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Fertilidad

Si estás buscando un bebé, en primavera hay más probabilidades de que te quedes embarazada

No es una afirmación exclusiva de la sabiduría popular; diversos estudios científicos así lo confirman


8 de junio de 2023 - 17:36 CEST

En primavera los días son cada vez más largos, tenemos más horas de luz, parece que estamos más alegres y hacemos más planes fuera de casa. Tras el frío invierno, esta estación se ha visto tradicionalmente con la de los renaceres y los nacimientos, una creencia propia de la sabiduría popular que ha dado lugar a multitud de mitos y leyendas y que, por extraño que parezca, tiene fundamento. Así que, si estás intentando tener un bebé, este es el momento oportuno porque en primavera hay más probabilidades de quedarse embarazada.

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Y la explicación científica es “el aumento de la vitamina D”, como apunta Beatriz Nespereira, doctora en bioquímica y coordinadora editorial de CEMP (Centro Europeo de Másteres y Postgrados). “La mayor exposición al sol, favorece la síntesis de vitamina D, que mejora la fertilidad tanto en la mujer como en el hombre”.

El hecho de pasar más tiempo al aire libre, precisamente por la llegada del buen tiempo, nos favorece esa mayor exposición al sol y, como consecuencia, nuestro cuerpo absorbe más Vitamina D y mejora sus niveles. Y hay diversos estudios científicos que vinculan esta vitamina a la probabilidad de embarazo, como el presentado en el Congreso Mundial de Fertilidad y Esterilización de Munich (Alemania), que ponía de manifiesto que la Vitamina D es esencial para la correcta absorción de calcio, protección en los huesos y, además, también ayuda a generar un mayor nivel de testosterona, por lo que aumenta el deseo de tener relaciones sexuales.

Otra de esas investigaciones es el estudio titulado ‘Systems Biology in Reproductive Medicine’ realizado en Turquía en 2016, donde se asegura que la movilidad y la morfología de los espermas mejoran durante la primavera, ya que los niveles altos de vitamina D en sangre se relacionan con las mejores muestras espermáticas.

En lo que a las mujeres se refiere, la primavera ayuda a estimular la hormona sexual femenina llamada estradiol al aumentar su capacidad de secreción. Esta hormona es imprescindible para lograr el embarazo, así como para que siga su correcto curso y para el adecuado desarrollo del bebé. Ejerce un papel esencial en la maduración del óvulo y en el desarrollo del endometrio, imprescindible para que tenga lugar la implantación del embrión.

La ‘magia’ de la vitamina D

El papel de la vitamina D va mucho más allá. No solo ejerce influencia directa en la secreción de hormonas sexuales, a la generación de testosterona y a la calidad de los espermas (que ya de por sí es bastante), sino que además incrementa la felicidad y el estado de ánimo y, por lo tanto, también aumenta el deseo sexual. Y esto hace referencia tanto a los hombres como a las mujeres.

Esta felicidad durante esta época del año se debe a que la vitamina D ayuda a regular hormonas que están estrechamente relacionadas con este estado anímico, y son, por un lado, la hormona del cortisol, que se ocupa de reducir el estrés, por otro lado, la hormona TSH, cuya función es aumentar el metabolismo; por último, la hormona de la serotonina se ocupa de aumentar nuestro bienestar.

Y cuando se está más feliz, aumenta el deseo sexual. Esto, unido al buen tiempo, hace que las parejas pasen más tiempo juntos, que tengan ganas de hacer más planes… Pero es que a eso hay que sumar que ‘la magia’ de la vitamina D también actúa en esta dirección, puesto que interviene directamente sobre otra hormona, llamada oxitocina, que se encarga precisamente de eso, de despertar el deseo sexual.

Teniendo en cuenta todo esto y “según otros estudios, la época del año en la que es más fácil quedarse embarazada es el verano, ya que la movilidad de los espermatozoides es mayor”, señala Nespereira. La exposición al sol en esta época aún mayor, por lo que se incrementan mucho más los niveles de vitamina D.

Así, “podemos afirmar que es más fácil quedarse embarazada cuando los días son largos y hace sol, es decir, en primavera y verano”, mientras que, “por el contrario, es menos probable concebir en los meses de frío”. Y, como ya hemos visto, “en los meses en los que hace buen tiempo, estamos de mejor humor, lo que hace que estemos más predispuestos a intimar”.

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