La psoriasis es una enfermedad de la piel crónica que aparece en un 15% de los casos en la infancia. Normalmente, son niños con pieles muy sensibles a los que les afectan mucho los cambios de estación, el estrés, medicamentos… y también, tienen una predisposición genética a padecer psoriasis, es decir, sus progenitores la padecen.
“La psoriasis es una patología inflamatoria inmunomediada crónica, que cursa con periodos de brote y remisión. Su origen es multifactorial, se presenta a partir de ciertos factores desencadenantes en individuos predispuestos genéticamente. Representa el 4% de las dermatosis inflamatorias en menores de 16 años”, nos dice la dermatóloga Cecilia Amato.
Cuáles son las causas de la psoriasis en la infancia
La doctora hace referencia a que las causas que generan la aparición de la psoriasis en niños son multifactoriales, y con esto se refiere a que “además de la predisposición genética a padecer psoriasis, existen factores desencadenantes. Las infecciones son el factor más frecuente en la infancia, principalmente las faringoamigdalitis, provocada por el Streptococco pyogenes (hay otros agentes patógenos involucrados como el staphylococcus aures, cándida, etc…)”, explica
Otras posibles causas
Pero, existen otros factores externos, que constituyen otra de las causas más frecuentes para su aparición, como son “los traumatismos a repetición, el estrés emocional como mudanzas, la llegada de un hermanito , cambio de colegio… y los fármacos (por ejemplo: AINES, beta bloqueantes, etc…)”, sostiene la doctora.
Los síntomas de la psoriasis
Los síntomas son muy característicos y, a veces, con la consulta a un dermatólogo es suficiente, ya que este “realiza un examen físico minucioso para llegar al diagnóstico”. En otras ocasiones, es necesario “realizar una biopsia de piel para confirmar”.
Las lesiones de la psoriasis son, muchas veces, similares a las del adulto: “Placas eritematosas (rojas) muy delimitadas, cubiertas con escamas blanquecinas gruesas, localizadas en codos, rodillas, cuero cabelludo y región anogenital”, detalla la dermatóloga. Y también se caracterizan por ser “pruriginosas”, es decir, por la picazón y escozor, y la consecuente incomodidad que producen sobre todo en el caso de los peques.
Psoriasis guttata o en gotas
La psoriasis puede ser de distintos tipos, pero hay algunas que son más comunes en los niños. La llamada psoriasis guttata o en gotas es una de las que más frecuentemente se manifiesta en la infancia: “Este es un tipo muy común en los pequeños que se presenta en forma de pequeñas lesiones redondeadas generalizadas en tronco, y que resuelven espontáneamente al cabo de 3/4 meses”, explica la doctora.
Psoriasis del pañal
Otra de las más frecuentes es la psoriasis del pañal, que es común en bebés. Esta es la más difícil de diagnosticar ya que se puede confundir con otras enfermedades inflamatorias de la piel muy comunes en los pequeños como es la dermatitis del pañal .
La Dra. Amato nos explica que “en niños pequeños la psoriasis también se puede localizar en el área del pañal, dando nombre a otra variedad clínica llamada psoriasis del pañal, que corresponde a una psoriasis inversa donde el diagnóstico, debido a su clínica similar a las dermatitis del pañal irritativa o micótica, es un poco más difícil”.
¿Cuál es su tratamiento?
Según nos cuenta la doctora el tratamiento siempre dependerá de la localización y gravedad de la patología, pero nos dice que “en niños, no existen guías estandarizadas de tratamiento como sí existen en adultos”. Asimismo, es importante saber que “la mayoría de los casos son leves o moderados y su tratamiento es bastante sencillo, con una buena aceptación y buenos resultados”, asegura la dermatóloga.
Tipos de tratamientos
Dentro de los tratamientos tópicos, la doctora nos explica que se pueden utilizar cremas “emolientes (urea) o queratolíticos (como el ácido salicílico). Y, en cualquier caso, siempre es importante consultar con dermatología pediátrica ya que, la doctora advierte que “la utilización de estos productos sin indicación puede llegar a generar irritación y lastimar al niño”.
Por otro lado, “otra excelente opción son los corticoides tópicos. Pero, según la zona afectada, hay diferentes opciones de potencia, por ello, la automedicación no está recomendada”, advierte. Por último, dentro de los tratamientos tópicos “también contamos con otro tipo de fármacos cuya presentación en cremas o ungüentos son muy útiles como el calcipotriol, tacrolimus, etc.”, informa.
Tratamiento para casos más avanzados
Para casos más avanzados existe la opción de la fototerapia, “pero esta solo se recomienda a partir de los 11 años”, afirma la Dra. Amato. Este tratamiento consiste en utilizar la luz ultravioleta natural o artificial (es decir, del sol o pequeñas sesiones controladas de luz UV) para tratar los síntomas.
Para aquellos casos que son más resistentes a todas las opciones de tratamientos explicadas anteriormente, “existe la posibilidad de realizar terapia sistémica, pero aquí hay que evaluar seriamente el ‘costo-beneficio’, la extensión de la enfermedad y las reacciones adversas que provoca”, advierte la doctora.
El gran impacto que provoca en la calidad de vida del niño
Aunque, normalmente, la psoriasis es una enfermedad limitada a la piel, “el impacto en la calidad de vida del paciente es un gran factor a considerar”, asegura la doctora.
Y es que problemas como:
- El estigma social desde el punto de vista estético.
- El desconocimiento de la enfermedad.
- Y el prurito, el picor y quemazón que provocan las lesiones, pueden tener una gran repercusión en la vida cotidiana del pequeño .
Por ello, “la consulta temprana a un dermatólogo pediátrico es importante para llegar al diagnóstico e instaurar el tratamiento adecuado. Es conveniente tener presente que: un tercio de los adultos con psoriasis iniciaron sus lesiones en la infancia y que cuando tenemos antecedentes familiares con esta patología aumenta el riesgo de padecerla”, concluye.