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Pediatría

¿Sabes por qué se produce el hipo? Te contamos cuándo hay que llevar al niño al médico

En la mayoría de los casos no tiene ningún tipo de repercusión para la salud, pero en situaciones muy concretas sí es preciso consultar con el pediatra


30 de mayo de 2023 - 13:42 CEST

El hipo es un movimiento torácico y abdominal, súbito y reflejo, acompañado de un sonido peculiar que se produce como consecuencia de las contracciones rítmicas y espasmódicas del diafragma y de los músculos accesorios de la inspiración, y que finaliza con el cierre de la vía aérea a nivel de la glotis. Es un síntoma muy frecuente que se presenta en lactantes y en niños sanos y que generalmente no tiene repercusiones para la salud, si bien hay casos muy concretos en los que sí es recomendable acudir al pediatra.

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Por qué se produce el hipo

El origen y la causa del hipo se encuentra siempre en el estímulo que sobre el nervio frénico ejercen diferentes situaciones. Este nervio es el que inerva el esófago y el estómago y atraviesa el hiato diafragmático que comunica el tórax con el abdomen, y es ahí en ese conducto, donde diferentes estímulos pueden generar la contracción del músculo diafragma. El llenado gástrico, la abundancia de gases y la dilatación gástrica en el lactante y los alimentos estimulantes y picantes, las bebidas gaseosas, los alimentos muy fríos o muy calientes o cualquier otro estímulo en el niño mayorcito, dan origen a situaciones generadoras del hipo.

El hipo en niños

El hipo de presentación aguda es un síntoma leve en los niños sanos. En más del 90% de los casos su presentación es benigna y transitoria, y en los niños, su origen tiene casi siempre una explicación en determinadas alteraciones digestivas o respiratorias. Reírse intensamente, comer muy rápido, tragar sin previa masticación, etc. Sin embargo, el hipo persistente de duración prolongada, más de 24 horas, o de presentación muy frecuente y repetida, precisará de un estudio médico exhaustivo para descartar enfermedades digestivas, respiratorias, cardíacas o nerviosas, que sean las causantes del hipo patológico.

El hipo patológico en el niño puede estar provocado por patologías del sistema nervioso central o por procesos tóxicos, metabólicos, infecciosos o neoplásicos.

© GettyImages

El hipo en lactantes

Todos los lactantes tienen hipo. Los episodios de hipo en lactantes sanos casi nunca, por no decir nunca, están relacionados con problemas de salud. En nuestro refranero tradicional hay un refrán muy aparente en referencia al hipo: “El hipo al niño le da vida y al viejo se la quita”. En el origen del hipo en el lactante se encuentra la inmadurez de sus órganos y funciones y, sobre todo, la dilatación del estómago tras la ingesta de la leche. El lactante tolera el hipo sin dar ninguna muestra de malestar o de falta de confort. Come, duerme, ríe y no altera sus hábitos de vida ni su bienestar.

Estos episodios de hipo en el lactante comienzan a remitir a partir de los 4 ó 5 meses de edad, cuando los mecanismos funcionales y anatómicos van adquiriendo madurez y eficacia.

Cómo tratar el hipo

El hipo agudo ocasional es uno de los síntomas de salud que ha dado lugar a mayor número de creencias tradicionales o populares para intentar su resolución. Toser, estornudar, respirar dentro de una bolsa de papel, estar en apnea el máximo tiempo posible, realizar una maniobra respiratoria de Vansalva, beber agua fría de forma mantenida, hacer respiraciones rápidas y cortas, hasta dar un susto, es otro de los medios utilizados. Estos medios pudieran ser válidos en los niños mayorcitos, por supuesto, nunca en los lactantes, pero son  métodos que pertenecen a las creencias populares , con poco o ningún fundamento científico.

Para el tratamiento del hipo no existen medicamentos específicos y cuando el hipo es persistente y genera alteración en el descanso, la alimentación y el bienestar del niño, este debe ser visto por un especialista y entonces tratar, si la hubiere, la causa que da lugar al hipo patológico.