Si hay un objeto que se relaciona directamente con el bebé es el chupete. Pero no todos van a utilizarlo y hay que considerar algunos aspectos antes de ofrecerlo. Uno de ellos es el momento en que el pequeño se inicia con él. No hay que ponérselo antes de tiempo porque puede interferir en la alimentación.
Para conocer más sobre este tema, hemos recurrido a Blanca María Díaz, matrona de Atención Primaria y con consulta privada presencial y online en www.blancamatrona.com.
¿A partir de cuándo se puede ofrecer el chupete?
El chupete está diseñado para calmar al bebé, y en los primeros días de vida es habitual que el pequeño llore o se muestre inquieto sin que los padres, especialmente si son primerizos, sepan la causa. Puede ser tentador ofrecerle en ese momento el chupete, pero no es lo adecuado.
“No se aconseja usar hasta pasadas las tres semanas de vida porque puede interferir con la lactancia materna. En casos de lactancia artificial tampoco se debe ofrecer antes”, recalca la experta.
En los primeros días de vida, el bebé puede perder hasta un 10% del peso del nacimiento. Es algo normal, pero hay que procurar que lo vaya recuperando lo antes posible. Si se le pone chupete, el recién nacido dejar de hacer algunas tomas. Así lo explica Blanca María Díaz: “El uso del chupete antes de las tres semanas puede interferir en la lactancia, tanto materna como artificial. La succión relaja al bebé y puede que pierda algunas tomas durante esas primeras semanas, cuando recuperar el peso del nacimiento es esencial”.
Por si fuera poco, la forma en que el bebé succiona de la tetina es muy diferente a la que mantiene cuando succiona del pecho. Esto puede crear la denominada “confusión tetina-pezón”. Como el bebé está acostumbrado a la tetina, no se agarra bien del pecho y tiene una succión ineficaz, que hace que la producción de leche baje y que puede ocasionar grietas por un mal agarre.
Cómo elegir su primer chupete
El mercado ofrece una gran cantidad de alternativas a la hora de escoger un chupete. Pero lo más indicado para el bebé es que “sea de forma anatómica (no redondeada en la parte más cerca de la boca)”, recomienda la matrona.
En cuanto a los materiales, la silicona sería el mejor, “pues se contamina menos que los de látex”, indica Blanca María Díaz. Esto no es solo al comienzo, sino durante toda la etapa en que el niño use chupete. “En niños más mayores, la silicona es más difícil de romper con los dientes”, aclara.
En relación al tamaño, “cuanto menor sea el tamaño del chupete, mejor. No se debe usar un chupete mayor nunca que la edad del bebé”, insiste. De hecho, tampoco hay problema por seguir utilizando uno más pequeño a su edad.
¿Cada cuánto cambiar el chupete del bebé?
Hay una norma básica con respecto al chupete, y es la de cambiarlo siempre que se va en mal estado, “cuando la silicona o el látex han perdido el color o están rotos”, aconseja la especialista. Pero, al margen de esto, el chupete puede no haberse deteriorado con el tiempo. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Cuándo cambiarlo? “Si están en buen estado, cada mes y medio o dos meses es recomendable reemplazar el chupete por uno nuevo”, subraya.
Es importante mantener una buena higiene en el chupete porque, además, en sus primeros meses de vida el sistema inmune del bebé no está plenamente desarrollado. Esta es la recomendación de la matrona: “Durante los primeros meses, lo ideal es esterilizar el chupete una vez al día. Y tener varios para que se más cómodo su uso”.
La forma correcta de higienizarlo si se está fuera de casa es lavarlo con agua y jabón, “siempre con las manos limpias”, advierte. Si se está en casa, “lo podemos hervir dos minutos con agua o usar otros dispositivos compatibles eléctricos o de microondas”.
El chupete debería tener una fecha de uso bien marcada. De hecho, lo ideal es que el bebé lo abandone durante el primer año para que no haya posteriormente problemas de maloclusión dental u otros. Si no se consigue en los primeros doce meses, “siempre tendría que dejarlo antes de los dos años”, asegura Blanca María Díaz.