Una de cada dos mujeres con diabetes gestacional tendrá diabetes tipo 2 a los diez años, tal como se ha puesto de manifiesto en el XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes. Es un porcentaje muy alto de una enfermedad que ya será crónica. Por eso, el control de la diabetes antes, durante y después del embarazo es clave.
La Dra. Mª José Picón, facultativo de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y vicepresidenta primera de la Sociedad Española de Diabetes (SED), nos cuenta cómo deben ser los cuidados de la mujer que ha tenido diabetes gestacional.
Planificar el embarazo cuando hay diabetes previa
La diabetes que aparece por primera vez en el embarazo se denomina diabetes gestacional. Pero la enfermedad puede haber aparecido antes. Así, las mujeres con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 que quieran ser madres han de planificar el embarazo para llegar a este en condiciones óptimas de control glucémico.
Hay que tener en cuenta que la gestación es un periodo complejo en este sentido, ya que los distintos cambios hormonales que se suceden constantemente en estos nueve meses dificultan ese control de la glucemia. Así, hay más riesgo de hipoglucemias en la primera mitad del embarazo y una mayor tendencia a la hiperglucemia en la segunda mitad. Esto hace que los requerimientos de insulina se puedan incrementar por dos o incluso por tres al final de este periodo, si los comparamos con los de los primeros meses.
Cuando se planifica el embarazo de una mujer con diabetes hay menos riesgo de complicaciones, entre las que están la muerte fetal y la prematuridad. Luego, a lo largo de los nueve meses, el control glucémico es básico y también procurar que la madre no tenga un aumento excesivo de peso.
¿Cuándo desaparece la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional desaparece tras el parto. “Es el único tipo de diabetes que se considera transitoria”, subraya la experta. No obstante, puede suceder que no desaparezca. “Si, tras el parto, la mujer persiste con niveles de glucosa que no son normales habrá que pensar en un diagnóstico de diabetes definitivo o que, incluso, ya existía previamente a la gestación y fuera desconocido para la madre”, apunta la Dra. Picón. En todo caso, hay que saber que los niveles de glucosa que se consideran elevados durante la gestación son más bajos que fuera del embarazo.
Si con el tiempo aparece de nuevo la diabetes, será diabetes tipo 2. En este caso, cursa exactamente igual que una diabetes donde no haya habido antecedentes de diabetes gestacional. “Aunque es cierto que cuando se diagnostica una diabetes tipo 2 en una mujer y nos comenta que tuvo diabetes gestacional en sus embarazos da rabia pensar que igual se podría haber evitado”, recalca la vicepresidenta de la SED.
Cómo evitar que reaparezca la diabetes
Aunque la diabetes gestacional desaparece tras el parto, la mujer debe ser consciente de que tiene un mayor riesgo de que vuelva a presentarse la alteración. Para prevenirlo, el principal consejo es que siga un estilo de vida saludable, tanto en hábitos de alimentación como en actividad fisica. Así, la Dra. Picón recomienda: “No considerar que lo que ha ocurrido es algo temporal, sino que es una condición de riesgo que prevalece posteriormente”.
Así, en el posparto, la mujer debe seguir cuidándose “con un alto nivel de motivación y con la convicción de que estamos evitando una enfermedad que , si aparece a lo largo de nuestra vida posteriormente al parto, ya será un diagnóstico definitivo”, advierte.
La alimentación de la mujer que ha tenido diabetes gestacional debe seguir el patrón de la dieta mediterránea. Y en lo que respecta al ejercicio físico, ha de combinar actitivades de fuerza con otras aeróbicas. “Huir del sedentarismo va a ser la principal fortaleza del autocuidado”, recalca la especialista. Y añade: “Es importante destacar que la aparición de la diabetes se puede vigilar mediante pruebas analíticas, pero la prevención de la misma hay que hacerla día a día”.
Pruebas para controlar el riesgo
Las mujeres que han tenido diabetes gestacional, y especialmente las que han requerido tratamiento con insulina, deben seguir una serie de controles tras el parto, como una sobrecarga oral de glucosa, que se hace entre los tres y los seis meses después del nacimiento del bebé.
Después de esta primera prueba, el seguimiento continuará a través de analíticas rutinarias que son las que van a a determinar los niveles de glucosa. Se llevan a cabo cada uno-tres años, en función de cada mujer y los riesgos particulares que presente.
¿Afecta la diabetes de la madre al niño?
Además hay que tener en cuenta otro aspecto importante y es la posible influencia de la diabetes gestacional en el niño a lo largo de su vida. “Cada vez hay más trabajos de investigación que demuestran que un hijo de una mujer con diabetes gestacional ha desarrollado su vida intraútero rodeado de unos niveles de glucosa muy diferentes a los de una mujer sin este trastorno. Incluso en aquellas mujeres que vamos a considerar bien controladas”, destaca la Dra. María José Picón.
“Aunque tanto el embarazo como el parto haya transcurrido sin incidencias y el recién nacido esté sano, parece que estos niños tienen mayor riesgo de desarrollar en su vida adulta enfermedades de carácter metabólico tales como la obesidad, la hipertensión o la propia diabetes”, concluye.