ni os abrazados© AdobeStock

psicología

Así va cambiando el concepto de la amistad según las edades

La amistad es uno de los valores afectivos que más aportará a los niños a nivel emocional y cognitivo, y es fundamental para el desarrollo habilidades sociales. ¿Cómo evoluciona a lo largo de los años?


7 de diciembre de 2022 - 11:42 CET

La  amistad  es uno de los valores más puros y esenciales que podemos inculcar en nuestros hijos. Y es que, podríamos decir que la amistad es aprendizaje en sí misma ya que permite que experimenten todo tipo de emociones y sensaciones, tanto positivas como negativas, les ayuda a enfrentarse a problemas, a la resolución de todo tipo de situaciones, así como el afecto, el cariño, la lealtad…

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Según nos comenta la psicóloga Eirene García Caro (www.eirenegarcia.com): “La verdad que la amistad es un tema complejo y está ligado a nuestro desarrollo moral y relacional, y también a cómo hemos ido cambiando como sociedad”, y para explicarnos cómo es la evolución de esta según van pasando los años en nuestros hijos, la psicóloga toma como base el interesante estudio:  Concepciones de la amistad: un estudio exploratorio con niños españoles e inmigrantes afincados en la Comunidad de Madrid  (publicado por Lanza Escobedo, D; Moreno Martín, G; De Diego Pérez, A; Ruz González, C. y Moreno Encinas, A. (2012)), en el cual, dice: “se refleja muy bien y expone la evolución de la amistad desde nuestra infancia a la adolescencia”.

© AdobeStock

¿Qué es la amistad?

Para comenzar a hablar de la amistad, la psicóloga dice que en primer lugar hay que decir que “es un tipo de vínculo inherente al ser humano que nos ayuda a integrarnos en la sociedad, según Deval (2006)”.

Para adentrarnos un poco más en el concepto y, en base al estudio citado anteriormente, a partir de aquí la experta nos explica que: “Debido a cómo se ha construido la sociedad en Occidente, el vínculo de la amistad tiende a darse entre iguales y es uno de los vínculos de apego más importantes que establecemos en nuestra vida. Conforme vamos creciendo ese vínculo va cambiando y cumple importantes funciones en cuanto a nuestro desarrollo afectivo y relacional ”.

© AdobeStock

La amistad de 0 a 2 años

Es importante saber que durante los dos primeros años de vida el concepto de amistad como tal, todavía no existe. A esa edad los peques son independientes, están explorando el mundo por sí solos con la ayuda de sus referentes, mamá y papá, y poco se preocupan del resto de niños que les rodean a nivel afectivo.

Esto no es nada malo, sino todo lo contrario, es algo evolutivo. “Desde los primeros meses hasta los 2 años de vida , aproximadamente, hay un periodo más egocéntrico, y los niños y niñas no suelen mantener un interés de crear ese tipo de vínculo con el resto de niños y niñas, ya que los tratan más como un ‘objeto’ con el que interactúan”, indica la psicóloga.

© AdobeStock

La amistad entre los 2 años y los 6

Con el paso del tiempo, a partir de los 2 años, ese interés sí va cambiando y es entonces cuando “se empieza a salir de ese egocentrismo y los iguales van empezando a cobrar importancia, aunque ese egocentrismo sigue teniendo especial relevancia. Podemos decir que entre los 2 y los 6 años, los niños y niñas refieren preferencias a tener trato con aquellos niños y niñas que son similares a ellos/as en cuanto a edad, sexo y forma de comportarse y esas relaciones son bastante inestables y dependen en gran medida de los conflictos que tienen entre ellos/as y del tiempo que pasan juntos”.

Estas situaciones son fáciles de ver, sobre todo, en los últimos años de escuela infantil . Los peques todavía no desarrollan un vínculo tal y como conocemos de amistad, pero juegan y se divierten juntos, es decir, se sienten acompañados por otros niños mientras juegan ‘solos’. Según van creciendo, a partir de los 3 años, que es cuando comienzan preescolar, van desarrollando un juego más colaborativo lo que les permite tener un mayor contacto entre ellos, en el que tal y como dice la psicóloga, normalmente es el conflicto el que reina por motivos como querer jugar con el mismo juguete, no querer prestar sus cosas a otros compañeros, etc…

© AdobeStock

La amistad entre los 6 y los 12 años

Sin embargo, la cosa cambia cuando entran en la etapa de educación primaria que comprende de los 6 a los 12 años. “Aquí cobra especial importancia el desarrollo emocional y la adquisición de la empatía, de esa capacidad de ponerse en lugar del otro, lo cual da lugar a que se manifiesten el apoyo y la cooperación. Esto hace que ese vínculo de amistad sea más fuerte y también, como apego que es, que sea más duradero”, asegura la psicóloga.

