Sí, puedes bañarte aunque estés en la cuarentena

A las molestias y adaptaciones que conlleva el posparto hay que sumar algunas recomendaciones como la de no bañarse en las seis semanas posteriores a dar a luz. ¿Tiene alguna base científica?

3 de julio de 2023 - 12:49 CEST3 jul 2023 - 12:49 CEST

Habitualmente, a la mujer se le recomienda no darse baños (en la playa o en la piscina), y optar por la ducha hasta seis semanas después del parto. Esto puede llevarse más o menos bien cuando esta etapa coincide con estaciones más frías del año, pero en verano, y con las altas temperaturas que suele haber en España, las madres lo pasan mal.

¿Tiene alguna base científica esta norma? Le hemos preguntado por ello a Nazareth Olivera, matrona y autora del libro Ser mamá (Ed. Grijalbo). Desde 2017 trabaja en un paritorio respetuoso y divulga a través del perfil @comadronaenlaola (en Instagram).

¿Por qué no se aconseja bañarse en las seis primeras semanas?

Algunas de las recomendaciones que van pasando de generación en generación tienen más base cultural que médica o científica. Es lo que parece suceder con la norma de no permitir a las mujeres que se bañen hasta seis semanas después de haber dado a luz, una premisa que está fuertemente arraigada entre profesionales y mujeres, como cuenta la experta, pero que muchos se comienzan a cuestionar.

“Suponemos que el origen es el miedo a que entre agua en el útero en el postparto, pero esto es anatómicamente imposible. El útero se contrae fuertemente después del parto y así debe permanecer, hecho una pelota. Los loquios van hacia afuera, no es un contenedor laxo y blando. Para que entre agua habría que hacerlo a presión y canalizando el cérvix”, detalla.

Y añade: “La recomendación de no bañarse en el postparto es tan absurda como decir a una mujer que está menstruando que no se meta en el agua. Suena medieval”. De hecho, en países como Reino Unido, a las mujeres se les ofrece tomar baños en el posparto como medida analgésica y para favorecer su confort. “Conocer nuestra anatomía nos deja tomar decisiones con sentido común”, apunta Nazaret Olivera.

¿Desde qué semana puede haber baños en el posparto?

En un posparto sin complicaciones, donde no haya hemorragia, fiebre o infección, la mujer “se puede bañar desde el principio”, resalta. No es que sea inconveniente, sino que, por el contrario, es una medida que puede ayudar: “Es analgésico, relajante y va bien para el edema vulvar y las hemorroides, si las hay. Con 10 minutos con agua fresca es suficiente”.

Pero si la mujer prefiere esperar un poco, hay que tener en cuenta que “a la semana del parto el cérvix, que se borró y abrió para permitir el nacimiento del bebé, ya se ha formado de nuevo y es similar al cérvix de cuando menstruamos”, comenta la matrona. El sangrado posparto disminuye mucho en esa primera semana. “Así que si esto aporta más seguridad, es más que suficiente esperar esa primera semana. No se sostiene tener que esperar seis semanas. Con el calor que tenemos en España en verano es una tortura”, subraya.

¿Qué sucede en los casos especiales?

Cuando el posparto o el parto han transcurrido con alguna circunstancia especial es aconsejable tener ciertas precauciones. Es el caso de la hemorragia con secuelas, por la debilidad que ha podido provocar en la mujer. Hay que vigilar que el agua no esté muy caliente por la posible bajada de tensión.

Si ha habido una cesárea, “sería prudente esperar al cierre de la herida, aunque no hay tampoco demasiada diferencia entre una ducha y un baño corto”, apunta. A los 15 días tras la cesárea, la herida debería estar ya cicatrizada si no ha habido complicaciones, así que se pueden esperar estas dos semanas y después, “vía libre”. Si la mujer a la que le han practicado una cesárea, decide bañarse antes, ha de ser un baño muy breve y es obligatorio secar muy bien la zona después de salir del agua.

Cuando la mujer tiene puntos, la recomendación es que sean baños breves, “para refrescarse, evitando macerar la herida y los puntos”, comenta la directora de www.comadronaenlaola.com. Es importante que las heridas perineales estén bien aireadas y secas. “Por ello sería adecuado darse baños cortos, secarse bien y quitarse luego el bañador mojado. En la playa con arena, cuidado con esos puntos”, destaca.

¿Por qué no usar tampones o copa menstrual en el posparto?

En el posparto, el sangrado más abundante va a suceder la primera semana, pero durante unas cuantas más la mujer puede seguir manchando. Si se quiere bañar en el mar o en la piscina, ¿qué alternativas tiene? “No recomendamos introducir nada en la vagina en el postparto mientras dura el sangrado porque podría favorecer una proliferación bacteriana que podría ocasionar una infección uterina”, advierte la especialista.

Hay que tener en cuenta que ese sangrado, los loquios, procede de la herida que ha dejado la placenta al desprenderse. Por ello es mejor evitar riesgos y no bañarse ni con tampón ni con copa menstrual. La alternativa es bañarse sin nada (en la playa) o con un bañador menstrual. Al salir, hay que ponerse seca para mantener la zona sin humedad.

Nazaret Olivera aboga por que la mujer se bañe con naturalidad, según le apetezca. “Si esperar una semana le da más seguridad, es un tiempo más que razonable”. Además, en caso de dudas acerca de infección de heridas o sangrados abundantes, lo indicado es consultar siempre.