Quizás no te lo habías planteado antes de ser mamá o papá, pero las deposiciones de tu bebé pueden darte mucha información y ser un indicador de su estado de salud.
Si eres mamá o papá primerizo, ¡quizás ni te lo habías planteado! Pero, observar cómo son las heces de tu bebé y su color te puede dar mucha información referente a su estado de salud. Su consistencia, olor, color… pueden ser datos muy relevantes que nos indican si debemos alertarnos y consultar al pediatra para saber si hay algún problema o no.
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La doctora Alba Oviedo, pediatra (@mami_y_pediatra), nos da todas las claves para saber diferenciar qué significan los diferentes colores en los que pueden tornar las deposiciones de tu bebé, qué nos pueden estar diciendo y aquellas que son más preocupantes.
“Las deposiciones de nuestros hijos nos dan pistas de si existe algún problema de salud detrás, ya que según su apariencia, consistencia, frecuencia o contenido pueden indicar una patología concreta”, asegura la pediatra. Cuando son bebés recién nacidos las cacas suelen ser normalmente iguales porque su único alimento es la leche materna o de fórmula, pero según van creciendo y comienzan a añadir más alimentos en su dieta, el color de las heces y su consistencia puede ir variando. “Al iniciar la alimentación complementaria en torno a los 6 meses, además, las heces suelen volverse más formadas”, añade la experta.
¿Cómo saber que nuestro peque está malito por las heces?
Normalmente, los papás suelen saber cómo es tránsito de sus hijos, así como sus deposiciones por lo que si notan algo ‘raro’ o que no les gusta será un motivo de alerta. “Para detectar si a nuestro peque está malito por alguna razón, es fundamental conocer la evolución normal en las deposiciones, que irá variando según la edad”, dice la doctora. Y nos pone el siguiente ejemplo: “En los bebés, especialmente en los alimentados con lactancia materna, es frecuente y normal que hagan varias deposiciones al día, incluso en cada toma, para a partir de aproximadamente los 2 meses, ir disminuyendo en número sus deposiciones”.
La Dra. Oviedo, nos explica que normalmente podemos dividir los tipos de heces de los niños, que se consideran ‘normales’, en tres etapas:
Las primeras deposiciones del recién nacido: “el famoso meconio, es de color negro y consistencia muy pegajosa. Suele estar presente en las deposiciones de las primeras 48 horas de vida, para ir haciéndose más verdosas y posteriormente amarillentas”.
En lactantes: “la norma general es que las heces sean amarillentas, líquido/pastosas y con grumos, normalmente más frecuentes y líquidas si son alimentados con lactancia materna”.
Cuando el niño ya come alimentos sólidos: “la mayoría de personas entienden como el color normal de las deposiciones el marrón. Sin embargo, el color va a depender, entre otras cosas, de lo que hayan comido y del tiempo de tránsito intestinal, ya que los ácidos biliares actúan oxidando los alimentos no absorbidos y tornándolos de color marrón. Cuanto más tiempo pasen estos ácidos actuando, más marrón oscuro, y cuanto menor sea el tiempo, más amarillento (como ocurre en los bebés pequeños), pasando por los verdes”.
Puede ser que el peque tenga algún momento puntual en el que sus heces no sean como ‘las de siempre’, pero si vemos que el cambio es muy severo o se alarga varios días debemos consultar al pediatra. “Presentar heces muy líquidas y varias veces al día (sobre todo a partir de los 2 meses) o heces duras y formadas que se expulsan con dificultad sería motivo de visita a vuestro pediatra. Si notamos un cambio brusco en frecuencia y/o consistencia, así como en la coloración, debemos sospechar que algo pasa”, advierte la pediatra.
A continuación, la doctora nos especifica y detalla qué significa el color de las heces en los bebés y comienza explicándonos que nos indican las heces verdes. “Las heces verdes de forma repetida, especialmente si se acompañan de otros síntomas como inquietud, irritabilidad, dermatitis o heces más líquidas de lo habitual… podría indicar que existe alguna alergia alimentaria, un proceso vírico intercurrente, o incluso, en el caso de los bebés alimentados con lactancia materna, podría ser que están tomando demasiada leche rica en lactosa (la leche que sale en primer lugar del pecho), sin terminar de tomar la leche más rica en grasa del final”, dice.
Si, en cambio, encontramos en el pañal de nuestro bebé heces de color negro, exceptuando el meconio que hemos mencionado anteriormente: “Si son muy negras, como alquitrán, y pegajosas, que suelen oler especialmente mal, son debidas a que contienen sangre de partes altas del intestino delgado o del estómago, y al ir circulando hasta el ano, se oxida y pasan de ser rojas a ser negras”, explica.
Cuando las heces son de color rojo puede deberse a diferentes motivos. “Las heces rojas suelen presentarse mezcladas con sangre roja, con hilitos de sangre o expulsión de sangre roja por el ano, separada de las heces. Esta sangre viene de tramos finales del intestino, por eso es roja ya que no ha dado tiempo a oxidarse y volverse negra. Esta puede deberse a motivos diversos, que van desde una alergia alimentaria a un pólipo intestinal, pasando por una simple gastroenteritis o algo más importante como una enfermedad inflamatoria intestinal”.
Y, por último, las heces blancas, que no deben confundirse con las heces de color amarillo clarito, “suelen ser debido a enfermedades del hígado, donde hay una falta de secreción de bilis. Siempre se debe consultar al pediatra”, indica la doctora.
En resumen, la Dra. Oviedo aconseja no preocuparse en el caso de que “las heces de nuestros hijos están en la gama de colores marrones, amarillentos o incluso puntualmente verdosos”.
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