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folatos y embarazo© AdobeStock

Embarazo

Estas son las nuevas recomendaciones a la hora de tomar ácido fólico en el embarazo

Algunos suplementos farmacológicos son universales en cualquier embarazada. Es el caso del ácido fólico. Hasta ahora, las gestantes lo tomaban ya desde el periodo preconcepcional. Pero las indicaciones se han modificado para optimizar sus resultados.


4 de mayo de 2023 - 12:02 CEST

Desde el mismo momento en que dejes el método anticonceptivo para plantearte tener un hijo deberías tomar ácido fólico. Así, lo ideal es comenzar unos tres meses antes de la concepción. Su papel es clave para evitar algunos problemas tanto en el bebé en formación como en el transcurso del embarazo.

A medida que se ha ido investigando sobre la función del ácido fólico, se ha conocido cómo actúa y algunas recomendaciones han cambiado. Hemos hablado con Paula Hernández, bióloga especializada en salud hormonal y digestiva (@paula_mindeat, en Instagram), para que nos cuente cuáles son.

¿Por qué es tan importante tomar folatos?

El folato o ácido fólico es una vitamina del grupo B, en concreto la B9, que está presente en unas 150 formas a través de los alimentos; por ejemplo, en verduras de hoja verde oscuro, como las espinacas, “pero es una vitamina termolábil, es decir, que se destruye con el calor, por lo que  en momentos de alta necesidad debe suplementarse”,  indica la experta.

Por este motivo, a todas las mujeres que van a buscar un embarazo y a las que ya están embarazadas se les prescribe un suplemento de este tipo. Es muy importante, pues la función del folato es esencial, ya que crea material genético y esto hace que su papel sea clave en la división celular que creará un nueva vida y que tiene lugar en las primeras semanas de gestación, muchas veces cuando la mujer no es consciente de que espera un bebé.

 “Cuando la madre no dispone de suficiente folato puede haber problemas en el desarrollo del feto, especialmente defectos en el tubo neural como la espina bífida,  anencefalia (defecto de formación de parte del cerebro y el cráneo), labio leporino... Y también se asocia a abortos en el primer trimestre”, destaca Paula Hernández.

En cuanto a la embarazada, el déficit de ácido fólico se asocia a complicaciones como la preeclampsia, el desprendimiento prematuro de placenta o la depresión posparto. “De ahí, la importancia de mantenerlo durante todo el embarazo, e incluso en el posparto, más allá del primer trimestre como se recomendaba hace unos años”, insiste.

Folato activo en el embarazo© AdobeStock

La diferencia entre el ácido fólico y el folato activo

Pero, además de continuar con el folato mucho más tiempo, ahora se insiste en un punto decisivo: no todas las presentaciones de ácido fólico son igual de efectivas. Así lo explica la bióloga: “El ácido fólico precisa de activación para convertirse en folato activo o metilfolato. El folato es la forma presente en la naturalezas, y el metilfolato es la forma ya activa”.

Para que se active el folato necesita de una enzima (denominada metiltetrahidrofolato reductasa). “El problema lo tenemos en que gran parte de la población presenta un déficit de esta enzima activadora. En concreto, en España cerca de un 60% de las mujeres, lo que implica que solo un 40% son capaces de activar el ácido fólico para que sea útil, por ello, si administramos directamente un folato activo o metilfolato nos saltamos la parte de activación, dándole directamente a la madre una forma útil y cubriéndonos las espaldas ante una posible incapacidad para activarlo y las consecuencias derivadas”, alerta la especialista.

En el mercado existen ya preparados comerciales con folato activo o metilfolato. Es importante fijarse en que el suplemento que se tome adquiera esta forma, “ya que el ácido fólico no solo no hará su trabajo si no está activado, sino que el acúmulo de ácido fólico inactivo también puede tener consecuencias no deseadas”. En este sentido, Paula Hernández cita cómo el ácido fólico no activado puede elevar los niveles de homocisteína, que están detrás de la inflamación y el estrés oxidativo.

¿Cuál es la cantidad recomendada de folato activo?

“A día de hoy sabemos que  la creación del tubo neural se desarrolla antes de las 6 semanas,  por tanto, si empezamos la suplementación tras el test positivo ya vamos tarde y los defectos ya estarán en desarrollo, por ello lo mejor es asegurar el aporte de ácido fólico activo durante 2-3 meses antes del embarazo para llegar a la concepción con buenos niveles, y mantenerlo durante todo el embarazo y posparto para evitar los efectos adversos de su déficit tanto en el feto como en la madre”, indica la bióloga.

La dosis deberá ser personalizada y ahí entra en juego la visita preconcepcional, tan importante, y las analíticas de la mujer. Si hay valores normales de homocisteína y se trata de una paciente de bajo riesgo, “la dosis óptima oscila entre 400-800 microgramos al día”. 

En el caso de tener valores elevados de homocisteína (por encima de 8) o en población de riesgo, habría que elevar la dosis a 1.000 microgramos “e ir ajustando”, tal como aconseja Paula Hernández.

El folato activado debe tomarse con las comidas, al igual que el resto de vitaminas del grupo B.