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tatuajes y epidural© AdobeStock

Parto

¿Se puede poner la epidural si la embarazada tiene un tatuaje?

La analgesia epidural permite a muchas mujeres dar a luz sin dolor. Pero hay determinados casos en que no se puede administrar. ¿Qué sucede si la mujer tiene un tatutaje en la zona de la punción? ¿Hay riesgos? ¿Está contraindicado ponerla?


11 de mayo de 2023 - 14:08 CEST

España es el sexto país del mundo con más personas tatuadas. Así consta en un informe publicado en Dalia Research. Y las cifras siguen aumentando. De hecho, el 42% de los encuestados afirmó tener un tatuaje. El grupo de edad entre 21 y 28 años es el que concentra la mayoría de ellos (80%), una franja que coincide con el periodo fértil en la mujer. Por este motivo, no es extraño que haya gestantes con tatuajes en la zona lumbar, donde se administra la epidural, aunque no hay estadísticas que hayan recogido el porcentaje exacto.

Para saber las implicaciones que tiene este hecho en relación a la epidural, hemos consultado con el Dr. Nicolás Brogly, vicepresidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR).

¿Existen riesgos con la epidural si hay tatuajes en la zona de punción?

La epidural se administra en la zona lumbar, la parte baja de la espalda. Es ahí donde se inserta el catéter por donde pasará esta analgesia para eliminar el dolor que causan las contracciones de parto.

Muchas mujeres tienen un tatuaje en esa zona; de hecho, tras los brazos y las piernas, la espalda es el lugar preferido para tatuarse. Hasta hace un tiempo se mantenía que las gestantes que portaran tatuajes en esa zona no podían ponerse la epidural. Pero las recomendaciones han cambiado. ¿Por qué? “Existen riesgos teóricos de toxicidad neurológica, en relación con el arrastre de tinta del tatuaje en el espacio epidural o intradural durante la realización de una técnica de anestesia regional en la espalda”, señala el experto. Esa neurotoxicidad hace referencia a alteraciones posibles en el sistema nervioso central.

Sin embargo, la realidad es que “nunca se han descrito casos de neurotoxicidad en pacientes tatuadas habiendo recibido este tipo de técnicas en la literatura científica actual, así que, por este lado, las pacientes pueden estar tranquilas”, subraya.

Epidural y tatuajes© AdobeStock

¿Cómo se administra la epidural si la zona lumbar está tatuada?

Aunque actualmente no se han descrito casos de neutoxicidad relacionados con la tinta del tatuaje al administrar la epidural, los profesionales que se hacen cargo de la técnica extreman los cuidados para evitar todo lo posible esos riesgos teóricos. “Algunos anestesiólogos, por precaución, prefieren evitar puncionar zonas tatuadas, es decir, en la zona lumbar. No obstante, es raro que toda la zona lumbar esté tatuada y esto no constituye una contraindicación a la técnica”, explica el Dr. Nicolás Brogly.

Así, el anestesiólogo suele evitar la zona tatuada durante la punción, buscando algún área que esté libre de tinta. Si esto no fuera posible, hay una alternativa, que consiste en hacer “una pequeña incisión en el punto de punción antes de realizar la técnica”, señala. No obstante, “esta medida de precaución no está recomendada por todos los anestesiólogos. Esta incisión puede causar una pequeña alteración estética del tatuaje para la que la paciente tendrá que ser informada y consentir”, detalla.

¿Se puede denegar la epidural por llevar un tatuaje?

“El llevar un tatuaje en zona lumbar en ningún caso es una contraindicación, y menos absoluta, para realizar una analgesia epidural para el trabajo de parto. Los expertos, tanto dermatólogos como anestesiólogos coinciden en esto “, indica el vicepresidente de la SEDAR. De hecho, estudios recientes así lo corroboran.

 “Es decir, si una mujer viene a parir a una maternidad y desea hacerlo con una analgesia epidural, no se le debería denegar esta técnica  sólo por ser portadora de un tatuaje en la zona lumbar”, insiste.

Pero, si se niegan a administrarle la epidural, ¿qué puede hacer la embarazada? “Dado que no existen motivos por los que no se pueda realizar la técnica, no hace falta recurrir a alternativas habitualmente”, destaca el Dr. Brogly. Aun así, hay que saber que “existen alternativas a la analgesia epidural cuando esta está contraindicada, que tienen también ventajas e inconvenientes. Sin embargo, ninguna técnica tiene mejores resultados para aliviar el dolor del parto que la analgesia epidural y todos nuestros esfuerzos están orientados a proponer esta técnica que, además de aliviar el dolor, garantiza un nivel de seguridad máxima durante este momento que las mujeres quieren recordar como uno de los más importantes de su vida”, recalca.

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