Detectar dificultades en el habla en nuestros hijos en los primeros meses y años de su vida, es muy importante para poder realizar una intervención temprana por parte de un profesional, en este caso, un logopeda.
Existen unos determinados hitos del desarrollo del lenguaje que, como padre, te pueden servir de guía para saber si tu peque los cumple. Pero, ¡tranquilo! Que no los alcancen de forma estricta no significa que algo vaya mal, ya que cada niño tiene sus propios procesos y tiempos evolutivos. Simplemente, esto nos puede alertar y marcar el inicio para comenzar a estimular el habla del pequeño mediante juegos específicos, ejercicios de comunicación, etc…
No podemos olvidar la importancia de las visitas periódicas al pediatra , ya que pueden ser determinantes para captar signos de alerta de posibles alteraciones en el desarrollo del lenguaje y de la comunicación, y, si fuera necesario, que el peque sea derivado a un logopeda.
La técnica de las 4 haches, ¿qué es?
Concretamente, existe una técnica, la llamada técnica de las 4 haches, que está específicamente pensada para que se practique en un ámbito familiar. Silvia Marco (@tulogopeda) logopeda y directora del Centro de Atención Integral Patraix (@centrocaip) de Valencia, centro acreditado por la Conselleria de Igualdad donde trabajan con personas con diversidad funcional, nos explica que “esta técnica se engloba dentro del Programa Hanen para padres, también conocido como el Programa “Hablando nos entendemos los dos”. Para formarse en estas técnicas centradas en la familia se necesita trabajar con un logopeda certificado en Hanen. No obstante, os voy a explicar cuáles son las ideas principales de la técnica 4 haches”.
La logopeda nos cuenta que, por un lado, “tiene por objetivo principal aprender a acompañar el desarrollo del lenguaje y la comunicación social de los niños y niñas desde edades tempranas”. Y, por otro, “se centra principalmente en guiar a los padres en cómo hablar para hacer su lenguaje más comprensible y reproducible para los niños y niñas”, añade.
Y es que, al final, el tiempo que el niño pasa en el logopeda es muy corto en la semana, por ello, el papel de la familia es fundamental en la estimulación del lenguaje del niño puesto que es necesario que este se realice en todos los entornos y situaciones de la vida diaria.
¿Cuáles son las 4 haches?
Según nos explica la logopeda, estas son las 4 haches que forman la técnica:
Hablar menos
Reducir la cantidad de información y adaptarla a lo que son capaces de entender en el aquí y el ahora. No se trata de reducir la calidad de las interacciones, sino de adaptar un vocabulario sencillo y frases cortas. Menos cosas que procesar y repetir.
Hacer énfasis
Destacar la pronunciación y entonación de palabras claves. De este modo, la información más importante de una frase se resalta posibilitando la comprensión y la capacidad de que el niño repita esas palabras puesto que, al enfatizarlas, han captado totalmente su atención.
Hablar despacio
Ralentizar nuestros momentos comunicativos les da tiempo a retener la información y pensar la respuesta que nos van a dar. Se pueden alargar las palabras y hacer pausas algo más largas entre frases. Es importante también tener en cuenta que de nuestra comunicación no verbal tienen que entender: ‘Te escucho’.
Hacer visible
Los apoyos visuales ayudan a que nos entiendan mejor, estos pueden ser: gestos comunicativos, gestos de acciones, imágenes, fotografías... Cuando hay desafíos en la comprensión del lenguaje, los mejores apoyos son las imágenes y pictogramas puesto que la información visual es estable, permanece en el tiempo, no como las palabras o los gestos que una vez reproducidos desaparecen y, si no se recuerda, no se entenderá el mensaje.
Otros consejos para estimular el lenguaje de los niños
Cómo decíamos, esta es tan solo una técnica, pero existen muchos otros recursos que nos pueden ayudar a estimular el lenguaje de los peques:
- No corregir sus errores: somos humanos y todos podemos cometer un error por lo que ármate de paciencia, no tengas prisa ni pierdas los nervios… Todo ello puede causar una mayor frustración al niño y que pierda la motivación o se avergüence.
- Respeta sus tiempos: y esto va muy relacionado con el punto anterior, pero, sobre todo, les ayudará a estar más cómodos, relajados y esto les proporcionará también algo muy importante, ¡disfrutar del aprendizaje!
- Aprovecha las actividades diarias: para trabajar en su lenguaje. Sus rutinas o aquello que repiten mucho todos los días a lo largo de la semana, será perfecto para instaurar un vocabulario. Por ejemplo: el desayuno, la hora de comer, la hora del baño, de ir a dormir…
- Ten en cuenta lo que le gusta: que, cómo no, es jugar. Si le gustan los coches, aprovecha para que aprenda todo lo relacionado con ellos: transportes, colores, funciones del coche como la ambulancia, la policía, camión de bomberos, tractores, carreteras, señales…
- Ponte a su altura: esto les hará tener una mayor confianza en vosotros. Mírale a la cara y a la boca cuando hable y así él también hará lo mismo. Sentir que son importantes les dará confianza y se sentirán comprendidos.