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lavado nasal en ni os© AdobeStock

Bebés

¿Cuál es la forma correcta de hacer un lavado nasal a un niño?

Estamos en época de infecciones respiratorias, muchas de las cuales cursan con mocos. Uno de los remedios más eficaces para atajarlos es el lavado nasal. Parece fácil, pero requiere una técnica adecuada que conviene conocer.


30 de noviembre de 2022 - 10:38 CET

El frío es sinónimo de mocos y toses en los niños. Las  infecciones respiratorias  se disparan en esta época del año y los virus pasan de uno a otro con mucha facilidad, ayudados por la cercanía y el tiempo que se pasa en espacios interiores. No hay más que ver la  ola de bronquiolitis  que está afectando a tantos niños actualmente.

Muchos de estos cuadros respiratorios, especialmente si son víricos, no tienen un tratamiento concreto. Para combatirlos, los pediatras suelen recomendar remedios contra los síntomas, para que el bebé o el niño esté con mayor grado de confort. Uno de ellos es el lavado nasal. Le hemos preguntado a la Dra. Eva Suárez Vicente, presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría, cuál es la forma adecuada de hacerlo.

¿Cuándo está indicado el lavado nasal en niños?

Los lavados nasales pueden hacerse cuando el bebé o el niño presenta mucosidad en la nariz o en la faringe posterior. Lo habitual es que este exceso de mocos provoque distintas molestias, que pueden ir desde una  dificultad en la respiración  (además, el pequeño acaba respirando por la boca) a problemas en la alimentación. Es muy frecuente que en las infecciones respiratorias los pequeños disminuyan el apetito. Si, además, hay mocos en exceso, la situación es perfecta para que coman mucho menos.

El exceso de mucosidad provoca también incomodidad “por la congestión nasal que genera el resfriado”, indica la experta. Para acabar con todo ello, lo indicado es hacer lavados nasales.

Los mucolíticos (fármacos para los mocos) no están indicados. De hecho, la Asociación Española de Pediatría no los recomienda para menores de seis años y, en ningún caso, para bebés de menos de dos años. El motivo es que su eficacia no está demostrada y sí, sus posibles efectos adversos. Nunca se debe administrar por cuenta propia un mucolítico a un niño por cuenta propia si no se lo ha prescrito antes su pediatra valorando el riesgo-beneficio.

Lavados nasales en niños© AdobeStock

¿Desde qué edad se pueden hacer lavados nasales?

El lavado nasal se puede hacer desde el nacimiento si el bebé presenta mucosidad elevada. “No hay ningún riesgo en hacer lavados nasales de rutina en ausencia de mucosidad, pero no tiene sentido realizar una maniobra molesta para el lactante si no tiene mocos ni congestión”, subraya la pediatra.

Cuando se realiza a un recién nacido hay que utilizar suero salino fisiológico, que contiene menos sal (0,9%). “El suero salino hipertónico, que contiene más sal (2,3%) se puede utilizar a partir de los seis meses de vida”, indica.

El suero fisiológico se puede aplicar en monodosis, “que son más higiénicas, ya que son de un solo uso y se evita la contaminación del aplicador, o en envases de agua de mar, para múltiples aplicaciones”, comenta la presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría.

La técnica del lavado nasal, paso a paso

Conviene aprender bien cuál es la forma correcta de realizar el lavado nasal, porque, de no ser así, no se consigue su objetivo de  arrastar la mucosidad y que el niño esté con menos molestias.  Pero, además, una técnica inadecuada resulta particularmente molesta, pues, ya de por sí, es una maniobra que a muchos niños no les resulta agradable.

Estas son las pautas de la Dra. Eva Suárez Vicent para realizar el lavado nasal:

  1. Lavarse bien las manos.
  2. Colocar al niño tumbado boca arriba y con la cabeza ladeada.
  3. Introducir el suero por el orificio nasal que queda arriba.
  4. Girarle la cabeza hacia el otro lado e introducir el suero por ese orificio nasal.
  5. Usar una cantidad de suero de 1,5-2 ml en cada fosa nasal en niños pequeños, “y hasta 5 ml en niños mayores”.
  6. Presionar en la justa medida. “La presión en la que introducimos el suero fisiológico es la que realizamos con los dedos en la ampolla monodosis o al apretar el pulsador del envase que contiene el agua de mar”, insiste.

¿Qué sucede con los extractores de mocos?

Los lavados nasales permiten eliminar las secreciones nasales, y esto tiene un efecto claro en el aire que entra, que lo hace con menos dificultad y con más fuerza. Es un beneficio en cadena, pues ese aire moviliza la mucosidad en el sistema respiratorio y esto tiene un gran beneficio.

Pero, además de estos lavados nasales, a veces se utilizan extractores de mocos para sacar fuera la mucosidad. Los hay de distintos tipos (pera, manual, eléctrico), pero hay que saber que si no se usan bien y si se emplean con mayor fuerza de la debida pueden provocar molestias en los oídos. Por eso, conviene siempre consultarlo con el pediatra.


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