Se acercan los exámenes finales. Miles de alumnos de todos los cursos en toda España ven por delante horas y horas de estudio, y no en todos los casos el resultado será el esperado. ¿Se puede hacer algo por evitarlo si quieren sacar buenas notas? Sí, estudiar con estrategia.
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Uno de los grandes problemas que presentan la mayor parte de los estudiantes, les cueste o no brillar académicamente, es que nunca nadie les ha enseñado a estudiar, cuestión bastante sorprendente teniendo en cuenta que pasarán toda su infancia y adolescencia (y gran parte de su juventud) estudiando. Afortunadamente, esto se puede corregir; hay técnicas de estudio muy efectivas y la que parece tener un mayor respaldo por parte de los expertos es la conocida como active recall .
¿Qué es el ‘active recall’?
“Active recall es una técnica de estudio que exige la participación activa durante el estudio. Esta participación activa implica que hay que hacer un esfuerzo por recordar la información, y es precisamente por este esfuerzo que aprenderemos mucho mejor”, nos explica José María Bea, profesor, subcampeón de España de memoria de fondo, Máster Internacional de Memoria y cofundador de la Escuela de la Memoria (@escueladelamemoria). La clave es que, “de alguna forma, es como si hablásemos con nuestros apuntes”.
Y aunque requiera un mayor esfuerzo, no necesariamente implica más tiempo. Es tan eficiente que, curiosamente, “da mejores resultados objetivamente que los que espera el estudiante”; es decir, creen que han estudiado menos y que sacarán peores notas pero, por el contrario, sus resultados acaban siendo mejores que los de otros alumnos.
Tiene más que ver con una memorización activa (de ahí su nombre), que exige comprensión (comprensión real)de lo que estamos leyendo. En este sentido, Bea lo compara “a cuando nos ponen un problema de matemáticas en el instituto”. Ante esta situación de lo más común, “algunas personas intentan resolver el problema de forma activa, encontrándose dificultades, sí, pero cuando llega la solución por parte del profesor se dan cuenta de sus errores y aprenden a resolver el problema”. Frente a estos estudiantes, otros “esperan a la resolución por parte del profesor. La copian y tienen la falsa sensación de haberlo comprendido. Realmente no se han enfrentado de forma activa al problema y la posibilidad de no saberlo resolver de forma autónoma el día del examen es alta”.
¿Cómo utilizar el ‘Active Recall’ a la hora de estudiar?
El Active Recall se puede emplear de diversas formas. El experto en memoria enumera cuatro que, asegura, “se pueden implementar muy fácilmente en el estudio”. Son las siguientes:
- Hacernos preguntas: “Podemos seleccionar conceptos clave del temario o utilizar tarjetas flash (pregunta-respuesta). Esta última opción es especialmente útil cuando se trata de relacionar elementos (por ejemplo vocabulario en otro idioma con su traducción, país-capital, concepto-definición…)”.
- Explicar lo aprendido: “Si tienes a alguien a quien le puedas explicar la lección que acabar de aprender, mucho mejor, si consigues que lo entienda significa que tú lo entiendes. Cuando explicamos algo, tenemos que sintetizarlo, relacionarlo con otros conocimientos y te vas a dar cuenta de si lo entiendes o no”.
- Resumir: “Te va a obligar a sintetizar la información. Incluso es bueno hacerlo sin tener los apuntes delante, de esta forma tenemos que recordar activamente la información”.
- Cuestionamiento: “El proceso de hacernos preguntas sobre el temario puede empezar incluso antes de comenzar a estudiarlo. Simplemente sabiendo el título de un tema podemos anticiparnos y preguntarnos si ya sabemos algo de ello o si creemos que puede estar relacionado con otros temas que ya hemos estudiado. Este proceso de cuestionamiento debe continuar mientras estudiamos y cuando ya hemos acabado de estudiar”.
Experimento Karpicke y Blunt
Diversos estudios científicos apuntan a esta técnica como la más eficaz a la hora de recordar de manera efectiva y, por tanto, a la hora de lograr mejores notas. Uno de los experimentos más conocidos es el organizado por Jeffrey D. Karpicke y Janell R. Blunt, cuyos resultados se publicaron en la revista Science en 2011.
Crearon cuatro grupos de estudio y a todos les presentaron la misma materia (un texto de carácter científico) y cada grupo debía estudiarlo de un modo diferente: el primero debía estudiar el contenido una sola vez; el segundo, debía estudiarlo cuatro veces; el tercero debía estudiarla una vez y hacerse un mapa conceptual (otra técnica de estudio bastante extendida); y el cuarto, debía estudiarlo una vez y responder un test sobre el texto en cuestión, es decir, debía emplear el active recall. Pues bien, los resultados de este último grupo “una mejora del 50% en las puntuaciones de retención a largo plazo”, tal y como indicaban los propios autores en el artículo de Science.
Compatible con otras técnicas de estudio
La eficacia de active recall -contrastada, como hemos visto- se puede incluso multiplicar al emplearse junto con otras técnicas de estudio. “Igual que cuando vamos al gimnasio combinamos ejercicios de fuerza con trabajo aeróbico o estiramientos, en el estudio ocurre igual”, detalla Bea. “Podemos con otras técnicas de estudio muy sencillas como el ‘Pomodoro’ o con estrategias de memorización avanzadas como el ‘palacio de la memoria’”.