Skip to main contentSkip to footer
mar a pombo y mart n© mariapombo

Niños

Una solución para que el pequeño Martín disfrute del verano en la playa o en la piscina aún con el brazo escayolado

El hijo mayor de María Pombo, de tan solo dos añitos, se ha roto el cúbito y el radio saltando en un castillo hinchable


Actualizado 8 de agosto de 2023 - 12:43 CEST

Con tan solo dos añitos,  Martín, el hijo mayor de María Pombo y Pablo Castellano, se rompía este lunes el cúbito y el radio  mientras disfrutaba en un castillo hinchable instalado en una feria de Cantabria, donde la familia disfrutaba hasta ahora de sus vacaciones. “Os confieso que aunque se que esto no es nada grave ayer fue la primera vez que sentí dolor de corazón al ver a mi pobre bebé llorar desconsoladamente, gritando ‘Mami ayuya’ sin poder hacer absolutamente nada para aliviar su dolor”, reconocía la influencer a sus seguidores en las redes sociales. Una vez superado el tremendo susto y, aunque ahora la mamá y el papá necesiten “llorar toda la tensión de ayer”, como ella misma decía, tienen opciones para seguir disfrutando del resto del verano junto a su niño y a pesar de que este deba llevar la escayola en el brazo de cuatro a seis semanas. ¿Cómo? Con una escayola sumergible.

¿Qué sucede con la escayola convencional?

Si la fractura requiere escayola o yeso o bien una férula convencional, “una de las recomendaciones que se da a los padres es que no se puede mojar bajo ningún concepto, ya que el algodón mantiene la humedad durante mucho tiempo y puede causar maceración en la piel, con el riesgo para la salud que eso conlleva”, advierte el Dr. Héctor Almeida Merino, especialista del Centro Traumatología Infantil Canarias (@traumatologiainfantilcanarias, en Instagram). Además, con el agua, el yeso convencional se va degradando y debilitando, y esto afecta a la estabilidad de la inmovilización.

Esto puede complicar la ducha diaria, pero si estamos en verano obligaría a los niños a perderse el baño en la playa o la piscina. Tradicionalmente, las familias inventan métodos de todo tipo para que los niños se puedan remojar ‘protegiendo’ la escayola, pero no suelen dar resultado y con frecuencia acuden de nuevo al hospital porque el yeso se ha estropeado.

¿Cómo son las escayolas sumergibles?

Para evitar todos esos problemas están las escayolas sumergibles (o yeso waterproof). “Están formadas por un relleno hidrorepelente y una capa de yeso de fibra de poliester o vidrio que le confiere a la inmovilización una gran resistencia, a la vez que un peso apenas perceptible para el paciente”, describe el Dr. Almeida. Eso  permite que los niños puedan disfrutar del agua en verano sin perjudicar su recuperación. 

“A efectos prácticos yo le digo a los pacientes que un yeso waterproof es como tener un bañador, cuando sales del agua estará mojado y aproximadamente en media hora se seca (o antes, dependiendo del calor). Si no quieres ir goteando por casa se recomienda secarlo con un secador de pelo con aire frío; de este modo en pocos minutos estará seco”, comenta.

Escayolas sumergibles para niños© GettyImages

¿Cómo hay que cuidar los yesos sumergibles?

La escayola sumergible no tiene un mantenimiento complejo. En la ducha se pueden usar los productos típicos (gel, champú), pero sí hay que aclarar bien después el yeso con agua. “Esto hará que la piel esté más limpia y evitamos que aparezca mal olor”, aclara el traumatólogo infantil.

Con respecto a los baños recreativos, “si se va sumergir en piscina, es importante cada cierto tiempo aclarar el yeso con agua de la ducha, ya que, aunque el agua se evapora, el cloro se queda y puede ocasionar picor”, recomienda. “Lo mismo sucede en el mar con el salitre; se debe aclarar el yeso con agua dulce tras los baños y hay que tener mucho cuidado con la arena; si se introduce arena por un descuido, hay que intentar que salga con un chorro de agua para evitar su acumulación y que se irrite la piel”, apunta.

Es muy habitual que, cuando llevan una escayola, los niños alivien el picor introduciendo un lapiz o cualquier otro elemento para rascarse. No se debe hacer nunca, y en el caso de los yesos sumergibles esta incomodidad se salvará utilizando agua.

Con el paso del tiempo la escayola sumergible puede aclarar su color (las hay de diferentes tonalidades), por los baños repetidos y el sol, sin que esto afecte a su capacidad reparadora.

¿Hay algún caso en que no se pueda utilizar el yeso sumegible?

El yeso waterproof se puede utilizar cuando hay esguince, luxación y fractura y puede sustituir a un yeso convencional cerrado, a un vendaje o a una férula. No obstante, no en todos los casos se puede poner desde el principio o cambiar a él para más comodidad en los baños.

“Es importante valorar si hay herida, si el paciente ha tenido alguna intervención o si tiene alguna aguja percutánea”, alerta el experto de www.traumatologiainfantilcanarias.com. En estos casos, el yeso sumergible no estaría indicado porque no conviene que la zona se moje, ya que la herida podría infectarse.

Cuando se ha realizado una reducción de la fractura y se ha colocado un yeso convencional, el Dr. Héctor Almeida aconseja valorar el riesgo de desplazamiento, por lo que espera a la segunda semana, cuando comienza a aparecer el callo blando y ha disminuido la hinchazón para llevar a cabo el cambio de yeso.

“Si el yeso waterproof se coloca como primera opción tras una fractura se recomienda practicar una apertura lateral, al igual que si el paciente tiene pensado viajar en avión. Esto no compromete la estabilidad del yeso”, tranquiliza.