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ni a comiendo donut© AdobeStock

Alimentación

Por qué no debemos prohibir a los niños comer chuches, según los expertos

Si decides no dar galletas, chuches, bollería... a tus peques en casa, es una opción muy recomendable. Pero ¿qué hacer cuándo se lo ofrecen fuera?


22 de febrero de 2023 - 14:13 CET

Te vamos a relatar una situación que, a menudo, se repite en muchas familias. Mamá y papá no ofrecen galletas o   snacks   procesados a sus hijos, pero hay días en los que los peques, por ejemplo, tienen un cumpleaños infantil o comen en casa de algún familiar donde se encuentren con este tipo de chuches variadas a su alcance. ¿Qué hacer? Una postura podría ser prohibir al niño que los coma y decir: ‘Si no los come en casa fuera tampoco’, pero lejos de estar haciéndole un favor al niño, estaremos fomentando que el peque cree una mala relación con la comida sin saberlo ni quererlo.

Y es que, gestionar esto “no es tan sencillo cómo parece”, nos dice la nutricionista infantil Naila Martínez (@my_nutritionist). “Decidir no ofrecer galletas, chuches o demás alimentos de estas características a tus hijos no significa prohibir que los coman”, afirma.

Esta decisión va mucho más allá, puesto que si, finalmente, decides que no lo quieres ofrecer a tus niños, esto conllevará de forma implícita el no tenerlo en casa; y “no cuenta que estén en un cajón donde no puedan verlo los niños; sino que no hay que comprarlas de forma voluntaria para no ofrecerlas”.

ni a comiendo vaso de leche con galletas© AdobeStock

¿Qué hacer cuando se encuentran estos alimentos fuera de casa?

Aquí entra la controversia y la dificultad de gestionar la situación para algunos padres, porque es importante saber que, si las encuentran fuera de casa, “no debemos negarlas y actuar con normalidad”. Esto quiere decir que si las comen cuando las tienen delante debemos normalizar, no enfadarnos y actuar como si en vez de galletas estuvieran comiendo lentejas o alimentos saludables . “Si un niño o niña se cohíbe al comer un alimento es porque siente que está haciendo algo malo, y eso no debería ser así”, dice la experta en nutrición.

ni o frente a plato de galletas© AdobeStock

No prohibir alimentos, en ningún caso

Para que logren tener una relación buena con este tipo de alimentos procesados, que como bien sabemos son adictivos y muy poco saludables, el quid de la cuestión está en que los “niños y niñas no sientan que estos alimentos están prohibidos (no negar), además, no deberíamos hacer comentarios (ni buenos ni malos) sobre dichos alimentos y, simplemente, dejar que coman lo que quieran cuando lo tienen delante, siguiendo el instinto de hambre y saciedad innatos ”, sugiere la nutricionista.

padre controlando a ni o qu come© AdobeStock

¿Cuál es el origen?

La relación con la comida que tienen los padres, ese es el origen. Está claro que todo esto parte de la relación que los adultos desarrollamos con la comida, ya que, muchas veces, “condiciona completamente el comportamiento de los niños frente a los alimentos (hablamos de nuestro propio comportamiento y muchos comentarios desafortunados)”.

ni o comiendo con el m todo blw© AdobeStock

Cómo enseñarles a autogestionarse

Sin duda, es uno de los métodos más recomendados al inicio de la alimentación en los bebés, por varios motivos, y los estudios lo corroboran. El Baby Led Weaning (BLW) no es solo comer sólidos, “este método de inicio de la alimentación complementaria tiene un valor añadido: respetar la sensación de hambre y saciedad”, explica la nutricionista infantil.

ni o tap ndose la boca porque no quiere comer© AdobeStock

No obligar a comer

Bien es cierto que el consumo de alimentos potenciando su sabor puede resultar más apetitoso para el peque, ya que esto “modifica el paladar y predispone a los niños a opciones menos saludables. Por ello, debemos saber que la autogestión que proporciona, por ejemplo, el BLW parte del respeto de una sensación fisiológica. No obligar a comer y tampoco prohibir es la clave para la autogestión (hablando de cantidades)”.

ni a contenta comiendo croissant© AdobeStock

‘No comas eso que mamá se enfadará’, ‘a ti no te dejan comer eso’...

Estos son los típicos comentarios de algunos adultos que están muy lejos de saber cuáles son los límites alimentarios en las comidas de otras familias. Para poder evitar este tipo de frases negativas, sobre todo, entre familiares y amigos más cercanos “es importante hablar previamente al nacimiento de un bebé de cómo queremos que sea su alimentación, sin imposiciones ni enfados, explicando y educando cómo todos y todas hemos aprendido”, recomienda la experta.

Y, por supuesto, “normalizar el consumo cuando lo coman”. Normalmente, la persona que ofrece estos alimentos a los niños “saben que mamá o papá no quiere que lo hagan, pero, en lugar de respetar los límites de los progenitores, responsabilizan al niño por comerlo o quererlo. Cuando un producto o alimento se pone en la mesa, tiene que ser de libre acceso, si no va a ser así, mejor no ponerlo”, sentencia la nutricionista.

ni os comiendo pizza en un cumplea os© AdobeStock

Cómo evitar situaciones incómodas

Cuando el niño alcanza la edad de comer este tipo de productos es importante que nosotros como padres “demos recursos para que las personas que estén a su cargo puntualmente no acaben comprando productos que ellos no perciben como poco saludables”.

Y la nutricionista nos pone el siguiente ejemplo: “En lugar de decir: ‘No le des galletas para merendar’, no nombrar las galletas y dar una lista de meriendas saludables que le gusten mucho al niño y que se puedan cocinar rápido”.

familia comiendo feliz y relajada en un restaurante© AdobeStock

Cómo ayudar al niño a no crearse ansiedad por este tipo de productos

  • No prohibir y, si se ponen a su alcance, dejar que se autogestione .
  • No obligar a comer otros alimentos, aunque sean sanos, ya que pueden apagar la sensación de saciedad.
  • No hacer comentarios sobre la comida (ni buenos ni malos).
  • No hacer comentarios sobre la cantidad que come de un alimento u otro.
  • Dar de comer cuando el niño o la niña pide comida (es decir, cuando tiene hambre) ya que, su sensación de hambre, sobre todo en edades tempranas, no entiende de relojes.
madre e hijos sentado en la mesa para comer comida saludable© AdobeStock

Reflexión final

Todo esto se debe llevar a cabo desde edades tempranas, y tal y como decía la nutricionista, incluso antes de que nazca el niño dejar claras las prioridades en su alimentación a familiares. Las complicaciones vienen cuando “ya se han establecido rutinas, prohibiciones y una relación con la comida no sana”, nos dice. “O cuando los cuidadores del niño tienen una mala relación con la comida, piensan que hay alimentos prohibidos, alimentos malos y, continuamente, hacen comentarios no saludables sobre ello”, añade. “Pero con conciencia y ayuda de profesionales sanitarios especializados en el ámbito la situación puede mejorar”, concluye.