‘Mi hijo solo juega con coches’: ¿qué hacer cuando solo se interesa por un tipo de juguete?
El juego es la mejor herramienta de aprendizaje para los niños, por eso, es uno de los pilares fundamentales del desarrollo infantil. Entre los 2 y los 6 años, un tercio de los niños muestra interés solo por un determinado tipo de juguete. ¿Es positivo o negativo? ¿Por qué ocurre?
Investigaciones científicas realizadas a lo largo de las últimas tres décadas aseguran que el periodo más importante del desarrollo humano está entre los 0 y los 8 años de edad, y ¿cuál es la mejor herramienta de aprendizaje para los peques? El juego, sin duda, ya que está considerado como la estrategia ideal de enseñanza para ellos.
“El juego es parte del desarrollo infantil, y está constituido por las actividades en las que el niño hace una representación o imita movimientos relacionados a un juguete. El juego en la infancia va evolucionando a medida que el niño va desarrollando destrezas o habilidades motoras, cognitivas, sociales, emocionales y de lenguaje. Todo esto va a determinar o a fomentar el tipo y el nivel de juego en cada niño”, nos cuenta María Ángela Chirinos, Psicóloga, especialista en psicología clínica (@psicokids21).
El juego está muy relacionado con los intereses personales del niño, sus gustos más sobresalientes y, a partir de ello, el peque genera un aprendizaje. “Cuando un niño se divierte, aprende para enfrentarse a las situaciones de su entorno”, asegura.
Pero, hay veces que los niños toman solo un tipo de juego o juguete como principal con el que, como padres, podemos pensar que están ‘obsesionados’, algo que en psicología se conoce como ‘intereses intensos’ y se refiere a “la preferencia, motivación o pasión, por parte de los niños a objetos o actividades específicas. No es solo un interés puntual, es un gusto desmedido o alta curiosidad sobre algo muy concreto. Las características más llamativas de estos intereses es que son duraderos, tienden a permanecer largos periodos de tiempo, se enfocan en diferentes objetos que tengan eeesimilares”, nos explica la experta.
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Son niños ‘investigadores’
Un tercio de los niños entre los 2 y los 6 años desarrolla intereses específicos en ciertos juguetes. Por ejemplo, los hay que les gusta jugar con coches, otros con muñecas, otros a las cocinitas… y, su característica especial es que solo juegan a eso, a los coches, las muñecas o las cocinitas.
La psicóloga nos cuenta que existen estudios sobre ello, y “según una investigación realizada por las universidades estadounidenses de Indiana y Wisconsin, se afirma que los niños que tienen este tipo de intereses fijados en ciertos juguetes desarrollan mayores habilidades cognitivas y, por ende, logran conocer todo sobre ese objeto en específico”. Es decir, “se consideran a los niños con ‘intereses intensos’ como investigadores, tal y como se denomina en psicología”.
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Su necesidad de comprender el mundo
Esta ‘obsesión’ positiva aparece en la primera infancia y, a nivel de desarrollo cognitivo, se relaciona con la necesidad de comprender el mundo y aquello que le rodea, diferenciar lo real de lo imaginario...
“El desarrollo de este interés intenso y específico puede ser beneficioso para seguir desarrollando habilidades cognitivas complejas como el procesamiento de la información, la perseverancia, la atención y concentración”, asegura la psicóloga.
Por qué alinean u ordenan de manera compulsiva
Esta es otra característica muy común en aquellos peques a los que les gusta un juego o juguete en concreto, por ejemplo, si los coches son su pasión verás cómo los ordena en línea a la perfección… Y es que, aunque para el adulto no exista una lógica de hacer esto, para el niño sí.
“Ordenar o alinear los objetos responde a una etapa del desarrollo donde, hacer esto, entre los 2 a 3 años les ayuda a discriminar los juguetes ya sea por tamaño, color o forma mientras desarrolla las habilidades lógico-matemáticas”.
Siguiendo con el ejemplo de los coches, la psicóloga nos explica que “colocar los coches uno al lado del otro porque es lo que ve en los estacionamientos. También ocurre como una forma de exploración, a través del juego, los niños conocen el mundo, y muchas veces alinean para poder crear historias o para darle estructura al juego simbólico que quiere desarrollar”.
Le da forma al juego simbólico
Esta también suele ser una forma de reconocer el mundo real, como decíamos, y, por tanto, de darle una estructura al juego simbólico que el peque quiere desarrollar. También puede darse, por ejemplo, “que imite lo que ve en la fila del supermercado jugando con animales para que los revise el veterinario”, añade la experta.
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¿Puede relacionarse con el espectro autista?
También es cierto que, según los expertos, alinear objetos es una característica del trastorno del espectro autista, pero, esta no es la única para hacer un diagnóstico, sino que debenexistir otras que se deben tomar en cuenta, y buscar apoyo profesional en estos casos. “Se sospecha cuando estas conductas vienen acompañadas con dificultades en la comunicación o en la interacción social, si no hay un propósito aparente (no hay nada que pueda explicar esta conducta), no juega con los juguetes, solo los alinea y hay ausencia de juego simbólico”, especifica la psicóloga.
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¿Qué hacer si siempre acaba jugando con lo mismo?
La respuesta, según la experta, es simple: “Puedes mostrar interés en eso que te comenta o que te muestra del juguete y luego, a partir de ese interés, agregar nuevos elementos para que conozca más el tema”. Es decir, busca seguir explorando todo lo que aún le falta por conocer sobre esos juguetes que tanto le gustan.
Cómo introducir nuevos intereses
Los papás pueden alimentar esa pasión, fomentar la curiosidad de descubrir más cosas acerca de ello, y también puede ir incluyendo nuevos intereses que permitan al niño jugar con otros juguetes. “Se recomienda comenzar primero a interesarse en esas conversaciones interminables sobre ese objeto específico, conocer la historia, los tipos o incluso, jugar con ellos, para luego comenzar a introducir elementos nuevos partiendo de ese como base”, recomienda la psicóloga.
Por ejemplo, si su interés son los coches, podemos comenzar a hablar de las diferencias entre coches y camiones. Por otro lado, si el niño puede jugar con otras cosas cuando no hay estos objetos de su interés, la experta recomienda basarse en la metodología Montessori: “Favorecer el mayor potencial de un juguete haciendo rotación y presentando juguetes diferentes para que también conozca y explore nuevos juguetes”.
¿Hasta cuándo dura?
Según los estudios, cuando se habla de interés muy intenso en los niños este se asocia siempre a periodos largos de tiempo. Sin embargo, hay peques que cuando ya conocen todo acerca de ese objeto que tanto les gusta, comienzan a crear intereses por otros elementos similares. “Cuando el interés no es tan intenso, el niño se adapta a los diferentes juguetes que se le presenten”, dice la psicóloga.
Siéntate a jugar con él, obsérvale y conócelo
Lo fundamental es que nosotros como padres participemos en sus juegos, sepamos cuáles son sus gustos, sus intereses y, desde ese conocimiento, podamos actuar según sus necesidades. “Es importante sentarse a jugar con ellos, conocer sus intereses, cómo manejan ese interés, qué tipo de juego predomina en ellos, cuáles son sus favoritos… y, sobre todo, involucrarse con ellos desde la empatía”, concluye la psicóloga.