5 falsos mitos de los tratamientos de reproducción asistida
La estigmatización social y el desconocimiento son las dos grandes razones por las cuales existen falsas creencias alrededor de estos tratamientos. Desmontamos los que son más frecuentes.
Las técnicas y tratamientos de reproducción asistida comenzaron a realizarse en la década de los 70 y son muchos los cambios y la evolución que se han experimentado desde entonces. Sin embargo, todavía existe mucho escepticismo y estigmatización en los tratamientos de fertilidad, lo que provoca que se creen mitos falsos alrededor de ello.
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“Socialmente hay cierto estigma y esto contribuye a incrementar el respeto hacia los tratamientos reproductivos. Es importante conocer cómo se sienten las personas con problemas de fertilidad respecto al trato que reciben por parte de los diferentes ámbitos que interactúan con ellas, entender la necesidad de un cambio en el lenguaje de la fertilidad y proponer una serie de compromisos para que ese cambio sea real”, nos cuenta el Dr. Agustín Ballesteros de IVI Barcelona.
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¿Cómo son los tratamientos de reproducción asistida a día de hoy?
La eficacia y seguridad que tienen los tratamientos de fertilidad a día de hoy son muy elevadas gracias a los avances de la ciencia. De hecho, el Dr. Ballesteros nos cuenta que “las probabilidades de éxito de nuestros tratamientos dependen de cada técnica realizada, para las inseminaciones artificiales es de un 46 % tras 3 intentos, la FIV llega a un 92 % tras 3 intentos (incluidos los embriones criopreservados que se generen), el diagnóstico genético preimplantacional o PGT-A (técnica que se usa fundamentalmente en casos complejos como edad materna avanzada, fracasos de FIV y abortos) ofrece un resultado acumulado por ciclo del 71,1 %, y la donación de óvulos llega casi al 100 % de tasa acumulada de embarazo tras 3 donaciones (incluyendo todos los embriones que se generen en ellas)”.
Y añade: “Los tratamientos de fertilidad que ofrece IVI tienen una alta eficiencia y nuestros resultados lideran las estadísticas en España, aunque no pueden garantizar el embarazo en el 100 % de los tratamientos que se realicen”.
Mito 1: “La infertilidad es un problema fundamentalmente de la mujer”
Y, todo ello, conlleva que estos tratamientos estén siempre rodeados de algunos mitos bien por desconocimiento, por escepticismo o estigma social, como apuntábamos anteriormente. El doctor nos menciona algunos de los más repetidos entre la población.
“La infertilidad puede tener causas femeninas o masculinas. Hasta hace unos años se asumía que el 30 % de los problemas de fertilidad tenían origen en la mujer, 30 % en el hombre, 30 % implicaba a ambos, y un 10 % tenía una causa desconocida. Sin embargo, en los últimos años estamos observando un cambio de tendencia, y de las parejas o mujeres que hacen tratamientos de fertilidad, el 40 % tienen una causa femenina que principalmente esla edad materna avanzada”, explica el Dr. Ballesteros.
Mito 2: “Ya habéis sido padres antes, seguir intentándolo que ya llegará el embarazo”
El doctor nos cuenta que siempre es un motivo de seguridad haber sido padres anteriormente, pero “estas condiciones pueden cambiar bien tras el parto por infecciones o adherencias que pueden lesionar el aparato genital femenino o bien por el paso del tiempo. La edad de la mujer es el principal factor que condiciona las probabilidades de embarazo de una pareja fértil. Hasta los 35 años la fertilidad natural es de un 20 % cada mes, pero a partir de los 35 años su fertilidad puede verse reducida a la mitad y a partir de los 40 años a una décima parte. Por eso, la recomendación es iniciar los estudios de fertilidad en la pareja tras un año de intentar embarazarse sin éxito, pero si la mujer es mayor de 35 años, este periodo se acorta a los 6 meses y en las de más de 40 años se deberían de iniciar sin demoras”.
