Crea tus propios adornos para el árbol con unos palitos de madera, ¡son muy divertidos!

Las manualidades, en general, generan múltiples beneficios, sobre todo, en el caso de los niños. Entre ellos:

1. Se genera la adquisición de nuevos conocimientos y se despiertan sus sentidos.
2. Estimulan su creatividad.
3. Enriquecen su capacidad de comunicarse y de expresarse a través de lo que están creando.
4. Los más pequeños, además, comprenden el mundo que les rodea y les ayuda a interpretarlo.

Pero, en el caso de las manualidades que creamos con los palitos de madera, esos mismos que podemos conseguir cuando nos acabamos un helado, las ventajas son algunas otras que merece la pena citar, pues se convierten en una materia prima perfecta para infinidad de proyectos: por un lado, estamos reciclando y evitando que la madera (por muy pequeña que sea la pieza) acabe en la basura y, por otro, fomentamos la imaginación y trabajamos la habilidad manual de los niños, pues, de nuevo, su tamaño y su sencillez lo fomentan.

Si nos fijamos en la imagen, la idea que vamos a proponerte es trabajar con los palitos de madera creando figuras clásicas de la Navidad (en este caso, un par de muñecos de nieve y un árbol de Navidad), para lo que necesitaremos:

• Palitos de madera.
• Tijeras.
• Pegamento.
• Pinturas, que pueden ser rotuladores o acuarelas, témperas, etc. Si utilizáis estas últimas, también necesitaréis unos pinceles.
• Un poco de cinta adhesiva.
• Cordón o cuerda.
• Adornos variados, que pueden ser botones, pegatinas, cartulinas en las que recortar figuras, etc.

El primero de los adornos que vamos a realizar es el del muñeco de nieve con un bonito sombrero negro. Para ello:

• Recortamos los extremos de seis palitos de madera, para dejar uno de ellos completamente en horizontal.
• A continuación, unimos los seis palitos y, para que no se separen, con un cuadrado de cartulina de su misma longitud, fijamos los seis palitos, todos bien juntos (como en la imagen). Basta con utilizar un poco de pegamento de barra o cola blanca.

• Le damos la vuelta a nuestros palitos y, el siguiente paso es sencillo. Colorear la zona superior (la que hemos recortado con las tijeras) de color negro, pues será la zona del sombrero., mientras la parte inferior la coloreamos en blanco.
• Cuando se haya secado por completo, podemos ir sumándole el resto de particularidades: los ojos y la sonrisa, con blanco y negro, una nariz en forma de zanahoria con un poco de naranja y, por último, terminar su sombrero.
• Para ello, pegamos un palito de manera transversal y con cierta inclinación y, sobre este último palito, pintamos una línea en rojo o la hacemos con cartulina, quizás más sencillo, recortando y pegando una línea de apenas un centímetro de grosor.
• Por último, recortamos sobre una cartulina amarilla una estrella y también se la pegamos.

Para el segundo adorno, aunque sea también un muñeco de nieve, vamos a utilizar otros pasos diferentes:

• En primer lugar, vamos a recortar todos los palitos que necesitaremos. Uno (el central) se queda como está. Los dos que posicionaremos a sus dos lados necesitarán un pequeño recorte en uno de los extremos (como en el caso anterior, reservando en este caso lo que hemos recortado) y, por último, tres palitos a los que quitaremos los dos extremos pero terminando el recorte con punta redondeada (puedes fijarte en la imagen).

• El siguiente paso es colorear de rosa y blanco los palitos como en la imagen. El rosa será el sombrero, mientras que el blanco será el cuerpo del muñeco de nieve.
• Pegamos, de la misma forma que en el caso anterior, con la ayuda de una pequeña cartulina, el palito que hemos dejado tal cual, los dos a los que le hemos recortado los extremos y dos de los últimos tres, en línea y bien juntos.
• Los dos extremos que hemos recortado, los pegamos encima de los dos palitos de los que proceden un poco inclinados.
• Y, por último, el tercer palito, se pega en horizontal debajo de estos dos, creando el sombrero.
• A continuación, decoramos con nuestras pinturas y cartulinas la cara del muñeco de nieve.

Por último, vamos a crear el árbol de Navidad con el que crearemos el tercer adorno que os proponemos. Para ello:

• Hacemos la estructura del árbol: dos palitos harán de extremos, mientras que recortamos un tercero para crear la el tercer lado de nuestro triángulo. Con palitos recortados, según la medida del árbol, creamos el tronco y pegamos un par de ellos atravesándolo. De esta forma, podremos colocar nuestros adornos.
• Cuando esté seco, pintamos de verde toda la superficie de las hojas y de marrón lo que sería el tronco del árbol.

• El siguiente paso, en este caso, es más sencillo que en los anteriores. Simplemente recortamos bolitas de cartulina para pegarlas o las pintamos con un rotulador. Puedes también poner estrellas o lazos.
• Por último, tanto en este adorno como en los anteriores, una vez están todos bien secos, colgamos en la parte posterior y superior un pequeño trozo de cuerda con cinta adhesiva, para poder colgarlos en las ramas.

Al margen de las ideas que os hemos propuesto, hay infinidad de posibilidades con las que crear unos adornos para tu árbol con unos palitos de madera. Pueden ser mucho más complicadas, por supuesto, pero también más sencillas. En este caso, como véis en la imagen, solo se han necesitado tres palitos de madera. El resto de elementos son todo reciclados: los botones son estupendos para dar textura, volumen y color, mientras que el cartón hace que el tronco tenga también un aspecto rústico y diferente.