© AdobeStock

La amistad en la adolescencia

Nos adentramos en un terreno nuevo: la adolescencia . Atrás dejamos todo aquello relacionado con la parte más inocente y pura de los niños para meternos de lleno en la búsqueda de la identidad, la rebeldía, la independencia

Según nos cuenta la experta, cabe destacar que en esta etapa en el vínculo de amistad parece existir una gran relación con el desarrollo de la ética y la moral. Cobra gran importancia el hecho de que los iguales a los que elegimos como amigos compartan nuestros valores y también que se manifiesten conductas de apoyo y lealtad recíprocas”. Por lo que, si durante la primera infancia, las características por las cuales elegimos a nuestros compañeros de juego tienen que ver con aspectos físicos y poco emocionales, en esta etapa cobran especial importancia los aspectos psicológicos, tales como la bondad, la generosidad o solidaridad… por ejemplo, “y los amigos y amigas se convierten en grandes confidentes con los que compartir nuestros problemas y también nuestros intereses, ocio y diversión”.

© AdobeStock

Diferencias según el sexo

Pero, parece ser que este tipo de relaciones de amistad entre adolescentes son muy diferentes entre los chicos y las chicas. “Según Deval (2006), el sexo masculino se orienta más hacia la acción y el femenino a cuestiones emocionales. En el artículo citado, también señalan que autores como Fuertes, Martínez y Hernández (2001), encuentran que el sexo masculino tiene más amigos íntimos que el femenino experimenta niveles más altos de intimidad con su mejor amigo/a. Respecto a esto Vasta, Haith y Miller (1996) también informan de la relevancia de poder contar con un/a amigo/a íntimo/a a esta edad cuando hay problemas en cualquier ámbito de su vida hace que lo puedan sobrellevar mejor”, observa la psicóloga.

© AdobeStock

¿Cómo ayudarles a hacer amistades?

Pero a veces, según la personalidad de cada niño, puede ser más complicado hacer amigos. La timidez y la introversión suelen ser los peores compañeros para los peques en estas ocasiones. Pero, cuidado, un niño tímido puede querer tener más amigos y no poder conseguirlo debido a su vergüenza a la hora de enfrentarse a situaciones, mientras que un niño introvertido puede gustarle más la soledad, y que ello no le coaccione a la hora de hacer amigos.

En cualquier caso, ¿qué podemos hacer como padres para ayudarles a hacer más amistades? “Anteriormente hemos expuesto las cuestiones que son más relevantes a tener en cuenta según la edad, por lo que durante preescolar y primaria habría que fomentar que pasasen tiempo con sus iguales teniendo en cuenta características más físicas, por ejemplo, estableciendo pasar tiempo con sus compañeros/as de clase en el parque o visitas a casa de los amigos/as”, sugiere la experta.

© AdobeStock

Las actividades extraescolares, una buena idea

Pero, cuando son más mayores, es decir, a partir de la primaria, según señala la psicóloga, entrarían en juego otros y más variados factores como son sus gustos personales o hobbies. Si al peque le gusta el futbol, optar por apuntarle a esa actividad extraescolar y que comparte su pasión con otros chicos que también la tengan.

En definitiva, “proporcionar contextos donde puedan compartirlos con otros niños y niñas que también tengan estos valores e intereses. Por ejemplo, si tiene interés por el baloncesto o la pintura , que vaya a clase con otros niños y niñas de su edad que compartan esos mismos gustos y proponiéndoles, a parte, quedar con ellos fuera de ese contexto para seguir conociéndose y pudiendo compartir otros gustos, intereses y valores”, aconseja.

© AdobeStock

La importancia de las amistades tanto en la infancia como en la adolescencia

El estudio al que la psicóloga hace referencia a lo largo de todo el artículo concluye que “la amistad se basa en la ayuda, la confianza, la compañía y la fidelidad”, para cualquier persona.

Y, además, hace referencia a la relevancia de las amistades, tanto en la infancia como en la adolescencia, puesto que estas “cumplen importantes funciones en el desarrollo afectivo, comunicativo y social de los niños. Y, estimulan su desarrollo cognitivo, además de ayudar a practicar y adquirir numerosas estrategias y habilidades sociales”.