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microbiota infantil© AdobeStock

Salud

¿Por qué es tan importante cuidar la microbiota de los niños?

La microbiota juega un papel fundamental en la salud infantil y del adulto. Se comienza a formar desde el nacimiento del niño y en ella intervienen muchos factores, algunos de los cuales se pueden modificar. ¿Cuáles son sus funciones?


6 de julio de 2023 - 13:22 CEST

La microbiota es un conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos...) beneficiosos que se localiza en el intestino. Sobre ella tienen una influencia decisiva algunos factores como el tipo de parto o la alimentación que recibe el bebé. Así, los tres primeros años de vida del niño son muy importantes para la microbiota, que antes era conocida popularmente como ‘flora intestinal’. Estas bacterias que están presentes de manera natural en el organismo no provocan enfermedades, sino que, por el contrario, son beneficiosas para el sistema inmune.

Para saber qué trascendencia tiene en la salud infantil y adulta y cómo cuidar la microbiota, hemos preguntado a la Dra. Arantxa Gil, pediatra especializada en Gastroenterología y Nutrición infantil del Hospital Juaneda Miramar, de Palma de Mallorca, y asesora de Laboratorios Schwabe (Mama Natura).

¿Cuándo empieza a desarrollarse la microbiota?

La microbiota del niño comienza a desarrollarse en el momento en que abandona el vientre materno, aunque  “el estado de salud de la madre y su dieta durante la gestación van a desempeñar un papel fundamental”.  En este sentido, el tipo de parto es esencial. “El bebé que nace mediante parto vaginal tendrá un primer contacto con aquellas bacterias presentes en el canal del parto, mientras que el que lo haga por cesárea estará expuesto primeramente a las bacterias de la piel de su madre”, indica la experta.

Esta microbiota se irá desarrollando a lo largo del tiempo, y son cruciales los mil primeros días de vida del niño en ello; es decir, los tres primeros años. Así,  además, del parto, también es fundamental “el tipo de lactancia que reciba (lactancia materna o artificial),  el tipo de alimentación complementaria (si es basada en productos naturales y frescos o en aquella más rica en azúcares o procesados) o si ha recibido o no antibióticos”, detalla.

Addemás de otros beneficios, la leche materna protege contra algunas enfermedades infecciosas. Esta protección se atribuye a sus componentes, entre los que están: inmunoglobulinas, carbohidratos, células inmunitarias, probióticos, ácidos grasos, vitaminas y minerales, además de prebióticos que inciden en la microbiota del lactante, favoreciendo su inmunidad. Es decir, es un elemento que ayuda a tener una microbiota adecuada.

¿Cómo ayudar a que la microbiota actúe correctamente?

Conseguir una microbiota sana en el niño depende de factores como los que señala la Dra. Arantxa Gil:

  • Alimentación saludable “en la que primen los productos frescos y de calidad , huyendo de comida precocinada, bollería, bebidas azucaradas...”.
  • Alimentación variada. Tener una dieta con distintos alimentos saludables “es muy importante a la hora de alcanzar una micriobiota óptima”.
  •  Probióticos.   “Pueden ser aliados útiles en situaciones de disbiosis (alteraciones en la microbiota), bien por enfermedad, por mala alimentación, por el uso de antibióticos...”, explica la pediatra. “Son microorganismos no tóxicos ni nocivos que, utilizados de forma adecuada, pueden ayudarnos a recuperar el equilibrio de nuestra flora intestinal”, revela. Es importante que los probióticos elegidos sean seguros y eficaces.

Por todo ello, si el niño ha sufrido algún problema de salud que haya desequilibrado su estado nutricional o su dieta es conveniente consultar con el pediatra por si fuera conveniente ayudar a la microbiota a restablecerse, especialmente si al pequeño se le han administrado antibióticos de forma frecuente.

Microbiota y lactancia materna© AdobeStock

¿Cómo impacta la microbiota en la salud?

Cada vez hay más estudios que ponen en evidencia la relación entre la microbiota y el estado de salud de la persona. Y no solo en un ámbito aisaldo sino de forma integral. “La microbiota va a tener influencia en aspectos tan diversos como la predisposición a alergias, el estado de inmunidad y el peso en la edad adulta”, advierte.

De hecho, la relación del estado de la microbiota durante la infancia se relaciona, tal como descubren algunas investigaciones, con enfermedades ya de adultos. Así, en el futuro, la alteración de la microbiota puede estar relacionada, “además de con molestias digestivas, con el desarrollo de alergias o intolerancias alimentarias, enfermedades autoinmunes, sobrepeso, insomnio...”, advierte la especialista.

Pero   la alteración de la microbiota también redunda en problemas de salud para el niño, que puede manifestarse “con síntomas digestivos, como dolor abdominal, gases, diarrea...”,  alerta.

En este sentido, la Dra. Arantxa Gil habla de la importancia de “ser conscientes de la alimentación que damos a nuestros niños para que ellos mismos empiecen a cuidar desde bien temprano su salud intestinal”, recalca.