Cuando se habla de rotura prematura de membranas se hace referencia a la rotura de la bolsa de las aguas donde se va desarrollando el feto antes del parto. Así, la mujer nota que sale líquido amniótico. No es un proceso doloroso, sino que, en un determinado momento, la embarazada se da cuenta de que el líquido sale de forma continua. Este último dato es una forma de diferenciar la situación de otras que podrían hacerla dudar. En el caso del líquido amniótico, el líquido no deja de salir poco a poco.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Para saber qué ocurre en estos casos hemos consultado a la Dra. María Dolores Gómez Roig, especialista en Ginecología, directora del Instituto Gómez Roig en Barcelona y miembro de Top Doctors.
Estar o no a término
Cuando la mujer rompe aguas hay un dato fundamental y es si está o no a término. En la mayoría de las ocasiones sucede cuando el embarazo está a término, esto es, entre la semana 37 y 42 de gestación. El abordaje médico será totalmente diferente, dependiendo de esta circustancia.
Si la mujer está a término y hay rotura de la bolsa, “en la mayoría de los casos (entre un 72 y un 95%), el parto se desencadenará de forma espontánea en las próximas 24 horas”, destaca la experta. Hasta en un 8% de las gestantes se produce esa rotura prematura de membranas antes del parto.
Qué hacer cuando se rompe la bolsa
Si hay rotura prematura de la bolsa y la mujer no se encuentra aún de parto, es conveniente que acuda al centro médico donde estén siguiendo su embarazo para confirmar que, efectivamente, se trata de ello.
“Romper aguas no es una urgencia, siempre que sean aguas transparentes. Si están teñidas, es decir, son sanguinolentas o verdosas sí estamos antes una urgencia y no se debe demorar la asistencia”, advierte la Dra. Gómez Roig.
No en todos los casos en que las aguas están teñidas hay problemas, pero en algunos puede ser síntoma de pérdida de bienestar fetal, por eso si se detecta que las aguas no son claras hay que consultar cuanto antes.
En el caso de que la mujer vea que ha roto la bolsa, pero las aguas son limpias, “puede organizarse tranquilamente, preparar la bolsa del bebé, lo que va a necesitar ella para el ingreso y acudir tranquilamente al centro, pues hay un margen entre la rotura y el parto”, comenta la ginecóloga.
¿Cómo se va a desarrollar el parto?
La bolsa de las aguas se puede romper durante el trabajo de parto, o de esta otra manera, sin que haya aún contraciones. Como ya sabemos, en la mayoría de los casos, el parto se va a desencadenar de forma espontánea en las siguientes 24 horas. Si no fuera así, pasadas esas 24 horas se puede inducir el parto. “Finalizar el parto pasadas esas 24 horas se asocia a un menor riesgo de infección clínica (corioamnionitis o endometritis)”, señala la especialista de Top Doctors.
Provocar el parto a partir de esas 24 horas para disminuir la probabilidad de infección “no aumenta el riesgo de madre e hijo ni la tasa de cesáreas o de parto instrumentado”, recalca. Por este motivo, se tiene una conducta expectante las primeras 24 horas y si el parto no se desencadena de forma espontánea se recurriría a la inducción.
La inducción se puede llevar a cabo con distintas medicaciones, según las condiciones en las que se encuentre el cuello uterino. “Si este no está favorable todavía porque no se ha acortado ni se ha dilatado, utilizamos prostaglandinas para la maduración cervical”, expone la Dra. María Dolores Gómez Roig. Después se administraría oxitocina sintética a la madre para provocar las contracciones. En el caso de que el cuello del útero ya estuviese maduro y hubiera dilatación, se comenzaría directamente por la oxitocina para que la mujer tenga contracciones y se desencadene el parto.
Aunque no hay consenso médico, en la mayoría de los protocolos se indica que la mujer reciba antibióticos a partir de las primeras 24 horas en que ha roto la bolsa si no ha dado a luz aún. El motivo es prevenir esas infecciones. También se le administra antibiótico, como al resto de las gestantes en el momento del parto, si es portadora del estreptococo del grupo B, lo que se sabe con una prueba que se realiza de rutina a final del embarazo.