Una de las revelaciones de las memorias del príncipe Harry que más han sorprendido en España es que reconoce que inhaló el conocido como ‘gas de la risa’ que su mujer, Meghan Markle, tenía a su disposición en la habitación del Hospital Portland de Londres en el que iba a dar a luz a su primer hijo, Archie. A ella, que estaba sentada en una pelota de pilates para aliviar el dolor de las contracciones y que también lo había inhalado, le pareció divertido que su marido lo usara. ¿Por qué tenían Entonox (el nombre médico del gas de la risa) a su alcance en el centro hospitalario al que habían ido a dar a luz?
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El Entonox “es una mezcla de gases” en la que “el 50 por ciento es óxido nitroso, el cual tiene un efecto analgésico, reduce la sensación de dolor y tiene también un efecto relajante”, explica la ginecóloga y obstreta Miriam Al Adib. Es un medicamento “completamente seguro” cuyo uso como alternativa a la epidural está muy extendido en otros países, entre ellos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, así como en países del norte de Europa, como Suecia o Dinamarca, por lo que entra dentro de lo habitual que toda gestante que acuda a un hospital en alguna de estas naciones para dar a luz lo tenga a mano, al contrario de lo que ocurre en España, que apenas se usa.
En nuestro país, solo está disponible en unos pocos centros hospitalarios, como los privados HM Hospitales y el público de Torrejón de Ardoz, que cuentan con unidades de parto de baja intervención y que ofrecen todo tipo de comodidades a las parturientas para que su experiencia sea lo más confortable posible.
En Gran Bretaña, sin embargo, eso ocurre en todos los centros hospitalarios, bien sean clínicas privadas o bien hospitales del NHS (el sistema público británico). En unos y otros, el personal sanitario fomenta que se opte por el gas and air -como se conoce allí al Entonox-. En todos los centros públicos, hay zonas llamadas birth centre (o de nacimiento) que son similares a esas unidades de parto de baja intervención que citábamos en el párrafo anterior y que están orientadas a hacer lo más agradable posible el alumbramiento del bebé, con un diseño adecuado a la situación y con todo el material necesario al alcance. Así, toda mujer que opte por un parto natural tendrá a su disposición una habitación individual, con cama doble, baño privado y bañera.
La experiencia de dar a luz con Entonox o ‘gas de la risa’
Algunas de las mujeres que han recurrido al ‘gas de la risa’ para aliviar los dolores del parto relatan que sentían grandes mareos y estar tan fuera de sí que, efectivamente, apenas sintieron dolor, mientras que otras aseguran que el dolor era el mismo. Así, Amira, una extremeña que dio a luz en el Hospital HM Nuevo Belén de Madrid, explica que llegó al centro hospitalario con 8 milímetros de dilatación y que el Entonox “era todo un alivio”. Aun así, reconoce que ella tuvo “la suerte de tener un parto corto”, pero que “si se hubiera alargado más, como muchas veces ocurre, es muy complicado tolerar el dolor”.
Para poder inhalar el gas, Amira tuvo la ayuda constante de su matrona: “Me indicaba que, justo antes de la contracción, succionara de la pipeta intensamente para hacer salir el gas para, cuando llegara el pico de dolor, sentirlo mucho menos”. “Lo bueno, además, es que no te impide empujar y puedes estar en la postura que sea más cómoda para ti en ese momento”.
¿Es un método seguro?
El Entonox es un método fiable tanto para la madre como para el bebé. “Como todo medicamento, tiene su ficha técnica, con sus indicaciones, sus contraindicaciones, sus efectos secundarios…” -apunta Miriam Al Adib- “pero en general y bien indicado y seleccionada la paciente que lo puede utilizar, es completamente seguro”.
¿Cuál es la diferencia entre el Entonox y la epidural y por qué es una opción en partos naturales?
La diferencia entre el Entonox y otros analgésicos utilizados en los partos es que “no quita el dolor totalmente, solo lo alivia”, detalla la ginecóloga. “A diferencia de la epidural, se elimina rápidamente”, en el acto, porque “te hace efecto en el instante en el que lo inhalas y, en el momento en el que no lo estás inhalando, no hay ningún efecto de este medicamento en el cuerpo”. Por eso, “lo suelen demandar mujeres que quieren un parto lo más natural posible y que no les convence la epidural” -continúa la experta-, “pero a nivel efectividad para el dolor, la epidural está por encima de este método”, ya que “te puede quitar el dolor completamente”.
“Por esa razón no es tan popular como la epidural” en España, mientras que “en otros países en los que hay más conciencia de parto natural lo tienen más establecido”. Al Adib subraya que la gestante no tiene por qué elegir entre un método u otro, puesto que no son incompatibles: “puedes utilizar el gas al principio y después ponerte la epidural”, ya que “con las primeras contracciones, antes de que se inicie técnicamente el parto, lo pasas mal y, sin embargo, no se recomienda poner la epidural en ese momento”. Es entonces cuando puede ser más práctico recurrir al Entonox, siempre en los casos de aquellas mujeres que así lo deseen o que hayan optado por combinarlo con la epidural. Esto último es lo que le ocurrió a Meghan Markle, que tras haber inhalado el gas al principio, finalmente optó por el método más clásico cuando se acercaba el instante de dar a luz al pequeño Archie.