Cuando el embarazo y la lactancia coinciden con la Navidad, la mujer debe considerar una serie de prevenciones en cuanto a las comidas, para no exponerse a situaciones peligrosas ni exponer a su hijo.
Carla Estévez Fernández (www.llamaalamatrona.org) es matrona y consultora internacional certificada en lactancia materna IBCLC. Ella nos cuenta todo lo que hay que saber en relación a esta época del año y las madres lactantes.
El principal riesgo durante la lactancia: el alcohol
Es muy raro que en las mesas navideñas no haya alcohol para brindar o para acompañar las cenas. Pero es el peligro más alto al que se expone la madre que da el pecho.
“Lo ideal es que no haya consumo de alcohol por parte de una mujer lactante”, advierte la experta. No obstante, algunas madres en este periodo sí lo probarán. En este caso, hay que seguir una serie de precauciones, que pueden ir en dos líneas:
- Posponer la toma al pecho tras el consumo.
- Extraerse leche previamente a la consumición para luego ofrecérsela al bebé durante el tiempo de espera.
“El alcohol pasa a la sangre de la madre y de ahí, a la leche. Si se ha consumido alcohol, la madre deberá retrasar la toma de leche materna en función de la cantidad ingerida y del peso de la mujer (a más cantidad ingerida, más tiempo de espera, y a menor peso materno, más tiempo de espera)”, especifica Carla Estévez.
Según la cantidad de alcohol ingerida se pueden saber los tiempos exactos de espera consultando con la web e-lactancia.org, que ofrece información de la compatibilidad de medicamentos y otros productos con la lactancia.
Así, según esta página de referencia, los tiempos orientativos de espera tras el consumo de alcohol para una mujer lactante cuyo peso ronde los 60 kg están en:
- Una copa de vino: 2,5 horas.
- 2 tercios (330 ml) de cerveza: 5 horas.
¿Hay algún alimento típico de las mesas navideñas que no conviene consumir mientras se da el pecho?
Las cenas y comidas navideñas suelen incluir una serie de platos típicos sobre los que también hay que mantener ciertas precauciones si se está dando de mamar. Así, estas son las que cita la especialista (@llamaalamatronavigo, en Instagram):
- Cafeína y teína. No conviene consumir más de 300 mg diarios de cafeína o de teína, lo que equivale a dos o tres cafés.
- Algas. Algunas presentan riesgos en relación a la lactancia, por lo que lo más adecuado es no excederse en sus consumo, para no sobrepasar los límites de seguridad.
- Pescados y mariscos. La EFSA (autoridad europea de seguridad alimentaria) recomienda evitar el consumo de pescados con alto contenido en mercurio. También es así en el embarazo y en los primeros años de vida del niño. Esto se concreta en no tomar los siguientes: pez espada/emperador, atún rojo, tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y lucio. Además, habría que limitar a tres o cuatro raciones por semana aquellas especies que tienen un contenido medio-bajo de mercurio. Entre ellas están la anchoa, el boquerón, el calamar, la sepia, la cigala, la coquina, la gamba, la langosta, el langostino, el salmón, la lubina, el mejillón o la trucha.
- Cabezas de mariscos. Además de la precaución anterior, se recomienda que las madres lactantes no chupen las cabezas de los mariscos, por su alto contenido en cadmio.
- Hígados y derivados. El hígado es la base principal del paté, un alimento muy recurrente en estas fiestas navideñas. Consumido frecuentemente, puede exceder la cantidad recomendada de vitamina A.
- Arroz y bebidas de arroz. Poseen un contenido moderado en arsénico, por lo que no debe ser un consumo muy habitual.
¿Cómo cuidar la dieta si estás dando el pecho en Navidad?
Salvo las precauciones anteriores, la madre lactante puede seguir una dieta completamente normal en las fiestas navideñas. Eso sí, “se recomienda seguir las medidad higiénicas y de manipulación de alimentos como en cualquier otra etapa de la vida: lavado de manos previo a la manipulación de alimentos y tras cambio de pañales o guardar los alimentos crudos separados de alimentos cocinados”, indica la matrona.
“La mujer que amamanta no precisa dietas especiales. La mejor alimentación proviene de una dieta sana y variada, evitando aditivos y contaminantes”, subraya Carla Estévez Fernández.