La tasa de infertilidad afecta ya a un porcentaje considerable de personas en nuestro país, siguiendo una tendencia ascendente que, además, se prevé que continúe en aumento en los próximos años. Se estima que en el 85% de las parejas con infertilidad existe una causa identificable para que esta se produzca. Ahora bien, antes de hablar de una causa concreta, ¿qué factores pueden influir en que estas aparezcan?
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Se ha comprobado que, actualmente, los factores ambientales como el tabaquismo o la obesidad afectan tanto a hombres como a mujeres, así como el estilo de vida y el deporte , pero que también hay otros tantos que, sin ser generales para ambos sexos, afectan más a las mujeres que a los hombres. Y uno de ellos es el estado de la microbiota. Si está equilibrada, tendrá la capacidad de favorecer la fertilidad. Si no lo está, puede haber problemas. Sobre ello, hemos querido hablar con la Dra. Olalla Otero, miembro del equipo científico de Nutribiótica y experta en el tema, para que nos explique hasta qué punto es importante.
Estilo de vida, fertilidad y microbiota
Nuestro estilo de vida, además de los demás factores que pueden influir en la fertilidad de la mujer (como son, por supuesto, la edad de la mujer, la posible disfunción ovulatoria, la falta de menstruación o su irregularidad o trastornos como el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) ), “es responsable de la calidad de nuestros gametos o células reproductivas”, nos confirma la doctora. Factores como el sedentarismo, la exposición continuada a diferentes estresores, un inadecuado descanso o una alimentación en la que la ingesta de alimentos ultraprocesados es una constante, “interfieren, sin lugar a dudas, en nuestra microbiota”.
¿Cómo lo hace? Creando lo que conocemos como “una disbiosis capaz de influir en la capacidad reproductiva”. Esto es una pérdida de masa bacteriana benéfica o microbiota intestinal que suele causar problemas intestinales y que afecta, en ocasiones, a otras partes del cuerpo. Una de ellas es la microbiota vaginal. “Se ha demostrado que la microbiota vaginal de las mujeres con hipofertilidad muestra un patrón con una menor presencia de Lactobacillus y Micrococcus, dos de las bacterias presentes en el intestino”, nos explica la doctora. Pero no solo la microbiota vaginal debería estar dominada por ellas, también la microbiota endometrial, ya que, cuando está bien equilibrada, el éxito reproductivo se incrementa.
De hecho, nos explica, hay estudios que hacen referencia a que la microbiota de parejas sexuales es parecida, habiendo hasta un 85% de similitud en los microbiomas seminal y vaginal, de forma que el cuidado de la microbiota se convierte en un objetivo imprescindible, tanto en mujeres como en hombres que buscan un embarazo. Y esta relación entre la microbiota seminal y vaginal es importante. “Existe una comunicación entre las distintas microbiotas que tenemos en el cuerpo de manera que, si tenemos un desequilibrio en una de ellas, puede afectar al resto”. De esta forma, nos confirma, “la microbiota intestinal va a influir en las hormonas sexuales, pues se ha comprobado cómo algunos miembros de nuestra microbiota participan en el metabolismo de los estrógenos, por ejemplo”.
¿Cómo se cuida la microbiota en términos de fertilidad?
La atención al estado de nuestra microbiota es, por lo tanto, fundamental si hablamos de fertilidad. Para saber cómo cuidarla, “hay que tener en cuenta que en su composición interfieren muchos factores del estilo de vida de las personas, como la alimentación o el estrés, pero también la edad o el consumo de fármacos”, nos explica la doctora.
A nivel médico, “la microbiota del tracto genital, que es clave en la fertilidad masculina y femenina, debería estar dominada por Lactobacilos, pero si la población de estos microorganismos es escasa y no se consigue incrementar con un estilo de vida saludable, se podrían emplear probióticos con cepas específicas que mejoran su composición, tanto para la microbiota vaginal como para la seminal”, nos dice la doctora. Esto es lo que conocemos como Microbioterapia, “pero debe ser siempre pautada por un profesional de la salud”.
Además, no debemos olvidarnos que también son clave otro tipo de nutrientes para la formación de los gametos, como son los ácidos poliinsaturados Omega-3, que influyen en la formación de las hormonas como la progesterona, la testosterona o los estrógenos, o los valores de vitamina D que tenemos en el organismo, tanto de los hombres como de las mujeres.
Referencias
Babu G, Singaravelu BG, Srikumar R, Reddy SV, Kokan A. (2017) Comparative Study on the Vaginal Flora and Incidence of Asymptomatic Vaginosis among Healthy Women and in Women with Infertility Problems of Reproductive Age .
Monteiro C, Marques PI, Cavadas B, Damião I, Almeida V, Barros N, Barros A, Carvalho F, Gomes S, Seixas S. (2018) Characterization of microbiota in male infertility cases uncovers differences in seminal hyperviscosity and oligoasthenoteratozoospermia possibly correlated with increased prevalence of infectious bacteria .
Lehtoranta L, Ala-Jaakkola R, Laitila A, Maukonen J. (2022) Healthy Vaginal Microbiota and Influence of Probiotics Across the Female Life Span .