los conocimientos suficientes como para intervenir de manera adecuada, motivo por el que salieron al mercado, hace unos años, los dispositivos antiatragantamiento. Su finalidad es, precisamente, ayudar a los padres o a cualquier otro adulto que no tenga conocimientos de primeros auxilios y poder salvar la vida del bebé o el niño que se ha tragado un objeto o se ha atragantado con un alimento. Pero, ¿son seguros este tipo de dispositivos? ¿Es recomendable tenerlos siempre a mano ante un eventual accidente de este tipo?
Ante las dudas que surgen en torno a estos aparatos, hemos preguntado por ellos a un experto, el Dr. Dr. Álvaro Díaz Conradi, Jefe de Pediatría del Hospital HM Nens, quien nos subraya que son recomendables “solo si se conoce su uso y para ello hay que haberlos utilizado antes ”. Es decir, si nos llevamos un susto con nuestro hijo porque se esté ahogando por algo que le esté obstruyendo las vías aéreas, no podemos pretender sacar el dispositivo del bolso y extraer el alimento o el objeto en cuestión de su garganta como por arte de magia. De hecho, muy al contrario, es totalmente contraproducente hacerlo. Para explicar por qué, veamos primero cómo funcionan.
Así funcionan los dispositivos antiatragantamiento
Son dos los modelos comercializados: el LifeVac y el Dechoker. El primero está compuesto por una máscara (similar a las mascarillas de ventilación) y una especie de muelle que es el que, al comprimirlo, ejerce la aspiración que lograría extraer al objeto de la tráquea. El modelo Dechoker, por su parte, también dispone de una mascarilla que abarca tanto la boca como la nariz que va unido a un embolo y a un tubo con apariencia de jeringuilla que es el que aspira.
A la hora de utilizarlos, es preciso colocar la cabeza del niño que ha sufrido el atragantamiento sobre una superficie plana. A continuación, habrá que colocar el aparato en la boca del menor y, en el caso del dispositivo Dechoker, comprobar que el tubo se sitúe justo por encima de la lengua. Acto seguido, habrá que “presionar firmemente la mascarilla contra la cara” del pequeño y “tirar rápidamente del embolo hasta eliminar la obstrucción”, tal y como figura en las instrucciones de uso de este modelo. Si no se logra extraer el objeto a la primera, habrá que retirar el aparato durante 3 segundos y repetir la operación hasta que se consiga.
Hay que tener muy presente, además, que únicamente se pueden emplear en niños mayores de 12 meses.
¿Por qué hay dudas en torno a los dispositivos antiatragantamiento?
Las dudas surgen porque, en primer lugar, como señalaba el Dr. Conradi, es necesario saberlos utilizar correctamente. Teniendo claro su manejo, “son muy útiles ya que ejerce una presión de succión que ayuda a extraer el cuerpo extraño de la vía aérea”, según el doctor. ¿Por qué entonces algunos organismos, como el Consejo Español de RCP, rehúsan de su utilización? Pues sobre todo porque consideran que no hay la suficiente evidencia científica que los avale por no haberse probado con un número elevado de personas vivas.
Sin embargo, tanto la FDA (Agencia reguladora de Alimentos y Medicamentos del Gobierno de Estados Unidos) como la Comisión Europea sí avalan ambos dispositivos. Incluso la australiana ARAN (Australian Resuscitation Advisory Network) recomienda directamente utilizarlos cuando se haya intentado extraer el objeto en cuestión siguiendo las medidas tradicionales de primeros auxilios y estas no hayan funcionado. Un estudio elaborado por el Departamento de Cirugía de Cabeza y Cuello de la Facultad de Medicina de la Universidad de California (UCLA) y publicado en la revista ‘International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology’ en marzo de 2019, señalan que el dispositivo LifeVac se empleó en 10 pacientes, en los que se resolvió la obstrucción de manera satisfactoria y en los que no se registró efectos secundarios. Especifican que en algunos de esos pacientes fueron necesarios hasta cuatro intentos de succión. Este estudio considera que los dispositivos antiatragantamiento “pueden desempeñar un papel importante en el manejo prehospitalario no quirúrgico emergente de la aspiración de cuerpo extraño en el tracto aerodigestivo superior”.
Recomendaciones de uso de dispositivos antiatragantamiento
Entonces… ¿debemos los padres tener un dispositivo antiatragantamiento a mano o es mejor obviarlo? Siempre lo más recomendable es hacer una pequeña formación en primeros auxilios para saber cómo intervenir si nos llevamos un susto de este tipo con nuestros hijos. Tener a mano el LifeVac o el Dechoker no es desechable tampoco, pero siempre como segunda opción (tras haberlo intentado de manera manual) y mientras llegan los servicios de emergencias (a los que deberíamos haber llamado justo al darnos cuenta de lo ocurrido).