Lo que debes llevar en el coche si viajas con niños

Es lo más importante que hay que tener en cuenta a la hora de viajar con niños en coche. Las normas se han modificado en los últimos años y ahora los bebés deben ir sentados a contramarcha, aunque se aconseja que continúen en esa posición en el coche hasta los cuatro años, como mínimo.

La silla de auto debe estar en perfectas condiciones y es algo en lo que no conviene escatimar para que el niño viaje con toda la seguridad posible.

Si el viaje transcurre en horas de temperaturas altas, es importante disponer de un parasol para la ventana del lado del niño. Hay que tener en cuenta que el aire acondicionado del vehículo no se distribuye igual por todo el habitáculo, por lo que en la parte trasera puede hacer más calor que el percibido por los padres delante.

Además, el impacto del sol puede hacer que se queme la piel. Por eso, hay que utilizar parasoles adecuados para el tipo de vehículo, lo que incrementará la sensación de confort del niño al viajar.

Aunque se recomienda parar con frecuencia cuando se viaja con niños, lo más probable es que en los periodos en que el coche está en marcha pidan agua o algo de comer. Por eso conviene llevar siempre alguna botella de agua (o el biberón o envase especial que usen) para poder darles sin tener que parar de nuevo.

En cuanto a la comida, lo ideal es que se trate de aperitivos ligeros y, muy importante, con los que el niño pequeño no pueda ahogarse ni atragantarse. En pocos segundos, puede haber un problema en este sentido, por lo que no conviene correr riesgos.

Cuanto más pequeño sea el niño, más cosas hay que prever y llevar a mano. Es el caso de la ropa de cambio, por si se moja o se ensucia, y de los pañales y el cambiador.

Lo ideal es preparar una bolsa aparte del equipaje con todas esas cosas para que no haya que deshacer el maletero en busca de un nuevo conjunto de ropa, por si acaso. Si usa chupete, también conviene tener más de uno controlado durante el trayecto.

Hay niños que se marean mucho durante los viajes, a pesar, incluso, de fármacos para evitarlo. En ese caso, conviene consultar con el pediatra.

Si es así, la recomendación es llevar a mano alguna bolsa o envase (los cubos pequeños pueden ser muy útiles) y toallitas por si no diera tiempo a parar.

No hay que abusar de las pantallas, pero en ocasiones pueden ser un buen recurso, como en los viajes largos en coche. Dependiendo de la duración del trayecto, del número de niños que viajen y del tiempo que estén con dispositivos electrónicos, la batería puede durar más o menos.

Por eso es una opción muy útil llevar alguna batería portátil a la que se pueda enganchar el móvil, la tablet o la consola si se ha acabado su autonomía. Las hay de muchos precios y duración y pueden ayudar en un momento complicado.

En el mercado hay gran cantidad de juegos tradicionales en tamaño viaje o tamaño reducido. Son una estupenda opción para utilizar en el coche, especialmente si viajan varios hermanos y no se marean.

Los hay magnéticos para que las fichas no se pierdan, de cartas... y también para pintar o hacer pequeñas manualidades durante el camino. Otra opción son los libros. A algunos niños les encanta leer durante el viaje, y es una forma de pasar las horas bien entretenidos.

Especialmente si el viaje es muy largo, llega un momento en que los pequeños se aburren con todo. La música puede ser un buen aliado tanto para esos ratos como en general. Cantar en familia es muy divertido y se pueden hacer juegos en ese sentido, para adivinar canciones, decir cómo continúa antes que nadie...

Lo ideal es llevar una lista ya confeccionada con las melodías que más le gusten al niño y tenerla preparada para cuando surja el momento.

El mundo del pódcast es casi infinito. Hay una gran cantidad de posibilidades, también para toda la familia, y es un recurso muy agradable para cuando viajan padres e hijos juntos. Da la posibilidad de aprender, de descubrir curiosidades... de modo que todos van entretenidos. Es una manera muy útil de pasar el tiempo.

Lo mejor es hacer una búsqueda antes del viaje, fijándose en los intereses de cada hijo y luego proponerlos durante el trayecto para comentarlos durante el mismo o después.