Con la llegada de la primavera, vuelven los estornudos, el picor de ojos, tos y el uso casi ininterrumpido de pañuelos para los miles de niños alérgicos al polen. Aunque esta es la más frecuente, también muchas alergias respiratorias provocadas por ácaros, pelo de animales, polvo… ¿Por qué se produce? La alergia es una forma de respuesta anómala y patológica de determinados organismos, ante diferentes tipos de agresiones. Los niños con alergia tienen una larga historia, desde su lactancia, de problemas alérgicos y suelen mantener esa forma de reacción a lo largo de su infancia. Pueden tener reacciones cutáneas, digestivas o respiratorias ante diferentes alérgenos, verse afectados por temporadas y tener síntomas en diferentes órganos y sistemas.
La alergia respiratoria en niños es más frecuente en primavera y es en esta estación cuando se presentan mayor número de síntomas alérgicos en el tracto respiratorio, desde la nariz a los bronquios, dando lugar a rinitis, bronco espasmo y asma. Estos son los principales tipos de alergias respiratorias:
Rinitis alérgica
Inflamación aguda de la mucosa nasal provocada por substancias alérgicas inhaladas (productos químicos, tóxicos, humos, pólenes, etc), las cuales desencadenan la aparición de secreción mucosa trasparente, picor nasal, estornudos, congestión y dificultad respiratoria alta.
La rinitis alérgica estacional de primavera, producida por la inhalación de pólenes de plantas gramíneas se manifiesta en los niños en épocas de polinización por, picor, cosquilleo nasal, estornudos en salvas, congestión de la mucosa y rinorrea. Esta situación progresa, a veces, a través del tracto respiratorio dando lugar a laringo-traqueítis, bronquitis, bronco espasmo y asma alérgico.
-¿Cómo actuar?
Evitar salir con el niño a espacios abiertos en días ventosos, estar en el campo, tener ventanas abiertas y cualquier otra situación que favorezca su contacto con pólenes. La utilización de tratamientos farmacológicos con antihistaminicos, corticoides y vasoconstrictores nasales debe estar controlada por el pediatra o por el especialista.
Alergia respiratoria
La alergia respiratoria estacional secundaria a los pólenes ambientales en primavera, es la causa que provoca con mayor frecuencia el asma extrínseco en el niño, conocido tambien como asma polínico o mas antiguamente como fiebre del heno.
Más del diez por ciento de la población infantil se ve afectada por esta patología y, aunque no suele ser causa de enfermedad importante, sí produce molestias y un alto grado de malestar, condicionando el ritmo de vida de los niños, de forma evidente durante la época de polinización.
Los síntomas que produce son: estornudos, tos, broncoespasmo, fatiga, disnea e insuficiencia respiratoria de grado variable, hasta llegar al asma. Cuando el origen de la alergia respiratoria es por inhalación de pólenes, estos síntomas se agravan en espacios abiertos y en días ventosos y despejados.
-¿Cómo actuar?
Cuando esta situación se ha repetido en sucesivas primaveras es conveniente ponerse en manos de un especialista en alergia infantil, pues existen tratamientos desensibilizantes a base de vacunas preventivas que pueden ser eficaces. El uso de broncodilatadores y corticoides inhalados suelen ser muy necesarios en las fases agudas de la alergia respiratoria.
Asma bronquial
El asma bronquial es una enfermedad que se caracteriza por una respuesta exagerada y anómala de los bronquios ante estímulos de diverso origen, y que se suele manifestar en la primera infancia por episodios de obstrucción bronquial, broncoespasmo, e insuficiencia respiratoria aguda.
La condición atópica, los alérgenos externos como polvo, pólenes, ácaros, pelos, las infecciones por virus y por bacterias, algunos medicamentos, algunos alimentos, el esfuerzo físico violento y hasta las intensas emociones, pueden ser todos ellos factores o circunstancias que pueden desencadenar una crisis de asma en el niño y el adolescente.
El asma extrínseco más frecuente es el causado por la inhalación de pólenes de gramíneas en la época de polinización. Los síntomas más frecuentes son:
- Aparición insidiosa y progresiva coincidiendo con la época de polinización.
- Tos irritativa al principio, con rinorrea y estornudos.
- Fatiga respiratoria con disnea, como consecuencia del broncoespasmo y el aire atrapado en los bronquios.
- Ruidos respiratorios, caracterizados por pitos y sibilancias audibles.
-¿Cómo actuar?
Cuando esta situación se ha repetido en sucesivas primaveras es conveniente ponerse en manos de un especialista en alergia, pues existen tratamientos desensibilizantes a base de vacunas preventivas que suelen ser eficaces. El uso de broncodilatadores y corticoides inhalados suelen ser muy necesarios en las fases agudas de la alergia respiratoria.
El tratamiento médico del asma debe ser individualizado para cada paciente, pues las características de la enfermedad y su respuesta ante los fármacos varían de forma notable, de unos casos a otros.