Skip to main contentSkip to footer
madre da pecho© GettyImages

SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA

¿Dar el pecho o el biberón? Madres que se sienten juzgadas tomen la decisión que tomen

El 51% de las mujeres se sienten cuestionadas por su entorno por elegir una u otra lactancia, según el estudio ‘No eres menos madre’, del Club de Malasmadres y Danone


3 de agosto de 2023 - 13:12 CEST

Si hay un período especialmente vulnerable en la maternidad ese es el del posparto. Con la llegada del bebé, los problemas de descanso por la falta de sueño y un importante cambio hormonal, las emociones están a flor de piel. Y es precisamente en esta etapa cuando más afecta el juicio social, que cobra una importancia mayor de lo que a priori cabría imaginar. De hecho, la mitad de las mujeres (el 51%) se ha sentido cuestionada por elegir lactancia materna o de fórmula, según se desprende del estudio ‘No eres menos madre’, que ha presentado el Club de Malasmadres y Danone, y en el que han participado 14.000 personas. Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra entre el 1 y el 7 de agosto, exponemos cómo ese juicio social o cuestionamiento puede llegar a ser un factor determinante en el éxito de la lactancia (si se opta por la materna) y, en todo caso, en el bienestar emocional de la madre.

Así nos lo confirma Daniel Morillas, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), quien nos detalla que “vivimos en una realidad en la que muchas mujeres se ven abocadas al fin de la lactancia sin ser su deseo por las dificultades con las que se encuentran, por la falta de apoyo institucional o social y la falta de un acompañamiento adecuado que les permita tener una lactancia satisfactoria”. Y esa falta de acompañamiento adecuado comienza, en no pocas ocasiones, en el propio entorno, en la propia familia: “muchas mujeres que lactan escuchan de su entorno frases como ‘es que tu leche no lo alimenta’, ‘otra vez llora, se habrá quedado con hambre’, ‘te usa de chupete’, ‘no puede estar todo el día en la teta’...”.

Ese tipo de frases, que muchas personas expresan sin el menor reparo, llevan implícito una opinión o crítica acerca de cómo la recién estrenada mamá está amamantando a su bebé. Y ese juicio puede tener consecuencias: “el posparto es un período muy vulnerable, la mujer se enfrenta a una adaptación costosa y que su entorno dude sobre su capacidad para amamantar puede sin duda llevarla a un destete precoz”. Y, no cabe duda, de que “el sentirse juzgada merma la confianza en sí misma”, tal y como subraya Morillas.

Lactancia artificial

Sabemos que la mejor lactancia es la materna (no solo para el lactante, sino también para la salud de la madre), pero muchas mujeres y por motivos bien diferentes optan por  la leche de fórmula . También aquí se sienten juzgadas. El mensaje que les llega (aunque ya nadie se lo diga explícitamente) en este caso es: ‘no lo has conseguido’, ‘no estás haciendo lo más adecuado para tu hijo’, ‘es una decisión errónea’… Cuando, además, el dar leche de fórmula no es consecuencia de una decisión, sino de otro tipo de factores, como pueda ser precisamente la falta de información o de acompañamiento adecuado, este tipo de creencias ahondan esa falta de confianza en sí misma de la madre. “Son muchos los motivos por los que una mujer puede haber optado por la leche de fórmula desde el nacimiento o poco después, y que se le juzgue no trae ninguna consecuencia positiva en su salud física, sin embargo, puede tener consecuencias en su salud emocional”, explica el vicepresidente de FAME. “Ante todo, toda mujer se merece un acompañamiento respetuoso en la lactancia que haya elegido”.

Madre de el pecho© GettyImages

Hay que acabar con los mitos que existen en torno a la lactancia

“Un acompañamiento adecuado durante el embarazo que le informe sobre los beneficios o consecuencias en su salud y la del bebé de elegir uno u otro tipo de lactancia, que desmitifique conceptos erróneos asociados a la lactancia materna o artificial, muchas veces relacionados con el sueño o la dependencia del bebé hacia la madre y que desligue el tipo de lactancia con el ser o no mejor madre, incrementará las probabilidades de que la mujer opte por una lactancia materna”, especifica Morillas. “Las mujeres siempre desean lo mejor para sus bebés y cada vez más las mujeres priorizan aquello que beneficia su salud”.

“Pero esta no es la parte más importante, una adecuada formación que le prepare para la realidad de la lactancia (eliminando los mitos), las posibles dificultades que se puede encontrar y oriente sobre cómo o dónde buscar ayuda para resolver esas dificultades, es fundamental para asegurar el éxito y la satisfacción con la lactancia”. Hay que ser muy conscientes de que “la lactancia es compleja y muchos factores influyen en ella”. Por eso, “pretender que todo vaya sobre ruedas para todas las mujeres es no ser realista y cada mujer debe tener la posibilidad de recibir el asesoramiento, apoyo y cuidado que requiere en función de sus propias necesidades”.

La incorporación temprana al trabajo, otro factor clave en el éxito de la lactancia materna

En la elección del tipo de lactancia que se ofrece al bebé influyen cuantiosos factores externos. Entre ellos, el haber tenido un parto traumático o depresión posparto, un bajo nivel educacional, los problemas de pecho asociados a la lactancia o la incorporación temprana al trabajo. En lo que se refiere a esta última, si tenemos en cuenta que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda un mínimo de seis meses de lactancia materna, es muy difícil conseguirlo en nuestro país, teniendo en cuenta que la baja por maternidad es de 15 semanas (lo que serían cuatro meses). Y los datos son reveladores: la mayor parte de las madres eligen la lactancia materna durante la baja (el 87% de las encuestadas en el Barómetro Elvie España: La lactancia y la vuelta al trabajo); porcentaje que se reduce considerablemente en el momento de la reincorporación laboral (mantienen la lactancia materna el 33% de las mujeres, según el citado barómetro).

Aquí, quienes desempeñan un papel clave son las empresas, cuyas políticas de conciliación deberían estar orientadas a facilitar el mantenimiento de la lactancia materna, con horarios flexibles adaptados a las tomas de leche, pausas dedicadas a la lactancia o extracción y la adecuación de espacios para las madres.