Las complicaciones más habituales que pueden ocurrir en el posparto

“La hemorragia posparto puede ser precoz (durante las primeras 24 horas) o tardía (hasta seis semanas después). Aparte de un sangrado excesivo, los síntomas incluyen mareos, debilidad, sudoración y taquicardias. Es una de las complicaciones posparto más peligrosas”, asegura el doctor. Ante una hemorragia tardía es importante acudir a urgencias para que los médicos valoren el cuadro.

Sabemos que las infecciones de orina tanto en el embarazo como en el posparto son comunes, y por ello, la prevención es fundamental en estos casos. “Hay diversos factores que favorecen la aparición de infecciones en el tracto urinario: los cambios fisiológicos del embarazo, los sondajes vesicales durante el parto (vaciamiento de la vejiga con sonda), los partos largos y la anestesia epidural”, nos cuenta el doctor. “Los síntomas de la infección de orina son el aumento de las micciones, el dolor o ardor al orinar, las ganas constantes de orinar y la presencia de sangre. Ante estos signos, será necesario hacer un cultivo de orina para confirmar la infección y pautar tratamiento antibiótico”, indica.

“Los tromboembolismos son unas de las complicaciones más graves y, por ello, una de las causas más frecuentes de mortalidad materna”, asegura el doctor.

Para ello, es importante una buena prevención comenzando por la movilidad, “es recomendable que la mujer se mantenga activa y evitar la compresión de las piernas durante el parto. En algunas situaciones, además, se recomendará la administración diaria de heparina . Esto se hace, principalmente, en mujeres obesas, portadoras de coagulopatías o en cesáreas”, informa.

Otra de las complicaciones posparto es la fiebre superior a 38 grados centígrados dos días seguidos, en las primeras dos semanas tras el parto, esto “puede indicar la existencia de una infección puerperal. Generalmente, la infección se sitúa en el tracto genital (infección del útero o infección de herida quirúrgica). Además de fiebre, los síntomas incluyen un aumento de la frecuencia cardiaca, malestar, cansancio y loquios (secreciones vaginales) con mal olor”, explica el Dr. Mozo de Rosales.

Los loquios son parecidos al flujo vaginal, pero de color rojizo por la sangre y que contienen desechos de un embarazo, según nos explica el ginecólogo, “estos fluidos que se expulsan por la vagina y se inician después de la salida de la placenta. Estas secreciones van cambiando de aspecto a medida que pasan los días. Al principio son abundantes y tienen un color rojizo más intenso. Luego adquieren una tonalidad rosa y pasan a ser escasas”.

Todo ello es normal durante el posparto y no es preocupante, sin embargo, “un síntoma que puede advertir de complicación es el mal olor. Los loquios con olor desagradable pueden indicar una infección puerperal o la presencia de material dentro de la vagina (gasas utilizadas durante el parto, por ejemplo)”, así que debemos estar muy atentas ante cualquier tipo de señal.

La mastitis es una inflamación del seno que, normalmente, se debe a una infección. Esto suele ocurrir cuando la mamá da el pecho a su bebé y hay problemas en la lactancia.

“Suele darse en un solo pecho y puede estar causada por la aparición de grietas en el pezón, que permiten la entrada de agentes infecciosos. Generalmente, el dolor y el enrojecimiento se presentan con fiebre elevada. En ocasiones, las mastitis evolucionan a abscesos mamarios. En este caso, será necesario realizar un drenaje quirúrgico, además de administrar tratamiento antibiótico”, en cualquier caso, un experto en lactancia puede ayudarnos a conseguir curarnos sin tener que dejar de dar el pecho al niño.

Otra de las complicaciones más comunes tras el parto es la depresión posparto, y es que la mujer tiene que asimilar muchos cambios en muy poco tiempo. Es normal que durante los primeros días la mujer tenga cierta tendencia a la tristeza, pero esta “se va superando a medida que adquiere habilidades en el cuidado del bebé y lo va conociendo”, asegura el doctor.

Sin embargo, “hay veces que la madre no es capaz de adaptarse a la nueva situación y la tristeza postparto se convierte en depresión. Algunos síntomas de la depresión posparto son los siguientes: trastornos del sueño, pérdida de apetito, ausencia de ilusión, incapacidad para concentrarse y sensación de pérdida de control. Para prevenir y manejar la depresión posparto es fundamental que la mujer tenga el apoyo emocional de su entorno (pareja, familia, amigos…) y de profesionales”, advierte el ginecólogo.

En todos los supuestos citados en anteriores puntos, la madre debe acudir a urgencias para que sea valorada por un profesional. Asimismo, hay otros signos que se deben tener en cuenta ya que nos pueden estar advirtiendo de una emergencia hasta un año después de dar a luz, según indican los expertos:

• Dolor de cabeza intenso
• Mareos o desmayos
• Cambios en la visión-
• Fiebre mayor a 38º
• Dificultad para respirar
• Dolor en el pecho o latidos cardiacos acelerados
• Pensamientos acerca de hacerse daño o hacerle daño al bebé
• Dolor abdominal fuerte
• Náuseas y vómitos fuertes
• Cansancio extremo

Recuerda que durante este tiempo el cuerpo de la mamá se está recuperando del parto y de todos los cambios vividos durante el embarazo, pero hay que tener en cuenta que cada mujer es diferente y la recuperación por tanto puede ser más rápida o más lenta, según la madre. Por norma general, en el posparto no se recomienda:

• No hacer dietas restrictivas porque la mamá debe llevar una alimentación sana y equilibrada, vital para recuperarse y, sobre todo, si se amamanta al bebé, no fumar ni beber alcohol.
• No usar tampones, ya que pueden aumentar el riesgo de sufrir infecciones.
• Cuidar las cicatrices de cesáreas o episiotomía como recomiende su matrona o ginecólogo.
• No realizar ejercicio físico intenso.
• No desbordarnos emocionalmente, ya que se atraviesan una serie de cambios hormonales que pueden provocar incertidumbre e incluso tristeza en la madre, y experimentar miedo ante la nueva situación, sob mocionalmentere todo, en primerizas.