La falta de concentración afecta especialmente a niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) , pero no únicamente a ellos. Va asociado también a otro tipo de trastornos, como los del espectro autista, e incluso se manifiesta en muchos niños sin ningún tipo de diagnóstico. Es un problema generalizado entre la población infantil que se ha agravado en los últimos años a causa del uso excesivo de las pantallas. Y con la capacidad de concentración y atención mermada, el rendimiento académico se verá seriamente afectado. La buena noticia es que esta capacidad se puede ‘entrenar’. Una de las herramientas que prometen resultados más eficaces es el método Guillour, creado hace más de tres décadas por la psicoterapeuta y artista plástica mexicana Lourdes Gutiérrez Vázquez.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
¿En qué consiste el método Guillour?
“Se trata de un modelo de intervención que puede aportar beneficios en cuanto a la concentración necesaria para realizar una tarea de precisión” y que “consiste en realizar dibujos, encontrar la salida de un laberinto y localizar símbolos específicos al mirar directamente un espejo y sirve, según indica su creadora, para activar ambos hemisferios del cerebro, y así mejorar la concentración y corregir algunos trastornos conductuales”, detalla Luis Abad Mas, psicopedagogo, neuropsicólogo especialista en TDAH y director de los Centros de Desarrollo Cognitivo Red Cenit.
El hecho de hacer hacer los ejercicios propuestos mirando un espejo activa, según la creadora de este método, los dos hemisferios cerebrales, lo que implica la activación y organización de más módulos neuronales; eso a su vez favorecería el aprendizaje y una mayor recuperación funcional en caso de la presencia de algún daño cerebral.
Beneficios del método Guillour
“Su descubridora indica que el uso de la mano con la que no escribimos al hacer trazos horizontales o verticales, así como figuras invertidas, propicia creatividad, concentración y control del movimiento”, habilidades, todas ellas, con las que es imprescindible trabajar con niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). “También demuestran que esto lo han aplicado a pacientes en varios países que presentan TDAH, Asperger, autismo, dislexia, problemas de aprendizaje y desarrollo, así como síndrome de Down”. A esto se suman otra serie de beneficios para el niño que sigue este método:
- Favorece la capacidad de observación
- Mejora la memoria
- Potencia las funciones ejecutivas
- Favorece el aprendizaje
- Fomenta una mayor autoestima en el niño
- Favorece una mejor autorregulación emocional del niño
¿Cómo de eficaz es el método Guillour en niños con TDAH?
“Este modelo de intervención me parece interesante y lo incluiría, en todo caso, dentro del modelo neurocognitivo, que consiste en la realización de ejercicios que pueden mejorar ciertos aspectos vinculados al rendimiento de las funciones ejecutivas (son las funciones que nos ayudan a desarrollar las habilidades de aprendizaje)”, apunta Abad Mas, quien considera que este método, por eficaz que sea, no debería aplicarse de forma aislada, sino enmarcada dentro de un sistema de acción más global: “el éxito en las terapias sobre el TDAH se basa en la combinación de distintos modelos de intervención, nunca en la aplicación de un solo modelo por lo que desaconsejo que el Método Guillour se use de forma exclusiva para tratar el TDAH (así como desaconsejo el uso de cualquier otro método de forma exclusiva)”.
Para el psicopedagogo y neuropsicólogo, el abordaje de este trastorno debe incluir a las familias para poder llevar a cabo de manera satisfactoria técnicas de modificación de conducta y para ayudar al niño a mejorar sus habilidades sociales y su autoestima. Además, estos niños necesitan apoyo para el “desarrollo de las habilidades de aprendizaje de lectura, comprensión lectora, escritura, cálculo y matemáticas”, así como con el establecimiento de “hábitos de estudio”. En este punto, además de con la familia, “es fundamental la orientación educativa y la coordinación con el colegio” e informar a los profesores sobre la situación del niño al que se le ha diagnosticado TDAH. Dentro del tratamiento neurocognitivo, el método Guillour “podría ser interesante para entrenar la flexibilidad cognitiva, los procesos de control y la memoria de trabajo”.