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Mito 3: “Guardar óvulos para preservar la fertilidad reduce la reserva ovárica y adelanta la menopausia”
Otro falso mito muy extendido es este, para el cual el doctor asegura que “en cada ciclo se activan centenares de folículos, que son las estructuras que contienen los óvulos, de los cuales unos pocos se van seleccionando hasta que, finalmente, solo suele llegar a la ovulación uno de ellos. Este es un procedimiento poco eficiente de la naturaleza para seleccionar el mejor óvulo y evitar el embarazo múltiple, ya que el resto de los óvulos que no llegan a ovular se degeneran y se pierden. Con la estimulación de los ovarios con hormonas lo que conseguimos es que lleguen a madurar también una parte de estos óvulos que el ovario pierde todos los meses y, por lo tanto, no se altera su capacidad reproductiva futura”.
Los expertos recomiendan la necesidad de guardar óvulos si no se planea un embarazo a corto plazo y, concretamente, se sugiere realizarlo “entre los 30 y los 35 años, cuando todavía la fertilidad está en su mejor momento”.
Mito 4: “Los óvulos y embriones si son frescos son mucho más eficientes para que puedas quedar embarazada que los congelados”
El doctor nos explica que desde hace unos años esto ya no es cierto gracias al desarrollo de la vitrificación, “una técnica de congelación ultrarrápida, a muy baja temperatura y con crioprotectores que evitan la formación de cristales de hielo y, por tanto, el daño sobre los óvulos y embriones. Actualmente, no se observan diferencias significativas entre los tratamientos de fertilidad donde se usan óvulos o embriones frescos o vitrificados. Esto también ha permitido mejorar la logística de los programas de donación de óvulos y ha incrementado los resultados de los embriones sobrantes de los tratamientos de fertilidad”.
Mito 5: “Si estás estresada no conseguirás el embarazo, tienes que hacer reposo”
Es cierto que “el estilo de vida actual hace difícil que podamos evitar convivir con el estrés, pero está demostrado que un exceso de estrés puede alterar el funcionamiento del ovario e incluso impedir que la mujer tenga reglas. Mientras que, en el hombre también se ha visto que puede alterar la producción de espermatozoides”, nos explica el doctor.
Hoy en día, es muy importante que los centros de reproducción asistida cuenten con unidades de apoyo emocional y psicológico, algo que mejora los resultados. Por otro lado, el ginecólogo advierte que “la actividad física es buena para la salud general de las personas, pero una actividad física excesiva puede alterar el funcionamiento ovárico y reducir las expectativas de los tratamientos de fertilidad. Por el contrario, el reposo excesivo no aporta mejores resultados y puede aumentar el estrés y la ansiedad de las pacientes que se han realizado tratamientos”.
Es cierto que son tratamientos con costes elevados…
Por otro lado, cabe mencionar algunas de las razones más comunes por las que pueden fallar dichos tratamientos. La primera razón es el abandono por motivos económicos, dado que este tipo de tratamientos suele tener un coste elevado. De hecho, las clínicas son conscientes de ello, y en centros como IVI ofrecen varias opciones para sus pacientes ya que son conscientes del desembolso que conlleva para muchas familias, “con ello pretendemos que aquellas mujeres o parejas con menos recursos también puedan acceder a los tratamientos de fertilidad en IVI, y además estamos tan convencidos de nuestros resultados que estamos dispuestos a retornar una parte o todo el gasto realizado si no se cumplen los objetivos”, sostiene.
Cosas a tener en cuenta: las posibles consecuencias psicológicas
Y, otro de los motivos de abandono más frecuentes son los emocionales, debido a todo el proceso que conlleva realizarse un tratamiento de fertilidad, por ello, es necesario apoyar a los pacientes en este sentido: “Somos conscientes de lo difícil que es afrontar anímicamente los tratamientos de fertilidad y por eso aconsejamos a todos los pacientes que lo requieran que acudan a nuestra unidad de psicología para que puedan recibir un buen soporte emocional”, sostiene.
Y como asignatura pendiente: una mayor empatía
Por último, cabe mencionar que a veces la sociedad es muy dura con este tema y las familias que se encuentran realizándose este tipo de tratamientos lo saben, por eso es tan importante conocer más acerca de este tema para poder opinar. En IVI, han llevado a cabo el proyecto El lenguaje de la fertilidad, “un manifiesto que da respuesta desde la sensibilidad y la empatía a una necesidad creciente de hablar de manera justa y adecuada de la infertilidad”, concluye el doctor.