Una duda muy repetida entre las madres lactantes es si su hijo o ellas pueden vacunarse con normalidad o deben seguir ciertas cautelas. Especialmente existe el miedo a que la inmunización que reciba la madre pueda ser perjudicial para su bebé si sus componentes pasan a través de la leche materna.
Para aclarar este y otros puntos hemos recurrido al Dr. Francisco Álvarez, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP). A él le hemos preguntado por todo lo que tiene que ver con lactancia materna y vacunas.
Vacuna de la gripe, del COVID... ¿se pueden poner en la lactancia?
La mujer que no ha recibido las vacunas de la gripe o contra la COVID-19 durante los meses de embarazo, las puede recibir en el periodo de lactancia. Hay que tener en cuenta que los menores de seis meses no se pueden vacunar de la gripe, pero sí están expuestos a ella, con más complicaciones cuanto menos edad tengan. Si por alguna circunstancia la gestante no se ha vacunado durante esos nueve meses, cuando empiece la campaña de vacunación de la gripe (en otoño) puede ponérsela. “Es una manera de pasar anticuerpos a su hijo a través de la leche”, destaca el Dr. Álvarez. Así, sería una manera de proteger a su hijo. De hecho, lo que aconsejan los expertos es que se vacunen todos los convivientes (el entorno familiar cercano) de un bebé menor de seis meses.
En relación a la vacuna contra la COVID-19, la recomendación es ponérsela duante el embarazo (en cualquier trimestre) porque se ha visto que la infección en gestantes no vacunadas puede ser mucho más grave que en aquellas que sí lo están. Pero si no se ha hecho, el posparto y el periodo de lactancia son buenos momentos para recibir esta vacuna.
Además, se sugiere que las mujeres que no tengan completa la pauta de vacunación general, por ejemplo, la de la varicela o la tripe vírica (contra el sarampión, la rubeola o la parotiditis) se vacunen en cuanto den a luz. “Deberían ponérsela en el posparto inmediato. Si no están seguras de si las tienen o no, habría que hacer una serología. Si se confirma que no están inmunizadas ni vacunadas, habría que administrarlas nada más terminar el embarazo”, insiste el especialista. En ambas vacunas habría que dejar pasar un mes desde la última dosis para buscar un nuevo embarazo.
¿Hay vacunas contraindicadas durante la lactancia?
“La mujer que lacta puede recibir, al igual que su hijo, cualquier vacuna”, subraya el experto. Eso sí, hay una precaución, que no es ni siquiera contraindicación, es decir, no es una vacuna prohibida, sino ante la que hay que tomar ciertas medidas.
Se trata de la vacuna contra la fiebre amarilla. Esta vacuna se administra a personas que van a viajar a ciertos países de Latinoamérica o de África. La fiebre amarilla se contagia a través de la picadura de un mosquito, y la vacuna previene la enfermedad. Pues bien, “si el niño que lacta tiene menos de nueve meses, se recomienda que la madre que se haya vacunado de la fiebre amarilla deseche su leche durante 15 días. Después, podrá volver a la lactancia materna”, comenta el experto del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Aunque hace un tiempo había otras recomendaciones, actualmente las mujeres que dan el pecho pueden recibir la vacuna de la fiebre tifoidea, tanto en su versión inyectable como en su versión oral.
¿Y si la madre tiene efectos secundarios?
Si la madre tiene efectos secundarios tras la vacuna, como fiebre o malestar, puede tomar algún fármaco compatible con la lactancia materna para contrarrestarlo. Para saber con toda seguridad cuáles son inocuos tanto para el niño como para la producción de leche, lo mejor es consultar con la web gratuita www.e-lactancia.org, donde los medicamentos están exhaustivamente analizados en función de su impacto o no en la lactancia materna.
Por tanto, no hay que dejar de ponerse ninguna vacuna por miedo a esos posibles efectos secundarios y a cómo combatirlos. La madre lactante puede utilizar determinados fármacos con toda seguridad.
Leche materna e inmunidad
Aunque la leche materna se considera como la primera vacuna que recibe el niño por sus innumerables beneficios, hay que tener en cuenta que nunca sustituye a las vacunas que estén recomendadas para el pequeño.
Así, la lactancia es, entre otras cosas, una manera de reforzar la salud infantil, pero el bebé y el niño que toman el pecho deberán seguir con su calendario vacunal porque, aunque estén protegidos por las inmunoglobulinas de la leche materna, necesitan contar con sus propias vacunas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta un aspecto. Cuando el bebé recibe la vacuna de la varicela y le salen pequeñas erupciones en la piel tras esta, “la madre que da el pecho y no esté vacunada o no la haya pasado ya, debe tener la precaución de no estar en contacto directo con esa zona de la piel de su hijo”, advierte el Dr. Francisco Álvarez. No supone un problema para seguir dando el pecho, ya que la zona afectada del bebé se puede cubrir para que no entre en contacto con la piel de la madre.