No es tan conocido como el método Ferber o Estivill ni como las pautas que establece la llamada crianza respetuosa para dormir a los bebés, pero la técnica Pick Up, Put Down es uno de los preferidos por los profesionales del sueño precisamente por encontrarse a medio camino entre el primero y el segundo. Creado por la enfermera inglesa Tracy Hogg, su nombre (coger-soltar, en español) resume a la perfección en qué consiste: “coger al bebé en brazos para que se tranquilice y enseguida volver a acostarlo en la cuna”, tal y como lo defina la propia Hogg en su libro Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices (RBA).
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“Con esta técnica, tu hijo no será dependiente de ti ni de ninguna clase de apoyo para dormirse y tampoco se sentirá abandonado”, asegura la autora, una de las más reputadas a nivel internacional en lo que a crianza se refiere y conocida como la susurradora de bebés . “No dejamos al niño solo, sino que nos quedamos junto a él; así pues, nada de ‘dejarlo llorar hasta que se canse’”, dice en clara alusión a métodos directos como el citado Estivill, que han adquirido cierta controversia en los últimos años.
¿Cómo se lleva a cabo la técnica Pick Up, Put Down?
En primer lugar, Hogg advierte de que esta técnica “no es magia” y que “conlleva trabajar mucho y muy duro”, de modo que es mejor eliminar expectativas de obtener resultados de manera rápida. La autora recomienda que ambos miembros de la pareja se coordinen para poder seguir las pautas y que procuren descansar porque vendrán noches de no pegar ojo. Eso sí, los padres que recurren a este método para enseñar a dormir a sus bebés y que siguen con precisión las premisas de su creadora, suelen estar satisfechos con los resultados obtenidos a largo plazo. Los pasos que deben seguir son los siguientes:
1º Coger al bebé en brazos y, de manera pausada y tranquilizadora, se le explica que es la hora de dormir. Puedes detallarle lo que va a ocurrir: que lo vas a colocar en su cuna para que aprenda a dormir solo, pero que vas a estar cerca y pendiente para volver junto a él cuando lo necesite.
2º “Cuando el bebé llore, ve a su habitación”. Una vez de nuevo junto al pequeño, lo primero es procurar calmarlo sin cogerlo en brazos, procurando calmarlo con palabras y colocando tu mano en su espaldita con suavidad, para que perciba tu presencia y tu acompañamiento, pero con el objetivo de que se duerma solo.
3º Si no se calma, cógelo de nuevo en brazos. Eso, sí, Hogg deja claro que en este punto es fundamental volver “a tumbarlo en cuanto se calme, ni un segundo después”. El motivo, detalla, es que “estás tratando de consolarlo, no de volver a dormirlo, eso tiene que hacerlo él solito”. Eso no implica que haya que evitar el contacto físico, sino todo lo contrario: hay que continuar poniendo la mano en su espalda, con suavidad pero con firmeza, al tiempo que se le procura calmar con palabras y con un tono de voz amoroso y relajante. Siempre, explicándole lo que está ocurriendo, que es la hora de dormir.
4º Si llora de nuevo cuando estás a punto de acostarlo en la cuna, no retrocedas: termina la acción que habías comenzado y túmbalo. Y después cógelo otra vez. “La idea de esta técnica es que le des consuelo y seguridad y que él sienta estas emociones”. Según Hogg, con este comportamiento, sus padres están mandando al bebé el siguiente mensaje: “Puedes llorar, pero mamá/papá está a tu lado. Sé que te cuesta volver a conciliar el sueño, pero estoy aquí para ayudarte”.
Cuestiones importantes a tener en cuenta con el método Pick Up, Put Down
- Tiempo que se tarda en calmar al bebé. La susurradora de bebés cuenta que, por lo general, se tarda una media de unos 20 minutos en calmar al pequeñín con este método, pero es clara al advertir que puede llegar a alargarse durante una hora. “No estoy segura de cuál es mi récord, pero con algunos bebés he tenido que hacerlo más de cien veces”, reconoce. Por eso, ella misma confiesa que “muy a menudo los padres no se fían de esta técnica”. Como no podía ser menos, defiende su efectividad, asegurando que los bebés “al final acaban asociando la voz con una sensación de consuelo y serenidad y ya no les hace falta que los cojan en brazos”.
- Rango de edad en el que se puede aplicar esta técnica. El método Pick Up, Put Down está especialmente dirigido a niños de entre 3 meses y un año y, si bien se podría utilizar con niños mayores, Hogg advierte que nunca con los más pequeños. Antes de los tres meses, no han desarrollado aún sus ritmos circadianos y no es posible que sepan autoregularse para dormir solos.
- Es un último recurso. Lo ideal es implementar un ritual de relajación y que, en caso de que con él el bebé no consiga dormirse, recurrir a esta técnica. En todo caso, habrá que seguir haciendo ese ritual previo, que consiste en “preparar el entorno” (bajando persianas, por ejemplo), “envolver al bebé” con una muselina, “sentarte con él” en silencio y, en caso de que no consiga dormirse, darle unas palmaditas en la espalda.