En los genitales externos de la mujer encontramos los labios mayores y los labios menores. Los labios mayores son los que protegen el aparato genital externo. En su interior se localizan los labios menores, que rodean a la uretra y la vagina. La sinequia vulvar afecta a los labios menores y se define como la adherencia o fusión de esos labios entre sí. Esa unión puede ser completa o incompleta y, dependiendo de ello, provocará unos u otros síntomas y requerirá de un tratamiento o de otro.
Para aclarar todos los aspectos relativos a la sinequia vulvar en niñas, hemos recurrido a la Dra. Nieves Sanz Villa, médico adjunto del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario San Rafael, de Madrid.
¿Por qué se produce la sinequia vulvar?
El factor principal que determina la aparición de la sinequia vulvar es la ausencia de estrógenos en la niña, algo totalmente normal durante la infancia. No obstante, hay que tener en cuenta lo siguiente, tal como destaca la experta: “En el momento del nacimiento, las niñas tienen estrógenos procedentes de la madre y por ello ninguna niña recién nacida tiene los labios menores pegados”.
¿Qué sucede entonces? “Según se aleja de la influencia hormonal materna, y sus niveles estrogénicos desaparecen por falta de producción propia, la probabilidad de fusión de los labios menores aumenta”, aclara.
Este sería el desencadentante principal, aunque se barajan otros factores que también podrían tener influencia en la aparición de la sinequia vulvar, provocando daños en la piel o en la mucosa de la zona. Entre ellos podrían estar una higiene excesiva, la contaminación por heces que acaba provocando dermatitis, procesos inflamatorios en la vulva, uso del pañal... Son probabilidades, pues no se ha podido asegurar con certeza que tengan una relación directa con la sinequia vulvar.
¿Cómo se trata a diario la sinequia vulvar?
Dependiendo de si la sinequia vulvar es completa o incompleta puede haber distintas repercusiones. “Cuando la adherencia entre los labios es casi completa imposibilita la higiene normal y puede producir dificultades para la micción, micción intravaginal, residuo de orina por encima de la sinequia que irrita la zona y vulvovaginitis de repetición”, advierte la Dra. Nieves Sanz.
Es muy poco habitual que la sinequia vulvar sea completa e impida la micción provocando una retención urinaria. En la mayoría de los casos, la adherencia es incompleta y la niña permanece asintomática; si es así, no precisa ningún tratamiento. Habrá que observar cómo evoluciona, “evitando cualquier agresión en la delicada piel de la zona: evitar jabones y detergentes agresivos, secar la zona de forma delicada y firme sin frotar con la toalla o con paños...”, recomienda la cirujana pediátrica. También se aconseja aplicar pequeñas cantidades de vaselina una vez al día para proteger la piel.
¿Cómo se corrige la sinequia vulvar?
En casi la totalidad de las niñas, la sinequia vulvar se corrige por sí sola al inicio de la pubertad. Sin embargo, puede requerir de algún tratamiento antes.
En este sentido, se puede optar por los siguientes, como detalla la especialista del Hospital Universitario San Rafael:
- Aplicación local de cremas de estrógenos durante 4-6 semanas. El riesgo que tiene este tratamiento es que su absorción provoque hiperpigmentación de la vulva, telarquia (aparición del botón mamario), sangrado vaginal y desarrollo de vello púbico. También podría aparecer una pubertad precoz, aunque no es lo habitual. “Todos estos efectos secundarios revierten al suspender el tratamiento”, señala la Dra. Sanz Villa. La tasa de éxito de este tratamiento va del 50 al 80% y la sinequia vulvar puede volver a aparecer hasta en el 30% de los casos.
- Aplicación local de corticoides. En este caso se utiliza un corticoide aplicado en la zona. Su tasa de éxito es similar a la de los estrógenos y la de reaparición de la sinequia vulvar se queda en un 23%. “No se han detectado problemas por el uso de los corticoides, pero sí de atrofia en la piel”, alerta la experta.
- Separación manual en consulta. Lo lleva a cabo personal especializado y la niña estaría bajo sedación si no colabora. “El éxito es del 100% y la recurrencia es similar a la de los tratamientos conservadores”, indica. Este procedimiento debe complementarse luego con la aplicación de vaselina local a largo plazo.
- Separación quirúrgica. Se lleva a cabo solamente en casos muy excepcionales en el hospital.