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dos ni os ante el ordenador© iStockimages

Adolescentes

Así puedes evitar la adicción a los videojuegos en tus hijos

Es fundamental prestar atención a determinados cambios de comportamientos en nuestros hijos para adoptar las medidas adecuadas antes de que el abuso del tiempo de exposición a estas pantallas se convierta en un problema


15 de febrero de 2023 - 17:50 CET

Es habitual que niños y, sobre todo, adolescentes pasen con los videojuegos más tiempo del que les gustaría a sus padres, pero ¿cómo saber que esa afición se ha convertido en un problema y ha pasado a ser una adicción? Lo primero que debe poner a los progenitores en alerta es que “el aumento de la motivación que tiene hacia los videojuegos” vaya asociado a “la disminución de interés por otros tipos de ocio”, tal y como apunta Cristina Baliarda, psicóloga clínica y directora del ambultario Amalgama7 Barcelona. A partir de ahí el menor empieza a presentar “comportamientos más pasivos y apáticos en general” y “deja de interesarse por actividades deportivas, culturales, de naturaleza, salidas familiares y con amigos…”

Otro comportamiento de riesgo es que “se le complica organizarse y saber en qué momento debe dejar de jugar”, situación que se da porque, “con el fin de alcanzar el siguiente objetivo del videojuego, se siente obligado a seguir jugando”. Además, “a menudo reacciona con agresividad, malestar o con respuestas de inquietud mientras juega” y “le irrita el hecho de no pasar de nivel, de pantalla o de no conseguir los objetivos de éxito dentro del juego”.

Es más fácil para los padres percatarse de que algo ocurre cuando los adolescentes comienzan a llegar tarde con asiduidad a clase e incluso a ausentarse de ir al colegio o instituto, únicamente para poder seguir jugando. Para evitar reproches de sus padres, “suelen ir a casa de amigos o conectarse al móvil o la tableta”. En algunos casos, los adolescentes “piden más dinero de lo acordado con sus familias para destinarlos hacia juegos y videoconsolas”.

Es fundamental estar atento a estos cambios en el comportamiento de nuestros hijos que pueden ayudarnos a identificar el comienzo de un abuso del tiempo de exposición a estas pantallas porque, como indica la doctora Baliarda, “una adicción a los videojuegos puede llevar a la dependencia, a la disfuncionalidad familiar, escolar y social”. A esto hay que sumar que algunos de los citados comportamientos “tienen riesgos de salud y económicos asociados” y que la adicción a los videojuegos es considerada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como un desorden mental que incluyó el pasado año en su Clasificación internacional de enfermedades. ¿Cómo evitar entonces que esta afición se acabe convirtiendo en un problema?

Pautas para evitar la adicción a los videojuegos en niños y adolescentes

Si vemos que nuestro hijo pasa más tiempo del debido con los videojuegos, la clave es pasar a la acción y evitar que vaya a más. Para ello, Baliarda recomienda “aprovechar alguna ocasión para compartir con ellos un juego y fortalecer nuestra relación con ellos”; será una óptima oportunidad para favorecer la comunicación, a veces difícil, con un adolescente. Eso sí, siendo muy conscientes de la necesidad de establecer ciertos límites para evitar los riesgos mencionados. Y esos límites pasan, según la doctora, por lo siguiente:

  • Limitaciones horarias. Por ejemplo, reservar el uso de videojuegos para festivos o fines de semana
  • Poner el ordenador y las videoconsolas en zonas comunes de la casa familiar. Cuanto menos se tecnifica la habitación del hijo o de la hija, menos probable se vuelve la incomunicación familiar
  • Cenas en familia. Durante la semana laboral, hace falta conservar los espacios familiares compartidos para el diálogo familiar. Estos son más bien pocos, así que las cenas familiares no se deben acortar para que nuestro/a hijo/a pueda jugar a los videojuegos antes de dormir, ni fomentar que cenen en sus habitaciones.
  • Anteponer prioridades. Insistir al adolescente en priorizar los deberes o las tareas domésticas antes de ponerse a jugar.
  • Evitar jugar antes de dormir. No es recomendable el uso de videojuegos antes de dormir porque es probable que reduzca las horas de sueño.

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