La lateralidad cruzada es un trastorno funcional de nuestro sistema nervioso central, de nuestro cerebro. El cerebro está dividido en dos hemisferios, derecho e izquierdo. Todas las funciones que realiza están distribuidas entre ambos; pues bien, a eso se llama lateralidad normal. Lo habitual y lo normal es que cada organismo desarrolle todas sus actividades paralelas y, por ejemplo, un diestro posea como dominantes su ojo, su mano, su oído y su pie del mismo lado, el derecho.
Cuando esto no se produce y existe una lateralidad diferente de la manual en el ojo, el oído o el pie, hablamos de lateralidad cruzada. Un ejemplo típico y frecuente sería tener la mano derecha como dominante y, sin embargo, tener el ojo izquierdo como dominante. La lateralidad cruzada también se conoce como asimetría funcional.
Este trastorno tiene importancia a cualquier edad, pero en el niño es causa de retrasos y dificultades en el aprendizaje escolar sobre todo en el lenguaje hablado y escrito.
¿A qué se debe la lateralidad cruzada?
Se desconoce la causa que origina este problema. Se sospecha un origen genético o hereditario, pues aparece con más frecuencia en determinadas familias. No existen formas de prevención y en un porcentaje elevado de los escolares con problemas del aprendizaje, estos están relacionados con la lateralidad cruzada.
Como sé si mi hijo tiene lateralidad cruzada
Ya en la primaria, el niño puede comenzar a tener síntomas de lateralidad cruzada simple, que es aquella en la que la mano dominante y el ojo dominante no coinciden. La lateralidad bien establecida suele asentarse entre los 4-5 años y facilita de forma evidente los diferentes aprendizajes. Cuando esto no sucede, el niño comenzará a tener problemas, se retrasará y entonces será el momento de sospechar que algo pasa, pues esa es la primera condición para llegar a un diagnóstico y ponerle remedio.
Los síntomas más frecuentes que pueden presentar los niños con lateralidad cruzada son:
- Dificultad para escribir, leer o calcular .
- Falta de habilidad psico-motriz.
- Incapacidad para organizarse, prever y ordenar el espacio y el tiempo.
- Escribir letras y números de forma invertida.
- Confusión entre derecha e izquierda, suma o resta, y sílabas directas o inversas.
Tipos de lateralidad y dominancia
- Dominancia de la mano. Preferencia de uso de una de las dos manos para coger objetos, comer o escribir.
- Dominancia del ojo. Aunque los dos ojos son utilizados para ver, hay uno que se prefiere para determinadas actividades, como mirar por un catalejo o apuntar.
- Dominancia del pie. Es el pie con el que se mantiene con uno solo o el que utiliza para chutar un balón.
- Dominancia del oído. El que usa para oír por un auricular o un teléfono móvil.
Soluciones frente a la lateralidad cruzada
Cada niño es un mundo, cada caso es peculiar y diferente, y las necesidades de tratamiento suelen ser muy variables. La intervención temprana de terapias específicas se ha puesto en duda por muchos expertos, los cuales prefieren dar tiempo al niño y esperar a ver cómo madura y evoluciona, sobre todo cuando los trastornos sobre el aprendizaje no son muy severos.
Si se decide intervenir, se deben realizar test de lateralidad, estudio de grupos musculares y, una vez conocidas las áreas afectadas, programar ejercicios de terapia psicomotora que activen el lóbulo cerebral con la correcta lateralidad.