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madre e hija viendo tablet© AdobeStock

Logopedia

Los errores más comunes al estimular el lenguaje de tu hijo

Muchas veces cuando queremos ayudar a nuestros peques a aprender nuevas palabras o corregir la pronunciación de otras, no lo hacemos del todo bien. Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta para estimular el lenguaje de tu peque de forma correcta.


23 de marzo de 2023 - 12:48 CET

La evolución de cada niño siempre tiene un ritmo de desarrollo particular, por lo que las comparaciones, en estos casos, no son fiables. En primer lugar, es importante saber que  la comunicación de un niño comienza desde su nacimiento y no cuando nosotros queremos que el peque comience a hablar. “Los bebés utilizan el llanto, los sonidos guturales, la mirada, el balbuceo, la sonrisa… es decir, hay algo más allá de las palabras. Pero el lenguaje oral, propiamente dicho, comienza alrededor de los 12 meses, ya que encontraremos a niños que dicen agua con 9 y otros que empiezan a decir esa misma palabra cuando tienen 14. Hablamos de algo orientativo”, nos explica Andrea Plana González, logopeda y gerente de Logrospedia (@logrospedia), especializada entre otros ámbitos en atención temprana.

Es importante que los padres conozcan cuáles son los signos de alarma, eso sí, ¡sin obsesionarse! para poder detectar y resolver el problema en cuestión lo antes posible. “Ocuparse más que preocuparse, si se da en su hijo. Algunos ejemplos pueden ser: que con 2 años no diga alrededor de 50 palabras, no haga combinaciones de dos palabras o no comprenda instrucciones sencillas y directas”, indica.

Pero, a veces queremos ayudarles a incrementar su aprendizaje pero no lo hacemos del todo correctamente, ¿cuáles son los principales errores que cometemos al estimular el lenguaje de los peques? La experta nos los detalla a continuación.

madre estimulando lenguaje hija© AdobeStock

1. Cuidado con la forma en la que les corregimos

Y con ello, la experta se refiere a “corregir directamente y no indirectamente sus intervenciones”, y nos pone el siguiente ejemplo: “No es lo mismo decir: ‘¡No, no se dice así, eso está mal!’, que decir: ‘¡Ah, que quieres el avión, genial, aquí tienes cariño!’”.

madre jugando sobre una mesa con su hija© AdobeStock

2. No te rías de sus errores

Es importante respetar al peque y aunque te haga mucha gracia su ‘lengua de trapo’, la logopeda aconseja “ no repetir las palabras mal dichas y menos aún reírse. Esto es un refuerzo para ellos y lo repetirán más”, advierte.

madre hablando con su hija comprensivamente© AdobeStock

3. No conocer una guía mínima del desarrollo del lenguaje

Es importante que, como padres, nos interesemos por conocer unas mínimas guías del desarrollo normal del lenguaje para poder detectar posibles problemas a tiempo y evitar así que estos se agraven según el niño va creciendo. “Es fundamental conocer los signos de alarma para saber cómo actuar si encuentran alguno de ellos”, aconseja.

madre con su hija en brazos mientras ve una tablet© AdobeStock

4. ¡Fuera pantallas!

Son un recurso muy tentador para los padres, sobre todo, cuando quieren que sus hijos se mantengan entretenidos durante un periodo de tiempo, pero, les estaremos haciendo un flaco favor ya que los peques necesitan la estimulación de sus padres, tiempo para jugar con ellos… Uno de los errores más comunes, por tanto, suele ser “ abusar de las pantallas y reducir el tiempo de juego directo con ellos”, asegura la experta.

ni a se alando bocadillo de conversaci n en su cabeza que dice 39 what 39 © AdobeStock

5. No fomentar el mimo

A veces los niños, por no esforzarse, señalan aquello que quieren o intentan hacerse entender mediante la comunicación no verbal. “Dar cosas con que solo las señalen, sin que intenten al menos reproducir lo que quieren”, no es una buena opción si lo que queremos es que estimular el desarrollo del lenguaje.

madre e hijo riendo divertidos© AdobeStock

6. No abusar de palabras inventadas

Es lo más normal del mundo hablar con infantilismos y de manera más sencilla a los niños, pero cuando queremos fomentar su aprendizaje a nivel oral, cuanto menos usemos estos recursos, mejor, nos dice la logopeda. “Abusar excesivamente de diminutivos o palabras inventadas (tete por chupete o patito, perrito, cochecito…) es un gran error para estimular su lenguaje”, asegura.

madre hablando a la altura de su hija© AdobeStock

7. No adaptarnos a sus condiciones

Los peques todavía no tienen su cerebro maduro, por tanto, muchas veces un error muy común en los papás es tender a hablarles como si fueran adultos. ¿Qué ocurre? Que evidentemente no se obtiene la respuesta esperada, simplemente porque son niños. Para simplificar el entendimiento y estimularles deberemos “ ponernos a la altura de sus ojos y adaptar el lenguaje (complejidad y extensión de las frases) a su nivel lingüístico”, indica la logopeda.

madre acariciando cara hija© AdobeStock

8. Sé paciente

Muchas veces las prisas del día a día, los horarios ajustados, el estrés, las rutinas aceleradas… hacen que no nos tomemos el tiempo que merece estimular el lenguaje del peque y ayudarle en esta fase de aprendizaje . Y, en consecuencia, un error muy frecuente de los adultos también es “terminar las intervenciones del peque sin dejarle tiempo para terminar”, revela la experta.

madre e hija divertidas mientras limpian verduras© AdobeStock

Cómo estimular el lenguaje en casa

La logopeda es clara en este sentido y asegura que “no hay ningún secreto, tan solo es darles tiempo de calidad y compartir con ellos”. Y, ¿cómo aprovechar estos ratos que estamos juntos? Cantando canciones, utilizando sus rutinas para ampliar vocabulario… Por ejemplo: “En la cocina, nombrar los utensilios cuando ponemos la mesa, o los ingredientes de la receta que estamos cocinando; en el baño cuando nos duchamos, decir las partes del cuerpo; mientras vamos en el coche, jugar al ‘Veo veo’, nombrar lo que vemos por la ventanilla, cuando ponemos la lavadora separar las prendas diciendo su nombre y de qué color son…”.

Pero, además, la experta nos da algunos recursos que considera ideales para estimular su lenguaje, aunque advierte que no son estrictamente necesarios: “Juguetes como el Sr. Potato, marionetas de dedos, cuentos, animales y transportes… Para hacer onomatopeyas, aconsejo juguetes repetidores, cartas con dibujos, juguetes de alimentos y bloques de construcción”, finaliza.