¿Por qué las chicas adolescentes tienen el ánimo más bajo que ellos?

La adolescencia ha sido siempre un periodo complicado en todos los sentidos, también en el anímico. Hay grandes transformaciones corporales, entran en juego las hormonas y se produce una separación con respecto al que hasta ese momento era el entorno de referencia: la familia y los padres.  Ahora priman más los iguales, el grupo de amigos.  Esto la convierte en una época muy convulsa donde puede haber problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad.

Pero antes de llegar a ellos, en un escalón previo, el ánimo se resiente. Y, según un estudio en el que han participado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), las grandes perjudicadas son las chicas adolescentes, que sufren esta bajada anímica mucho más que los chicos. ¿Por qué es así?

El doble de chicas con ánimo bajo

Según la investigación, que ha sido publicadada en la revista Journal of Affective Disorders,   en total, un 18,6 de los adolescentes (sin distinción de género) muestran un ánimo bajo.  Pero mientras que en ese grupo están una de cada cuatro chicas (25,1%), el porcentaje de los chicos es menos de la mitad (11,6%).

“Hemos constatado la existencia de desigualdades de género en salud mental entre los adolescentes, con un estado de ánimo bajo 2,2 veces más frecuente entras las chicas que entre los chicos”, explica Marina Bosque, doctora, investigadora y docente de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

Tal como han podido detectar en su estudio, una parte de esa diferencia se puede atribuir a dos factores principales que se relacionan con los aspectos sociales y “comportamientos relacionados con la salud”, comenta.

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La importancia de la salud en el estado mental adolescente

Hay distintos aspectos clave en la situación anímica de las adolescentes. Así, en el estudio se citan los siguientes para explicar por qué las chicas sufren un estado de ánimo más bajo que ellos:

•  Haber sufrido violencia sexual.  Algo más de una de cada cinco mujeres españolas (el 21,7%) ha padecido una agresión sexual a lo largo de su vida, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre violencia sexual. Este es el factor más determinante para tener el ánimo bajo en la población femenina adolescente.
•  Dedicar menos tiempo a la actividad física.  Las chicas adolescentes dedican porcentualmente mucho menos tiempo al deporte, en relación a los chicos. Son mucho más sedentarias. Es un hecho que se viene destacando desde hace un tiempo y que, al margen de las implicaciones que tiene sobre la salud física, también afecta a la salud mental en un periodo de especial vulnerabilidad. El ejercicio físico genera endorfinas, que elevan el ánimo. Así, según la investigación en la que ha participado la UOC, más de la mitad de las chicas (el 57%) no cumple con los requisitos mínimos de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
• Ser inmigrante. Es un factor que tiene más peso en el ánimo bajo de las chicas que en el de los chicos.
• Hacer dieta. La cultura del cuerpo está instaurada socialmente de tal modo que, desde que son pequeñas,  las niñas se sienten obligadas a mostrar unas proporciones perfectas y un cuerpo ‘normativo’.  Esto hace que muchas de ellas ya en la adolescencia se inicien en las dietas para poder alcanzar el cuerpo que observan en las redes sociales. Pues bien, este es un factor determinante también en que su ánimo baje.
• Fumar tabaco. En el estudio, que recopiló datos de más de 6.000 adolescentes catalanes entre 12 y 18 años, se constató que las adolescentes que fumaban tabaco tenían el ánimo más decaído que los chicos. Sin embargo, al analizar a los chicos de esta franja de edad, el consumo de riesgo de alcohol solo se asoció a ánimo bajo en el caso de los varones adolescentes.

Otros factores, como pasar por una situación económica desfavorecida, tener notas bajas, abusar del teléfono móvil o  sufrir acoso escolar también influyen mucho en el ánimo bajo entre los adolescentes,  pero no hay diferencias de género entre chicos y chicas, tal como ha revelado el estudio.

¿Se puede prevenir el ánimo bajo?

Tal como comentan las autoras del estudio, saber las causas que llevan a los y las adolescentes a padecer un ánimo más bajo “pueden ser útiles para hacer un trabajo preventivo y detectar malestares y sintomatología  antes de que se produzca un empeoramiento o cronificación y se pase de un estado de ánimo bajo a trastornos más severos, como podrían ser la ansiedad o la depresión”. 

Así, tal como apunta Helena González-Casals, otra de las investigadoras, los programas de salud mental dirigidos a la población adolescente “deben ser más completos y tener un mayor impacto” para mejorar el estado de este grupo.