Si hay una figura relevante históricamente para asistir a las mujeres en su embarazo, en el parto y en el postparto esa es la de la matrona. Se trata de un profesional cualificado muy valorado en otros países por su papel de acompañamiento y guía que atiende sus necesidades individuales tanto fisiológicas como, incluso, emocionales; en España, sin embargo, hay una escasez abrumadora de matronas, menos de la mitad de lo que recomienda la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Además, en la mayoría de los casos, están relegadas a un segundo plano en nuestro país, lo que incide directamente en la seguridad y el bienestar de las madres o futuras madres y de sus bebés porque, como nos explica Carla Quintana, matrona y fundadora de la plataforma de servicios de maternidad Maternify, “la atención muchas veces está condicionada por el tiempo”.
A esto se une el hecho de que, generalmente, la matrona que atiende a la mujer en el embarazo no es la misma que la asiste durante el parto y, por tanto, no la conoce, un aspecto al que el sistema sanitario español no presta importancia, pero que ayuda enormemente a la parturienta. “Si tu conoces a la persona que te va a atender en el parto, vas a ir con mucha más tranquilidad, más confianza”; no solo porque “habrás tenido la posibilidad de estar con ella durante todo el proceso, te podrá haber ayudado con todas tus dudas”, sino también porque es una cuestión fisiológica: “cuando más tranquila estás, más relajada y más información tienes, más oxitocina [hormona que estimula las contracciones] tu cuerpo genera”, apunta Quintana. “Cuando no se conoce a la matrona, normalmente ocurre todo lo contrario y la hormona que se genera es la adrenalina y esto puede influir de manera negativa en el parto”.
La presencia de la matrona, ¿hace más probable un parto respetado?
La matrona están especializadas en partos fisiológicos y, por tanto, asiste aquellos que, a priori, no presentan ningún riesgo. En consecuencia, es más probable que su sola presencia ya indique que el alumbramiento será natural siempre que no surja ninguna complicación en el proceso, pero también hacen más probable que sea un parto respetado. “Numerosos estudios señalan las ventajas de tener una matrona acompañándote durante el embarazo, ya que se asocia a un menor riesgo de parto prematuro, episiotomías, complicaciones tales como nacimientos con instrumentos, cesáreas de urgencia, entre otras”.
Por otro lado, “pasamos consultas y hacemos planes de preparación al parto personalizadas”, informa la fundadora de Maternify. El plan de parto es una guía en la que la madre presenta sus preferencias de cara a ese momento tan especial; esas preferencias “la matrona debería saberlas y, sobre todo lucharlas, ya que son los deseos de la paciente y deberían ser lo más cercano a lo que una madre se ha imaginado”. Es, por tanto, quien se encarga de que el plan de parto se lleve a cabo (siempre que no surjan complicaciones de última hora).
Apoyo emocional, la otra gran labor de la matronas
Aunque las matronas no son psicólogos, son un apoyo emocional clave para la mujer. “Somos la primera persona de contacto que tienen” y “podemos diagnosticar una depresión postparto o algún otro problema y somos el primer filtro”, indica Quintanilla. “Notamos muchísimo que, cuando vamos a las casas a atender a una familia, hay muchísima falta de apoyo emocional”. Hace referencia al respecto de un estudio de Maternify en el que han utilizado una muestra de 1.500 personas y que concluye que “el 88% de las mujeres hubiese necesitado más ayuda a nivel psicológico. Además más del 50% de las encuestadas coincide en que cambiara de equipo médico si se volviera a quedar embarazada”.
Las causas de la escasez de matronas en España
Como señalábamos al principio del artículo, en nuestro país hay una abrumadora escasez de matronas. Harían falta al menos 1.000 más de estos profesionales más para alcanzar el ratio de 25,9 matronas por cada 1.000 nacimientos que recomienda la OCDE, ya que ahora mismo en España solo hay 12,4 matronas para dicha cantidad de nacimientos, según datos de la AEM (Asociación Española de Matronas).
Entre las causas de la falta de matronas es que “hay muy pocas plazas para esta especialidad pero, además, faltan muchas matronas” a causa de la precariedad laboral, a pesar de ser necesarios una media de ocho años de formación para hacer la oposición y optar a la plaza. “Cuando una matrona cumple con sus días festivos, su puesto no es reemplazado, simplemente la consulta permanece cerrada y cuando la matrona se incorpora de nuevo, tiene el doble de trabajo”, informa Carla Quintanilla. “Esto hace que haya una falta de atención a las madres con todo lo que eso conlleva”.