Las plataformas de contenidos, como YouTube, ofrecen una gran cantidad de vídeos pensados para los más pequeños. De hecho, hasta que comienzan a acceder a las redes sociales, estas propuestas son sus favoritas. Para nueve de cada diez preescolares YouTube es su apuesta preferida, tal como recogen algunos estudios.
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Algunos de esos contenidos pueden parecer más ‘blancos’ o inocuos, pero conviene analizarlos más profundamente. Es lo que ha hecho la UOC (Universidad Abierta de Cataluña) con los vídeos de unboxing de juguetes. Se trata de unas piezas audiovisuales donde el youtuber, el gamer o el influencer se dedican a abrir juguetes o regalos con todo detalle, desde el envoltorio, para explicar las funcionalidades y características del mismo. Y la realidad es que a los más pequeños les atrapa. ¿Puede haber algún riesgo en estos visionados?
¿Por qué funciona el ‘unboxing’ de regalos?
A priori, sentarse delante de la pantalla para ver cómo otra persona desempaqueta algún producto no parecería muy atractivo. Pero no es así. Son vídeos que tienen un enorme éxito tanto entre la población adulta como entre los menores. En este último caso, “funcionan porque a los niños les fascina abrir regalos y, en consecuencia, les gusta vivir esa experiencia aunque sea vicariamente a través de su youtuber favorito”, explica Ferrán Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
De la misma opinión es Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la citada universidad, “en los vídeos de unboxing toys aparece un niño o una niña, como el propio consumidor del vídeo, que se encarga de mostrar la experiencia de desempaquetar el producto, desvelando las sorpresas que aparecen dentro del embalaje. Estos contenidos funcionan porque permiten experimentar la emoción placentera que todo ser humano siente de poseer algo nuevo de estreno, aunque sea en el otro”.
Publicidad difícilmente regulable
Uno de los problemas que esconden este tipo de vídeos de desempaquetado de juguetes es que escapan al control de las normas publicitarias consensuadas, por las que las empresas anunciantes deben regirse para proteger a los menores. Así, en muchos de ellos no se indica que se trata de un regalo o una colaboración publicitaria.
Pero es que, además, los niños no perciben que se trata de publicidad, por lo que el impacto en ellos, sobre sus gustos y preferencias, es aún mayor. “La publicidad convencional está regulada, pero un vídeo de YouTube es difícilmente regulable, y por ese motivo plantea unas cuestiones complicadas en términos de gestión y de influencia a un público que debería estar protegido”, advierte Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
Es un contenido, entonces, muy efectivo desde el punto de vista de influencia en el consumidor infantil, y más si tenemos en cuenta que un 70% de los niños entre los dos y los once años consume contenidos de YouTube a diario. De hecho, desde el año 2019, ser youtuber o influencer está entre las cinco profesiones preferidas de los niños hasta los ocho años.
¿Qué riesgos tiene el ‘unboxing’ de juguetes?
Entre los riesgos analizados por los expertos de la UOC en relación a estos contenidos figuran los siguientes:
- Frustración por no poder acceder a sus deseos. Al visionar el vídeo, en el niño se crea la expectativa de poseer ese juguete, algo que no es siempre posible, con la consiguiente frustración que genera. “Este tipo de vídeos fomentan un placer y, al mismo tiempo, una especie de duelo ante una expectativa que puede que no se consiga (poseer el juguete). Cualquier pérdida implica un duelo, y los niños no disponen todavía de las herramientas emocionales necesarias para elaborarlo, que adquirirán más adelante”, alerta Enric Soler.
- Transmisión de valores consumistas. Además, este tipo de contenidos pueden favorecer una visión consumista. “Se les induce a valorar más poseer un juguete nuevo que disfrutarlo, y les merma creatividad. Si el placer está en desempaquetar un juguete sofisticado, una vez terminado el acto de desempaquetar no hay nada más”, destaca el mismo experto.
- Estereotipos de género. En algunos de estos vídeos se reproducen estereotipos de género poco adecuados. “En YouTube hay una comunicación masculina-femenina muy directa; la feminidad es muy clara y la masculinidad, también, y eso se traslada”, indica Elena Neira.