Consejos para padres de mellizos o gemelos y tener una crianza exitosa
Si estás esperando dos bebés y no sabes por dónde empezar, te damos pautas muy valiosas con ayuda de una mamá que ya ha vivido esta experiencia tan difícil como maravillosa
Criar a dos bebés a la vez no es sencillo, pero tampoco hay que pensar que se trata de una ‘misión imposible’. Si estás esperando mellizos o gemelos y además no tienes experiencia con hijos mayores, no desesperes: podrás llegar a todo. Eso sí, deberás tener una organización muy precisa y tener muy clara tus prioridades. Será cansado, pero también excepcional. Vive los primeros días de vida de tu bebé sin preocupaciones innecesarias y disfruta todo lo que puedas de ellos. Para que puedas lograrlo, te damos a continuación una serie de consejos útiles con ayuda de Silvia Moreno, profesora de Educación Infantil y madre de dos mellizos, Inés y Diego, que ahora tienen 5 años.
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1º Tomar conciencia
Si la maternidad y la paternidad son difíciles, especialmente en los primeros días, sumarle dos bebés de golpe lo hace mucho más complicado. Es una experiencia maravillosa, única en la vida de cualquier persona, pero es fundamental ser consciente de que vendrán unos meses (sobre todo, las primeras semanas) que no serán precisamente fáciles. “Los primeros días fueron agotadores, sin tiempo para dar el pecho cada tres horas y sin manos”, nos cuenta Silvia Moreno. La dedicación era absoluta y el contar una baja de maternidad más prolongada es más que necesario. “Menos mal que Hugo [su marido] pudo estar conmigo casi hasta que yo me incorporé; eso fue para mi un gran apoyo”.
2º La hora de dormir
Con un recién nacido los primeros días apenas se duerme, de modo que con mellizos o gemelos, las horas de sueño de sus padres se reducen aún más. Es fundamental, por tanto, hacer una gestión lo más adecuada posible del sueño y tomarse como prioridad intentar regular las rutinas de los bebés a la hora de dormir cuando ya empiezan a desarrollar sus ritmos circadianos. Lo que a Silvia y a Hugo les resultaba de gran utilidad era dormir “cada progenitor a un bebé en su cuna siempre por separado, no en la habitación de los padres”. Eso ayudaba a cada uno de sus hijos a dormir sin despertarse con el llanto del otro y también a ellos mismos, a los papás, a descansar mejor.
3º La lactancia
Para poder dar el pecho a dos bebés, un gran apoyo será acudir a una asesora de lactancia. Ella te dará las pautas y te guiará para poder iniciar una lactancia en tándem y, en cualquier caso, si no es posible, tomárselo con calma y saber que no habrá problema en seguir una lactancia mixta o en dar únicamente biberón a los niños; es muy beneficiosa la lactancia materna, pero también lo es una maternidad y una crianza relajada y sin estrés.
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4º Cuando lloran a la vez
Pasará en más de una ocasión… y no será raro que uno ‘contagie’ el llanto al otro, así que respira hondo y mantén la calma. Cada vez lo irás gestionando mejor. Lo que a Silvia le servía era “coger a un bebé al tiempo que intentaba calmar al otro hablándole, cantando...”, nos cuenta. “Esto último me relajaba mucho a mí”. Explica también que a veces tenía que cogerlos a los dos a la vez para intentar calmarlos.
5º Organización en el día a día
La organización es clave para una crianza exitosa y, de nuevo, más aún si se trata de dos recién nacidos. Siempre que sea posible, lo ideal sería contar con ayuda externa para, al menos, lograr mantener la casa limpia, pero si no es así, lo fundamental es priorizar: cubrir las necesidades de los bebés y poner mucho más atrás en la lista de prioridades otras tareas; si la casa no está tan limpia como de costumbre, no desesperes, ya irás teniendo tiempo para tenerlo todo (o casi todo) como debería. Céntrate en organizar los cuidados y las rutinas de tus hijos y, en la medida de lo posible, al cuidado personal (es necesario que tú estés bien para que lo estén tus niños). Pide ayuda siempre que lo necesites a otros familiares.
En cuanto a lo que los bebés se refiere, eso sí debe estar todo muy ordenado. Los pañales, los productos de higiene y ropa de cambio siempre a mano en el cambiador y la bañera, así como biberones limpios en todo momento. El resto de cosas podrá, por lo general, esperar.
6º Haz equipo con tu pareja
Lo fundamental no solo es que os organicéis y os coordinéis entre vosotros, sino que os apoyéis mutuamente. Animar a tu pareja cuándo él o ella se encuentra más desanimado y que tu pareja te anime a ti cuando seas tú quien se encuentra en momentos bajos es importantísimo para una crianza exitosa. Los primeros días y semanas será casi imposible, pero a medida que vayan creciendo un poco los bebés, es más que recomendable pasar tiempo en pareja. El estrés puede hacer mella y hay que dedicarse rato para darse cuenta de lo que es realmente importante.
7º Seguridad en el hogar
Por mucha ayuda que tengas y por muy bien coordinados que estéis en la pareja, habrá etapas en los que será imposible estar pendiente de los dos niños, especialmente cuando empiecen a explorar, gateando y dando sus primeros pasos. Revisa toda la casa y protege enchufes, puertas, ventanas y todo lo que es un riesgo en potencia para ellos. Un truco para comprobar que no se te escapa nada es que tú gatees por toda la casa y puedas verla a la altura de tus hijos para localizar posibles peligros en los que no habíais reparado.
8º Dedica tiempo a cada uno de ellos por separado
Han nacido a la vez, vivirán a la vez hitos fundamentales en su desarrollo y lo más probable es que estén siempre muy unidos, pero recuerda que son personitas diferentes y que cada uno de ellos necesita a su madre y a su padre para sí de cuando en cuando. De nuevo, es fundamental organizarse con la pareja u otros miembros de la familia, pero procura reservar tiempo para estar a solas con cada uno de tus bebés. Fortalecerás más el vínculo con ellos y te sentirás más relajada.
9º Paciencia
Y, a pesar de todos estos consejos, habrá momentos de estrés y de agobio, pero “paciencia”, recomienda Silvia. “Parece que no llegas a nada y que lo haces todo mal, pero de repente se automatiza y llegas”, asegura. Volverás “a respirar al ser más mayores, en torno a los 3 años”, que empiezan a ser más autónomos y a jugar más entre ellos. Todo pasa, así que relájate y disfruta de la maternidad. Seguro que antes de lo que piensas echas de menos los primeros meses de vida de tus bebés.