La lactancia materna es un proceso natural, pero que necesita de acompañamiento y de cierta preparación. Por eso, lo mejor es informarse bien ya durante el embarazo y recurrir a un asesoramiento especializado siempre que sea necesario. Una de las circunstancias que más pueden alarmar es cuando la madre descubre que le ha salido un bulto en alguna de las mamas.
Para saber cómo actuar hemos recurrido a Luisa Fernanda Santos, consultora certificada de lactancia (IBCLC, International Board Certified Lactation Consultant por sus siglas en inglés) (@luisa_ibclc en Instagram), que realiza asesoramiento presencial y online.
Un problema muy frecuente
Es muy habitual que la madre que da el pecho pueda notarse un bulto en alguna de las mamas (o en las dos) en un momento determinado de su periodo de lactancia. “Es muy frecuente en los primeros días, debido sobre todo a un mal drenaje del pecho por un mal agarre”, explica la experta.
El agarre del niño es fundamental, al igual que la posición en la que se le pone a mamar. Si no está bien agarrado, la leche no se extrae bien y se va acumulando en una zona determinada, pudiendo producirse la obstrucción de algún conducto galactóforo, por donde circula la leche materna.
La obstrucción produce dolor y “a veces se acompaña de enrojecimiento”. Pero, sobre todo, alarma a la madre que, de repente, descubre un bulto que no tenía en su pecho. En la mayoría de las ocasiones va a tratarse de esta obstrucción.
Qué hacer ante una obstrucción durante la lactancia
Aunque la obstrucción puede cursar con dolor, la mejor indicación para resolverla es que “el bebé mame con más frecuencia de ese lado”. El objetivo principal es que la acumulación de leche se vaya eliminando.
A su vez, la madre puede hacerse “masajes circulares en la zona para ‘deshacer’ el bulto y así no dejar que vaya a más”, comenta Luisa Fernanda Santos. Si las molestias fuesen muy grandes, se pueden tomar analgésicos compatibles con la lactancia. En la página www.e-lactancia.org se recogen todos los que se pueden tomar sin problemas durante este periodo.
Pero no hay que olvidar en ningún momento que hay que descubrir la causa de la obstrucción y ponerle remedio. Se debe vigilar que la postura sea la correcta y que el bebé esté bien agarrado al pecho.
¿Puede evolucionar a una mastitis?
“Una obstrucción no resuelta puede derivar en mastitis”, advierte la especialista. En estos casos, además del bulto y el enrojecimiento, la madre sentirá malestar, escalofríos y a veces fiebre, “como si fuera una gripe”.
La solución en este caso, al igual que lo era en el de la obstrucción simple es “vaciar el pecho, vaciarlo muy bien. Hacer una buena toma con una buena prendida”, subraya. Tampoco aquí está indicado destetar si no es el deseo de la madre; se trata de un problema con solución.
Para la mastitis se pueden tomar analgésicos y puede ser necesario también la administración de antibiótico según indique el médico. En este sentido apunta que “sería ideal si, además, se hace un cultivo para prescribir el antibiótico más adecuado”.
“Igual que una obstrucción no resuelta puede acabar en mastitis, una mastitis no tratada adecuadamente puede acabar en absceso”, alerta. Si fuera así, un especialista tiene que drenar o aspirar o incluso llevar a cabo una pequeña intervención quirúrgica para resolver el cuadro.
¿Qué otro tipo de bultos se pueden presentar en la lactancia?
Además de la obstrucción y de la mastitis, la mujer puede notar un bulto en el pecho durante el destete por leche acumulada; hablamos de un galactocele, que no resulta doloroso. Si hubiera que drenarlo, el ginecólogo puede hacerlo.
Otro tipo de problemas más graves, como un tumor, son mucho más raros. “En cualquier caso, si la mujer nota algo extraño en su pecho lo que debe hacer es acudir al especialista. Puede ir a su consultora IBCLC para tratar los problemas relacionados con la lactancia en sí, corregir el agarre o descartar otras patologías, o si fuera necesario derivar al ginecólogo”, apunta Luisa Fernanda Santos.
Siempre que haya una duda, lo mejor es consultar con el profesional adecuado. “Las mamás en periodo de lactancia tocan su pecho muy frecuentemente y muchas veces. Si notan algo diferente, deben acudir al especialista”, recomienda.