Lo ideal sería que cualquier persona con síntomas de infección respiratoria utilizara mascarilla para proteger a los demás del contagio. Pero no siempre es así. Afortunadamente, la incidencia de la COVID-19 no es comparable a la de los dos anteriores inviernos, pero el virus sigue circulando.
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Para saber si las embarazadas deberían utilizar mascarilla como medida de protección en algunas situaciones adicionales a las obligatorias le hemos consultado a la Dra. María Dolores Gómez Roig, directora de www.gomezroig.com y coordinadora de Procesos Obstétricos y Ginecológicos de la Clínica Corachán, en Barcelona.
¿Qué pautas debe seguir la gestante con la mascarilla?
“El uso de mascarillas en las mujeres embarazadas debe seguir las mismas recomendaciones que para la población general”, indica la experta. No obstante, destaca cómo “se trata de una población sensible al ser dos personas, la madre y el bebé que lleva dentro. Pero las recomendaciones no son diferente actualmente”, subraya.
Así, en líneas generales, la gestante debe protegerse igual que cualquier otra persona frente a la COVID-19 y frente a otras enfermedades respiratorias, utilizando la mascarilla en los supuestos indicados por las autoridades sanitarias.
¿Hay algunos factores de riesgo?
Pero como sucede en la mayoría de ocasiones, hay algunos factores de riesgo en la embarazada, que pueden llevar a la necesidad de extremar las precauciones por el riesgo más elevado de contagio.
Estos factores son, según detalla la Dra. Gómez Roig:
- Edad avanzada.
- Índice de masa corporal elevado.
- Obesidad.
- Enfermedades de base como la hipertensión crónica.
- Diabetes gestacional.
- Enfermedades de base de tipo respiratorio.
- Enfermedades que comprometan las defensas de la mujer.
“El resto de población embarazada ha de seguir las recomendaciones generales poblacionales”, insiste.
¿Qué entornos son más comprometidos para la embarazada?
En términos generales, hay algunas circunstancias que elevan el riesgo de contagio para todas las personas. Son situaciones ante las que la embarazada debería protegerse algo más.
Así lo explica la ginecóloga: “Yo recomendaría, al igual que el resto de la población, que ante situaciones de mayor relación social, como pueden ser las fiestas navideñas, si se evidencia que hay alguien que pueda estar contagiado por la COVID-19 al presentar síntomas, que dicha persona se cubra poniéndose mascarilla para intentar no favorecer la diseminación de la infección”. El problema es que no siempre sucede así, y no todos tienen la misma sensibilidad y responsabilidad con respecto al resto.
En ese caso, el consejo de la directora del Instituto Dra. Gómez Roig es que cuando la embarazada (al igual que otras personas vulnerables) observe que a su alrededor hay personas con posible infección respiratoria que no lleven mascarilla, la utilice ella. “Para no ser contagiado, la mejor mascarilla es la FFP2”, comenta.
Esta medida puede ser muy útil a embarazadas con trabajos en los que hay que estar en contacto con mucha gente, como las dependientas, las profesoras (especialmente si son de niños muy pequeños) o las que desempeñen su labor profesional en entornos masificados.
¿Cuál es la situación actual de la COVID-19 en relación al embarazo?
“Actualmente, la mayoría de las gestantes con COVID son asintomáticas y son muy pocas las que presentan clínica”, apunta la especialista. Hay que tener en cuenta que la COVID puede complicarse en el caso del embarazo, aunque, afortunadamente esas complicaciones no han sido generalizadas. De hecho, en olas anteriores, tan solo un 4% de las embarazadas con síntomas “requerían de atención hospitalaria más intensiva”.
Uno de los problemas para saber cómo se está comportando el virus ahora es que no se realiza ya cribado para saber si tiene infección a todas las mujeres que ingresan en el hospital, “por lo que no podemos conocer la prevalencia real de la infección, pero sí podemos decir que su afectación es más leve, siendo muy excepcional que una mujer embarazada requiera de cuidados intensivos”, tranquiliza.
Posiblemente a esta situación se ha llegado gracias a la generalización de las vacunas contra la COVID-19, que pueden recibirse en cualquier momento del embarazo (los tres trimestres son válidos). De hecho, “en el programa de vacunación actual de la población de riesgo se recomienda que sea doble: de COVID y de gripe”, recalca la Dra. Gómez Roig. “Ambas infecciones son relevantes y prevalente en nuestro medio”, insiste.
Además, hay que tener en cuenta lo siguiente: “Actualmente no podemos decir que haya un repunte de casos COVID, pero hemos de saber que ya no es obligatorio hacerse las pruebas y que la contabilidad de los casos puede estar subestimada”, concluye.