La incontinencia urinaria es relativamente frecuente entre las mujeres que dan a luz, sobre todo cuando no han tenido una preparación específica para proteger su suelo pélvico durante los nueve meses de embarazo. Esta se puede presentar ante cualquier mínimo esfuerzo como toser, reír, coger un peso...
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María Pérez es fisioterapeuta experta en suelo pélvico, salud femenina y ejercicio terapéutico, y, además, es colaboradora de la fima Intimina, especializada en productos para la salud ginecológica de las mujeres. A ella le hemos consultado sobre cómo evitar este problema.
¿Cómo influye el embarazo en la incontinencia urinaria?
El suelo pélvico se ve muy afectado por todos los cambios que trae consigo la gestación. Hay que tener en cuenta que tanto el peso como el volumen del útero, en constante crecimiento en esos nueve meses, recaen directamente sobre el periné. Además, tal como explica la experta, también hay un cambio potente en el centro de gravedad y en la postura.
“Te puede ayudar imaginar toda la zona abdominal como un globo que se hincha con el crecimiento del bebé y que aprietas consciente o inconscientemente cuando te mueves, toses, hablas o incluso con la respiración”, detalla gráficamente.
Toda esa presión se gestiona de distintas formas y se envía en muchas ocasiones al suelo pélvico, aun cuando no está listo para soportarla. “ Es posible que nuestro periné durante el embarazo no tenga la preparación adecuada y que aparezca la incontinencia antes del parto”, advierte.
El papel del parto en la incontiencia urinaria
Al margen del embarazo, el propio parto “es un proceso que pone al suelo pélvico al extremo del estiramiento máximo. Además, también hay un estiramiento importante de los nervios que llevan el movimiento y la sensibilidad a la zona”, comenta María Pérez.
Todo lo que ocurre durante el parto puede afectar al suelo pélvico. En este sentido, un desgarro, una episiotomía, pasar mucho tiempo empujando o la forma de pujar pueden tener una repercusión directa sobre el mismo.
No obstante, el factor de riesgo más importante para que haya incontinencia urinaria posparto es que esta haya aparecido ya en el embarazo. También que haya habido un parto vaginal instrumental, el estreñimiento y haber tenido un desgarro o una episiotomía.
Después del parto, la mujer puede notar falta de sensibilidad en la zona del periné, en distintos grados. “Si es puntual no debe preocuparse, pero es importante que una vez pasadas seis semanas se haga una valoración con una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico para descartar problemas que no hayan dado la cara”, comenta la experta.
Pautas para evitar la incontinencia posparto
Antes del embarazo y durante el mismo, la mujer debería llevar a cabo un plan para proteger su suelo pélvico. Ha de hacerse con ayuda especializada para adaptarse a las condiciones de cada una.
Tras dar a luz lo aconsejado es que haya una valoración por parte del especialista a las seis semanas si ha habido parto vaginal y a las doce semanas si el bebé ha nacido mediante cesárea. “Esta valoración incluye una entrevista para conocer los objetivos con el tratamiento y los factores de riesgo individuales, una valoración postural, de la respiración, de la gestión de presiones abdominales, del propio abdomen y, por último, del suelo pélvico”, destaca María Pérez.
Así, tras este examen se puede plantear un plan de acción que se basa en:
- Cambio de hábitos. “Sobre todo en el caso de que haya estreñimiento y en la forma de hacer pis”.
- Toma de conciencia. Ayuda a tener claro las sensaciones del suelo pélvico y del abdomen. Es la manera de saber “cuándo una actividad puede estar dañando el suelo pélvico. Esto es fundamental para cualquier mujer”.
A través del ejercicio focalizado en entrenar el suelo pélvico, el abdomen y el cuerpo en general se pueden afrontar mejor las actividades del día a día. El entrenamiento puede ser de forma presencial y también hay en la modalidad online si la mujer no se puede desplazar. Además, en casa se puede seguir trabajando el suelo pélvico con ejercitadores de Kegel como las esferas con pesos o con dispositivos inteligentes.
A veces la incontinencia urinaria es transitoria y desaparece unos dos meses después de haber dado a luz. En todo caso hay que saber que haberla tenido predispone con un riesgo 2,5 veces mayor a desarrollar incontinencia en los cuatro años siguientes.