Si estás embarazada, puede ser que hayas oído hablar o leído en algún artículo el término microquimerismo fetal , (después de tanta búsqueda, puede ser que hayas llegado a él). Es un concepto desconocido para muchas personas, pero nos habla, ni más ni menos, de la especial relación que se establece entre la futura madre y sus bebés , algo que se crea desde el mismo momento en el que se inicia la gestación.
El microquimerismo hace referencia a las conocidas quimeras, unos animales de la mitología cuyos cuerpos se asemejaban a un león, sus cabezas a las de una cabra y la cola era de un dragón. En biología, no son más que organismos con tejidos genéticamente diferentes. Si unimos los dos significados, el microquimerismo fetal hace referencia a la unión existente entre madre e hijo mucho más allá de lo que siempre habíamos creído. Así, se concreta en la presencia de células de la madre en el feto, pero también de células fetales en tejidos maternos. Es decir, coexisten dos poblaciones celulares de diferente tipo y con un origen genético diferente. Y, en algunos estudios, se ha visto ya cómo esta convivencia puede ser muy beneficiosa no solo, como es lógico, para el desarrollo del feto, sino también para la madre.
¿Cómo pueden proteger las células fetales a la madre?
Las células fetales que pasan al organismo materno, gracias al proceso que hemos citado, no lo hacen porque sí, sino que tienen unas funciones muy concretas que, al final, no nos reporta más que beneficios. Entre ellas, estarían:
- Protección ante diferentes patologías, debido a que las células fetales son totipotenciales, es decir, que pueden llegar a formar muchas de las diferentes células de nuestro organismo y nos ayuda, por tanto, a enfrentarnos a diversas enfermedades.
- Acción protectora frente al cáncer de mama , para lo que tenemos también estudios en los que se ha visto cómo se puede disminuir o ayudar a controlar este tipo de tumores y células malignas.
- Ayuda a la supervivencia del embrión, al viajar las células a distintos órganos.
- Unidas al tejido de la glándula mamaria, las células mamarias pueden ayudar a al producción de leche y, además, ayudan a la recuperación de la madre tras una cesárea, promoviendo la cicatrización. Son células multipotentes con la facultad de cambiarse y modificarse según el órgano al que lleguen.
Madre e hijo son ‘corazones que se cuidan’
Además de las funciones que hemos descrito, hay estudios publicados que han podido confirmar la participación de las células del feto en la reparación del corazón de las madres que padecían cardiopatías. Por tanto, podemos decir que las células del feto tienen una función regenerativa en el corazón de la madre. En estos estudios, de hecho, al analizar las células del corazón de las madres que se sometieron a él, se observó que contenían el cromosoma Y, exclusivo del varón, y, por lo tanto, no pueden proceder de la madre, sino de un embarazo previo de un niño. Así, estos estudios revelan cómo las células madre de la placenta se desplazan hasta los tejidos lesionados del corazón materno durante el embarazo y, una vez allí, por lo que hemos explicado, se reprograman y se convierten en células cardiacas capaces de suplir a las dañadas.
Estas células pluripotenciales (las que hemos visto se generan en la placenta, trofoblásticas) se transforman en células musculares cardiacas y en células del endotelio vascular (la capa que recubre el interior de todos los vasos sanguíneos) y se incorporan al corazón materno. De esta forma, son capaces de generar nuevo tejido cardiaco (en realidad, cardiomiocitos, las células del músculo cardíaco) que laten y también células endoteliales, que forman pequeños vasos sanguíneos.
Estas investigaciones y sus resultados, conocidos desde hace ya unos años, nos llevan a pensar cómo la medicina regenerativa puede ser una buena apuesta en el futuro, no solo para el corazón, sino para otro tipo de órganos en el cuerpo de la madre. Pero no solo para ella, pues el intercambio de células progenitoras se realiza en ambos sentidos, también de la madre al hijo, convirtiéndose en dos corazones solidarios el uno para el otro.
Referencias
Gregory B. Lim (2011). Do fetal cells repair maternal hearts?
Rina J. Kara, Ioannis Karakikes, Paola Bolli, Iwao Matsunaga, Joseph Tripodi, Omar Tanweer, Perry Altman, Neil S. Shachter, Austin Nakano, Vesna Najfeld y Hina W. Chaudhry (2011). Fetal Cells Traffic to Injured Maternal Myocardium and Undergo Cardiac Differentiation Kara - Fetal Cell Differentiation in Maternal Hearts .
Gavin S Dawe, Xiao Wei Tan y Zhi-Cheng Xiao (2007). Cell Migration from Baby to Mother .