La Navidad se acabó, y ¿qué supone eso? Pues que los peques comienzan de nuevo las clases. La vuelta al cole tras las vacaciones navideñas supone de nuevo retomar rutinas y tareas cotidianas, que por otro lado, tanto necesitan los niños porque les dan seguridad y confianza en sí mismos .
Pero los expertos aseguran que lo mejor de estas rutinas y tareas es que las hagan ellos mismos, es decir, que cuanto antes empecemos a ofrecerles la posibilidad de que sean autónomos en sus quehaceres diarios, ¡mucho mejor! Y, esto, ¿por qué es así? Porque de esta forma, van a aprender a ser capaces de desenvolverse mejor solos y de forma independiente en el medio. Promover que se desarrolle y consiga las cosas por sí mismo, tener pensamientos críticos y actuar siguiendo sus propios principios son solo algunos de los beneficios que les aporta aprender a ser autónomos desde pequeños, en su vida como adultos.
“La autonomía da seguridad, la seguridad aumenta la autoestima y la autoestima nos invita a demostrar más autonomía . Sentirse seguros, capaces e independientes es un paso clave para que el crecimiento de los más pequeños se centre en sus habilidades y no en contentar a los adultos. A más autónomos, más libres somos”, asegura Sara Noguera, experta en crianza respetuosa y creadora de @kimudi_crianza.
¿Cómo fomentar la autonomía en los peques?
Con promover que los peques hagan sus tareas por sí solos, no nos referimos a ordenarles tareas y que ellos acaten las normas, sino a que participen con gusto en ellas haciéndoles sentir partícipes en los procesos de aprendizaje.
“A partir de los 18 meses se les pueden dar pequeñas tareas que formen parte de su realidad (para que sientan una conexión con ellas) y que vayan creando una rutina de colaboración familiar. Desde llevar su pañal a la basura, echar la ropa sucia al cubo para lavar, colocar sus zapatos al entrar en casa, recoger los juguetes”, dice la experta. Pero ten en cuenta que no se trata de que tengas a pequeños súbditos en casa, como decíamos, sino que “es importante que cuando empecemos a potenciar su autonomía nos involucremos en la actividad que estén desarrollando y que, además, demos ejemplo teniendo también pequeñas responsabilidades que ellos pueden observar. Si lo que tiene que hacer lo disfruta, lo interiorizará mejor, así que el juego siempre será el mejor vehículo para la autonomía”, añade.
¡Prepara tu mochila! Una actividad perfecta para desarrollar su autonomía
La experta nos propone una actividad diaria como ejemplo para el desarrollo de su capacidad autónoma, y que es perfecta para peques a partir de los 3 años: preparar su mochila para el cole. Y ahora, en las fechas en las que nos encontramos con la vuelta de las vacaciones de Navidad, es perfecta para llevar a cabo en familia. “El día anterior, antes de acostarnos, revisaremos conjuntamente la mochila para ver si llevamos lo necesario (agenda, botella de agua, babero, por ejemplo). Las primeras veces sin duda iremos guiando tanto de forma verbal como, si queremos, con ayuda de pictogramas que muestren en una ilustración sencilla lo que debe llevar la mochila. Hacer un recuento sencillo y celebrarlo con una buena muestra de afecto . Cuanto más practiquemos, más podremos ir trabajando la memoria y dejando que ellos recuerden y hagan el ejercicio de orden de forma autónoma”, nos explica.
También puedes hacer una lista e ir chequeando con el peque que no falte nada, y que sea él mismo quien vaya introduciendo todo lo necesario en la mochila.
Otras formas de practicar la autonomía en casa
“Escuchar y observar sus intereses para, a través de ellos, motivar la autonomía también es una gran baza. Si nos apoyamos en sus gustos será más fácil captar su atención y motivar que haga algo”, dice la experta en crianza, así que aprovecha todo aquello que más le guste al peque para enseñarle a realizarlo por sí mismo.
Asimismo, la experta nos pone otros ejemplos de rutinas en las que los niños pueden ir practicando su autonomía, como son: “Preparar la ropa el día anterior a ir al colegio, ayudar a poner y quitar la mesa después de comer… Pero, sobre todo, recomiendo siempre que para practicar sea en aquellos días que tengamos menos prisa, ya que así será mucho más fácil motivar la autonomía. Yo siempre invito a las familias a practicar los fines de semana, cuando el ritmo es más pausado y estamos todos más receptivos y pacientes”, finaliza.