Ya hace años que el método Kumon está asentado en España a través de decenas de academias repartidas por diversas provincias. Es de origen japonés y favorece un aprendizaje rápido que el niño adquiere casi sin darse cuenta, aunque no está orientado a todas las materias, sino únicamente a matemáticas, lenguaje (en concreto, lectura) e inglés. Una de sus grandes ventajas es que enseña a los niños, desde muy pequeños, a aprender por sí mismos, lo que se acabará convirtiendo en una grandísima fortaleza a medida que van creciendo y van subiendo de curso. Como desventaja es que, a pesar de que está planteado como refuerzo de aprendizaje , no como un sistema educativo en sí mismo, no tiene por qué seguir el nivel académico del curso en el que están los alumnos: al seguir el ritmo del propio niño, este puede estar muy por debajo (y en ese caso su evolución no repercutirá en sus notas) o muy por encima (lo que podría dar lugar a que perdiera interés en las clases del colegio).
En cualquier caso, es un apoyo de gran utilidad para alumnos que cursan desde Infantil hasta Bachillerato. Te contamos todos los detalles de este sistema de aprendizaje:
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1. Un padre preocupado por las malas notas de su hijo, origen de Kumon
Toru Kumon, profesor de Secundaria en un colegio de Osaka (Japón), empezó a preocuparse al comprobar las dificultades que su hijo, estudiante de Primaria, ya mostraba con las matemáticas. Con el objetivo de ayudarle, preparó en 1954 una serie de ejercicios que el niño debía ir haciendo cada día. Estructuró esos ejercicios de tal modo que su hijo no solo avanzó, sino que superó con creces el nivel exigido en su curso. Tras el éxito obtenido, hizo lo mismo con su hijo pequeño y con otros niños próximos a la familia y todos evolucionaron de manera sorprendente. Eso hizo que el profesor se animara a abrir una academia de matemáticas en Osaka en la que instauró lo que llamaría el método Kumon. Una década después, abrió otros centros en Tokio y en otras ciudades de Japón y en los años 70 comenzó su expansión internacional.
2. Materias que se imparten con el método Kumon
Como señalábamos, el método comenzó como refuerzo de matemáticas y, de hecho, el propio Toru Kumon escribió un libro titulado ‘El secreto de las matemáticas Kumon’ (1974), donde exponía las pautas a seguir y el porqué de su eficacia. Ya en la década de los 80, el profesor adaptó su método a la enseñanza de inglés a nativos japoneses (que se ha adaptado a nativos de otros muchos idiomas, incluido el español) y más recientemente, se ha instaurado Kumon Lectura.
3. Filosofía kaizen
Aunque ni Toru Kumon ni sus centros la nombran, tiene mucho que ver con la filosofía o el sistema kaizen, también japonés. Pensado inicialmente para el mundo empresarial, se ha adaptado a muchos otros ámbitos de la vida, ya que lo que propugna es mejorar o avanzar a través de pequeñas metas diarias. Y eso precisamente es lo que hace el método Kumon: proponer una serie de ejercicios que los niños deberán hacer cada día, pero que puede que no les lleve más de cinco minutos. Empiezan, además, proponiéndoles tareas muy sencillas, por debajo de su nivel, para que coja seguridad; la dificultad va aumentado progresivamente y muy poco a poco, de manera que el alumno va asimilando el contenido o la resolución de los problemas casi sin darse cuenta.
4. Férrea rutina
Si bien es cierto que los ejercicios, por lo general, no les lleva mucho tiempo a los niños, se da mucha importancia al establecimiento de una férrea rutina. Las actividades propuestas deben hacerse todos los días del año sin excepción, incluyendo cumpleaños, Navidad, días especiales… Puede que no sea más que una página, pero para seguir correctamente el método hay que hacerla igualmente ocurra lo que ocurra.
5. A su propio ritmo
En las clases de los centros Kumon es fácil encontrar a niños de diferentes edades. El motivo es que cada uno sigue su propio ritmo; como apuntábamos, unos más avanzados y otros, comienzan por debajo. Evolucionan según sus propias necesidades, no en función de ningún currículo académico, lo que les permite asentar de verdad los conocimientos.
6. Autodidactismo
Una de las bases del método Kumon es que procuran que los niños aprendan por sí mismos. Para eso, el objetivo es que adquieran la dinámica de hacer los ejercicios sin la ayuda de un adulto, que descubran de manera autónoma cómo resolverlos. Las páginas de ejercicios se presentan con ejemplos muy visuales para que ellos mismos comprendan cómo deben realizar el resto.
7. El papel de los padres
Para lograr el punto anterior, los padres o los profesores que les acompañen mientras hacen los ejercicios deben prestar atención cómo les ayudan. Cuando un niño les reclama cómo hacer una actividad, estos no deben darles la respuesta exacta, sino orientarles e intentar hacerlos reflexionar para que lo averigüen ellos mismos.
8. Refuerzo positivo
Una de las cuestiones que más se recalca desde el método Kumon es el refuerzo positivo. Se debe elogiar la consecución de cada pequeña meta, de la hoja de ejercicios diaria y, en la misma línea, los libros Kumon incluyen un diploma a entregar al niño cuando completan la última página.
9. Impulsa el potencial del niño
Al formar parte activa de su propio aprendizaje, se sientan también las bases para el aprendizaje futuro. Eso, unido a que avanzan a su propio ritmo, cogiendo seguridad, logra impulsar el desarrollo de todo el potencial del niño.